17: Bienvenido a la familia Min.

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–Señorito Jimin... ¿Puedo llamarle por su nombre? – pregunto amable el Alfa mayor. Asintió con una sonrisa. – Perfecto, igualmente usted, dígame Richard. Bueno. Jimin, ¿Qué carrera estudias? – pregunto para comenzar la plática.

– Arte y Diseño. Estoy a punto de acabar, me faltan menos de 4 meses. –

– Supongo que estás haciendo tu servicio. –

– Lo hice en dos lugares distintos, en una academia de danza contemporánea dónde yo, por cierto, era alumno, hasta mi embarazó, obviamente. Después seguí en una empresa en el área de Diseño creativo. – respondió el joven Omega algo nervioso.

– Si, eso pensé. ¿En qué empresa? –

– En Kim's Old, la empresa del señor Kim Kwan, entre por mis buenas notas. –

– Oh... Eres un alumno de excelencia. –

– Trabajo con constancia para mantener mi promedio perfecto, quisiera graduarme con el y hacer el exámen. –

– Es modesto, padre. Es alumno de cuadro de honor. No me veas así, mi amor, Taehyung dijo que nunca perdiste tu lugar. – la mirada de su padre era clara. – Taehyung es el mejor amigo de Jimin, nos acompañará al evento de apertura. Ya lo conocerán. –

– Me agrada, alumno de excelencia, habla muy bien de usted, Señorito Jimin. – dió una mirada serena y prosiguió. – ¿Sabe cuál es nuestro giro? – pregunta trampa, claro, qué bueno que estudió.

– Así es, su empresa tiene 84 años de trayectoria, su padre, el señor Min Minhu, que en paz descanse, fundó The Min Corporation con el objetivo de expandir y aumentar la exportación de Corea en el mundo. Consideraba altamente importante que los productos de Corea tomarán importancia en el mercado mundial. Poco a poco, usted junto al señor Kim Kwan hicieron crecer muchísimo más las empresas, creando alianzas, contactos y socios. Ahora ustedes pueden disfrutar del ser inversores, sin mencionar que son quienes mejores contactos tienen dentro de la frontera comercial. – concluyó el Omega, moría de nervios, pero era bueno para hablar y lucir muy seguro.

– Vaya... Una última pregunta y la más importante de la noche. – se miraron fijamente, le gustó esa determinación en Jimin, no le bajó la mirada, no tembló ni un segundo. – ¿Por qué Yoongi? ¿Qué te brinda mi hijo? – pregunto honestamente.

El Omega se sorprendió, no espero esa pregunta, pero era la más sencilla del mundo. Respondió rápido.

– Yoongi... Es Yoongi. Nunca lo espere, realmente yo no quería nada en mi estado, pero de casualidad nos conocimos, si es que la casualidad existe. Y simplemente fue perfecto. El es único, ningún hombre se le asemeja, es tranquilo e inteligente, profundo y amoroso. Me genera un sentimiento que nunca nadie me había generado, podría estar con el durante años hablando o simplemente viéndolo, es el ser más puro, amable y honesto que pude conocer. Pero... A veces me paro a pensar, si existiera otro hombre como el, me gustaría? Y la respuesta es siempre "No". Lo que me gusta de Yoongi es que es él, es muy difícil de explicar, siento mucho por el y a veces eso me asusta. Me enamoró en meses. Me atrapó en días. Quería negarle esa primera cita, tenía miedo naturalmente, pero al ver sus bellos y profundos ojos oscuros, no pude... No pude decirle que no. El me brinda el sentimiento mas hermoso que pude sentir en toda mi existencia. Simplemente eso... – dijo con toda la honestidad que tenía, las palabras salieron solas.

El señor Min quedó impactado. Espero una respuesta más o menos buena, tenía talento para hablar. Se le notaba. Pero no espero eso... No una respuesta tan maravillosa y más que perfecta. Lo supo... Su hijo había encontrado a su destinado y este bello muchacho le daría lo que Yoongi no podía darle. Un hermoso hijo. Era demasiada perfecta si historia.

– Basta de preguntas de prueba. Basta de hacerme el estricto. Eres perfecto. No esperaba tanto... Realmente eres maravilloso, Jimin. Bienvenido a la familia Min, es un orgullo tenerte como Yerno. Muero por conocer a mi nieto. – estiro la mano y apretó la del Omega.

Este quería llorar de emoción, su nieto, nunca cuestionó nada de su bebé, no le importo. Lo tomo como su nieto y punto.

– No sé qué decir... Muchas gracias, Richard. – devolvió el apretón en la mano y volteo a ver a su suegra, esta le sonría grande.

– No digas nada, eres parte de la familia ya, sé feliz con mi Yoongi, tómame como tú segundo padre, si algún día este Alfa te hace algo... No dudes en venir aquí y verás que lo hacemos pagar. – los de la mesa rieron por lo dicho.

Vaya que el yerno se había robado el corazón de su suegro.

– Lo haré. –

– ¿Cómo va tu embarazo? ¿Todo en orden? ¿Tienes algún antojo? Puedo conseguirte lo que sea. Todo por ti y mi nieto. – el Alfa adoraba decir nieto, pensó que jamás tendría uno de parte de su primogénito y vean como es la madre Luna, se lo dió como sea.

A el no le importaba que ese niño sea de otro Alfa, por algo había sido así. Por algo "casualmente" el destinado de su hijo estaba en cinta al conocerlo.

Adoraría a ese cachorro con su Alma. Muy bien, rápido. Ya tendrían heredero o heredera para la empresa.

– Oh sí, todo ha ido perfecto. Casi no tengo antojos, solamente beber por la mañana un batido de fresas con café, muy rara vez tengo antojos. –

– Ese bebé será muy apegado a sus padres... Tu antojo lo dice todo. – los hombres la miraron sin entender. – El antojo más común, mezcla los aromas de los dos. No me digan que no lo notaron. – abrieron los ojos grandes.

– Ya había pensado en eso, pero no sabía qué significado tenía. – comento el Omega. – También se me antoja mucho el café, el otro día bebí café americano sin cafeína, solamente por el sabor, pero lo que más bebo es el Iced Americano, lo pido sin cafeína para no alborotar a mi pequeño Dumpling. – dijo un Omega consentido.

– ¿Qué? –

– ¿Qué? – dos personas hablaron, la madre del Alfa y este.

– El Iced Americano es mi bebida favorita... Todos los días lo tomo en la oficina. – dijo algo sorprendido.

– Cariño... – los ojitos de la Omega se llenaron de lágrimas. Sentía muy bonito. Su pareja entendió porqué. – Yo así le digo a mi bebé Yoongi... Dumpling. Por la Luna, le dijiste así. Me encanta. – Estaba muy sentimental, amaba tener a uno más en la familia, también sería abuela...

La madre Luna hacía las cosas de formas muy peculiares...

Esto era poco comparado a las muchas más sorpresas que se llevarían con ese embarazo.

Era octubre, el cumpleaños número 23 del Omega era en 4 días.

Conversaban cómodamente bajo la calefacción, pero aún así el pequeño no se quitaba de los brazos de su Alfa.
Quería que el tiempo avanzara, quería tener ya una bonita marca entre su cuello y hombro, quería que su bebé naciera y viese todas las personas que ya lo amaban...

❤️


Un Omega en Cinta... ¿¡SIN ALFA!? | YOONMIN |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora