11. Ataques para un Omega. Sociedad horrenda.

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El lindo Omega de cabellos oscuros y caderas marcadas iba caminando felizmente a la salida.
Había avisado a su Alfa que iba en camino, pero tuvo que entrar al baño un momento. Fue cuando lo escucho.

–Aghh, han visto a Park Jimin? – escucho una Omega mujer preguntar.

– El Omega lindo del 9-A? – respondió una voz distinta.

– ¿Lindo? ¿Crees que es lindo? ¿Has visto lo gordo se está poniendo? – dijo con burla.

– Es su embarazo, al parecer el accidente lo está subiendo de peso! – canturreó otra voz, pero esta vez masculina.

– Se pasea por la maldita facultad sin ocultar su asquerosa panza, debería darle pena, sin Alfa y en cinta, maldita pena. –

– Ya lo sé, pero ventaja. Todos los Alfas que tanto lo seguían, pff! Desaparecieron. Nadie quiere a un abandonado e inservible Omega en cinta. Y que bueno, hay más Alfas. –

– No entiendo qué le ven, es simplón, su aroma es empalagoso y molesto, no tiene nada de interesante. –

– ¿Por qué odian tanto al pobre chico? No les ha hecho nada, ni siquiera lo conocemos. –

– Omegas como el, tan zorras y fáciles no deberían estar aquí. Qué suerte la de el que está en su último semestre, sino arruinaría más su vida. –

– Solamente va con su molesta cara de "Soy tan inocente, mírame!" Por todos lados, es molesto. –

– Es una puta más vestida de "inocencia", nada extraño. –

– Oh vaya, me suena a ¿Envidia?, Por favor chicos, no sean ridículos. Somos Omegas, no ataquemos a otros Omegas. Tenemos bastante con los demás. El pobre chico no hace nada, incluso es de los mejores en la carrera. Deben admitirlo, es lindo y tiene un estilo genial. Y ya, simplemente quedó en cinta porque sí. No hablaré de algo que no me incumbe. Es su vida. –

– ¿Por qué lo defiendes? Acaso es tu maldito amigo o qué? –

– No me digas que eres una maldita desviada y te gusta el chico. –

– No, no me gusta. Acepto lo que veo. Soy realista. No lo conocemos, no nos consta. – concluyó una Omega molesta, no le gustaba que hablarán así de los Omegas, debían apoyarse entre ellos, no apuñalar a su mismo rango.

Jimin respiro y trato de ignorar absolutamente todo lo que escucho, no le interesaba pelear con nadie.
No estaba para ello, no alteraría a su pequeño y tenía un Alfa esperándolo.

Salió del baño para lavar sus manos.

Cuando lo vieron abrieron los ojos y maldijeron por lo bajo quienes no se habían percatado de la presencia del Omega. Aunque era toda la intención de quién inicio la plática que escuchará todo eso. Sonrió con burla, aunque fue ignorada por el bonito chico.

Lavo sus manitas, concentrado después en arreglarse el cabello con el agua restante. Saco de su bolso bálsamo, quería lucir lindo para su Alfa y que cuando lo besara sintiera sus labios suavecitos y humectados.

– ¿Qué bálsamo es? Se ve bastante bueno... No. Tus labios son lindos. – halago la Omega que lo defendió.

Era la voz que escucho defenderlo, así que sonrió.

– Amm... ¿Gracias? Es un bálsamo de farmacia, especial para humectar, sabe a fresa. – le mostró el pequeño botecito.

– Recordaré el nombre, huele bien. – vió como el Omega se ponía nervioso y arreglaba su atuendo, principalmente de su pancita, lucía tierno y bonito. – Estás bien, eres bonito por naturaleza, tranquilo. ¿Tienes una cita? – pregunto para destensar al Omega.

Un Omega en Cinta... ¿¡SIN ALFA!? | YOONMIN |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora