Capítulo 20

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No planeaba venir al sótano, así que tengo que forzar la cerradura para poder entrar.

Le doy al interruptor encendiendo la luz en el acto y me toma unos minutos adaptarme al cambio. Busco entre las cajas la agenda verde y la encuentro exitosamente, la abro, me siento en el sofá viejo y comienzo a leer.

Si sigues leyendo esto es porque probablemente mi querido Cage ya haya presentado todos los síntomas de ser violento.

No recordaba a Cage, puede que fuese su novio antes de Brayden.

No te culpes, eso hice yo por años pensando todos los días en que había hecho mal para que me tratase de la manera en que lo hacía, es propio en él. Puede que estés diciendo, << pues entonces déjalo, no tienes que estar ahí si no quieres >>, pero no es tan sencillo, porque me he hecho dependiente de él, estoy sumergida en una relación tan tóxica de la cual no puedo o no quiero salir.

Pero contigo puede que sea distinto, puede que hayas leído este diario a tiempo y puedas escapar, porque, que yo no haya podido no quiere decir que tu no puedas.

Es simple huir de ahí, solo tienes que ser rápida y valiente, pero ten cuidado con lo que haces y a quién se lo dices, yo cometí el error de confiar en Aisha, me traicionó. Ella ha estado enamorada de él por años y solo por conseguir un poco de su atención traicionaría hasta a su propia madre.

Aisha, ese nombre de nuevo, ella es la del mensaje del teléfono de Brayden, ¿pero si yo no la conozco cómo nos pudo haber traicionado? Aunque ella no tiene nada que ver con mi vida, ella está o estaba enamorada de Cage, no de Brayden, son situaciones totalmente distintas.

Se supone venía aquí para aclararme las ideas, no a crear más preguntas, por mucho que no trate de darle vueltas al nombre de Aisha y su papel en todo esto, no puedo, creo que algo se me escapa, pero ¿qué?

¿Qué tiene que ver Aisha Con Brayden y con Cage?, ¿quién es ella?

Continúo leyendo esperando que Norah aclare quién es esta chica.

Ella es de la peor calaña, por su culpa es que estoy en estos momentos a un paso de las puertas de la muerte. Cage me agarró en el momento en el que pensaba huir, no pueden culparme, intentaba hacer lo mejor por mi bebé, pero fallé.

Nos fallé, a él y a mí.

Puede que no hubiese sido una buena madre, pero es que nunca me dieron el privilegio de saberlo, de probarme a mí misma. En todo este tiempo que he estado encerrada me han golpeado, me han maltratado psicológicamente, me han minimizado como persona. No sé cómo todavía tengo fuerzas para continuar escribiendo, solo quiero que llegue el día de mi esperada muerte, ya no quiero seguir en este mundo, mucho menos con un monstro como él.

Lisa no me ha querido ayudar, no lo quiere encerrar.

¿Lisa?, ¿no puede ser la misma Lisa?, ¿o sí?
Este diario solo ha conseguido confundirme más, lo cierro frustrada y me voy del sótano, paso por la cocina donde están todas las llaves de la casa colgadas en la pared y tomo las de mi habitación, no hay del sótano esas están conmigo.

Subo las escaleras tratando de hacer el menor ruido posible, llego hasta mi habitación y rebusco entre los cajones de las bragas para encontrar la llave y las fotos que había guardado de Dysnei y de Drew, las acaricio con el dedo y mis ojos se cristalizan, los extraño mucho. Dejo las fotos en su lugar y agarro las llaves para bajar y cerrar la puerta, todo esto lo hago con el corazón palpitándome aceleradamente, tengo miedo de que Brayden se despierte y me vea fuera de la habitación, solo Dios sabe de lo que sería capaz de hacer si me viera.

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