Capítulo 12

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Adopto una pose fría no dejando que el miedo me gane.

- ¿Cuándo dices que falta el postre, a que exactamente te refieres?

- Sabes, perfectamente a qué me refiero – sonríe maliciosamente aun agarrándome el brazo con fuerza – te quiero a ti, desnuda, en mi cama – trato de zafarme de su agarre y suelta una risa de esas tenebrosas que hacen que se te erice todo el vello del cuerpo.

- Brayden no podemos tener sexo – intento que mi voz suene calmada.

- ¿Por qué no habría de tener sexo con mi novia? – por fin suelta mi brazo y veo como una marca roja comienza a formarse.

- Porque tengo mi período – espero que esa simple explicación baste.

- ¿Y cuánto dura tu período?

- Siete días, ese es el tiempo que tienes que esperar –digo distraída acariciando la zona donde me tuvo agarrada.

- ¿Cuántos días llevas? – madre mía con Brayden y sus malditas preguntas.

- Solamente llevo dos. ¿Puedo irme ya a mi habitación?, hoy ha sido un día un poco cansado y apreciaría mucho que me dejases dormir un rato.

- Claro que puedes retirarte. Oh, y Norah, que sepas que estaré contando los días, no puedo esperar para tenerte – me lanza un beso y vuelve a lo que estaba haciendo.

Subo las escaleras intentando calmarme.

Tengo que hablar con Dysnei lo más rápido posible, tenemos que buscar la forma de sacarme de aquí, todo tiene que ser antes de que se acaben estos cinco días.

Subo el último escalón y me tropiezo con la señora Petróva.

- Anya deberías tener más cuidado – susurra para que Brayden no nos oiga.

- No tiene que susurrar, está abajo, no nos puede escuchar.

- Te sorprenderías del buen oído que tiene.

- Da igual, necesito contactar con Dysnei, ¿podrías ayudarme? – suspira cansada y asiente.

- Esta noche después de que él se vaya a la cama, venga a mi habitación, la primera puerta en el pasillo junto a la cocina, desde ahí haremos la llamada – habla rápido y pasa por mi lado para continuar limpiando.

- Anya – me llama antes de que siquiera de un paso – ten cuidado con él, es muy peligroso.

- ¿Qué quieres decir con peligroso?

- Oculta algo, y tiene que ser muy malo para que ande a la defensiva todo el tiempo – su rostro muestra preocupación – encuentra la agenda – es lo último que dice y se va.

Espera un minuto, ¿qué agenda?

Hasta dónde yo sé, solo hay una y es la de N.C.L, ¿será a esa a la que se refiere?

Me dirijo a mi cuarto dispuesta a tomar una siesta, hoy he tenido una mañana movidita.

. . .

- Anya Connor, acepta usted a Thomas Jones para cuidarlo y respetarlo, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza hasta que la muerte los separe – sonrío ampliamente.

Este es el día más feliz de mi vida, si hace unos años me hubiesen dicho que me estaría casando con Thomas me reiría en su cara, después de todo por lo que he pasado al fin la vida decide sonreírme.

- Acepto – digo y el sacerdote procede a decir las mismas palabras, pero esta vez con Thomas.

- Por el poder que se me ha concedido, yo los declaro marido y mujer, puede besar a la novia – Thomas me toma la cara entre sus manos y me besa.

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