Sombras De Verdad [Editando][✔️]

Capítulo 14

Después de aquel desastroso día Brayden no me ha vuelto a hablar, no hemos cruzado palabra alguna, cada vez que me ve evita mi mirada, anda cabizbajo.

Sé que lo recuerda, sé que recuerda que me empujó contra la pared, lo veo en sus ojos las pocas veces que nuestras miradas se han cruzado, siento pena por él, se siente culpable y yo también porque si no lo hubiese provocado nada de esto estaría pasando.

Cada vez que recuerdo sus palabras en aquel diario se me rompe el alma, porque no le gusta hacer daño a aquellos que quiere y yo lo incité a hacerlo, soy tan mala como la voz que le susurra. El cuadro que cubría la caja fuerte ha sido remplazado, Petróva se ha encargado de ello, no queríamos que Brayden se sintiese más culpable de lo que ya estaba.

No sé cómo arreglar las cosas entre nosotros, sé que no le debo nada, pero el sentimiento de culpa me carcome por dentro constantemente.

Tampoco he tenido noticias de Dysnei y eso también me tiene preocupada.

Siento pasos detrás de mí y luego un peso que cae a mi lado en el sofá.

- No podemos seguir ignorándonos – escucho su voz por primera vez en dos días.

- No te he estado ignorando, solo te daba espacio, esperaba que fueses tú el que diese el primer paso – todavía no me ha mirado, tiene los ojos fijos en un punto indefinido.

- Lo siento, no suelo ponerme así, no sé qué me pasó por la cabeza cuando te empujé, te juro que no era yo – gira la cabeza hacia mí y su mirada es de arrepentimiento.

- No tienes que disculparte, no fue. . . – me interrumpe.

- Si me tengo que disculpar, no puedo ni mirarte a la cara solamente de pensar en lo que te hice. Entiéndeme Norah, eres todo para mí, significas mucho en mi vida y no te imaginas el daño que me hace ver cómo te hiero – sus ojos se cristalizan, pero retiene las lágrimas.

- Brayden – hago una pausa para que su mirada vuelva a conectar con la mía – tú no tienes la culpa de nada, – acuno mi mano en su cara y él se apoya en ella – entiendo que hallas perdido los estribos, todos tenemos un mal día y se nos cruzan los cables, es parte de la vida, además ni siquiera me duele, tengo la cabeza de acero – suelto una pequeña risa para quitarle hierro al asunto, parece funcionar.

Él sonríe y besa mi mano.

- No sé qué haría sin ti – retiro mi mano de su cara, pero él la toca y la mantiene ahí.

Miro mi mano debajo de la suya y después lo miro a él, algo pasa por su mirada, adoración, cariño, amor, no sé exactamente que es, pero me deja atrapada en ella.

Siento como una energía nos envuelve, esto no puede estar pasando, no sé por qué de pronto me siento tan atraída hacia Brayden.

Quizás y es solo porque siento lástima por todo lo que tuvo que pasar de niño, quizás y es porque me siento identificada con su niñez, o puede que en verdad esté desarrollando algún sentimiento por él.

No lo sé, me siento confundida y no puedo apartar mi mirada de la suya. Esta vez soy yo la que da el primer paso, lo beso, no lo pude resistir.

Necesito saber que siento.

Al principio se queda estático por la sorpresa, después me agarra por la nuca y me tira hacia él para besarme profundamente. Pasa su lengua por mi labio inferior alentándome a entreabrirlos para él, nuestras lenguas se entrelazan entre sí llevando el beso a un nivel para nada tierno, sino feroz y apasionado. Me siento a horcajadas y siento la dureza en sus vaqueros, él agarra mi cintura y me acomoda para que los dos encajemos como si fuésemos uno.