Capítulo 26

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La habitación está en tensión extrema, nadie habla, todos se quedan en silencio esperando a que la mamá de Brayden responda.

- Madre responda la pregunta, ¿qué hace ella aquí? - ninguno ha reparado en mi presencia.

- Ella es tu hermana Brayden y tiene tanto derecho como tú a estar en esta casa - responde en todo calmado.

- Perdió el derecho a entrar en esta casa cuando intento llevarse a mi novia - Dysnei explota.

- Ella no es tu novia, es la mía y me importa un bledo que esta sea tu casa, voy a venir cada vez que se me pegue la gana - el puño de Brayden se cierra con fuerza, está a punto de explotar también, pero se contiene.

- Estás loca, no sé por qué te has metido en la cabeza de que Norah es tu novia - Dysnei resopla.

- El único loco en esta habitación eres tú - finalmente la madre de Brayden interviene.

- Bueno basta ya - los dos dejan de discutir - ¿creen que está bien pelearse por la misma mujer?, eso no es lo que les inculqué, Dysnei tu novia está desaparecida y en verdad lo siento y Norah está desaparecida hace tres años Brayden, ya hemos hablado de esto, si traje a tu hermana fue para que hiciesen las pases, no para que terminen peleando.

- Mamá, mi novia no está desaparecida, ella está aquí, justo en frente de nosotros - me quedo estática en mi lugar cuando todos me miran. La madre de Brayden me mira fijamente, y yo me remuevo en mi lugar incómoda, veo el parecido que tienen los dos con su madre, el mismo cabello negro y sedoso, las mismas facciones, lo único diferente son los ojos, ella los tiene igual de oscuros que Brayden, mientras que Dysnei los tiene azules.

- Norah ven aquí - dice Brayden.

- No es Norah, es Anya - le lanzo una mirada a Dysnei para que deje de discutir, pero no me ve.

- A ver querida, acláranos algo - intento descifrar la expresión que tiene en el rostro esta señora, pero es imposible, tiene cara neutra, cual jugador de póker profesional - ¿eres Norah o Anya? - su mirada es dura, me recuerda mucho a Brayden cuando se enoja, esta mujer me da miedo.

- Norah - murmuro y siento como Dysnei suelta un suspiro indignada.

- Está claro que está mintiendo - vuelvo a mirarla para que deje de hablar, pero me sigue ignorando.

- Dysnei por favor, deja ya de comportarte como una niña pequeña y deja a tu hermano en paz - finalmente Dysnei decide mirarme y se me rompe el alma al ver la mirada de tristeza que me da.

- Bueno ahora que el problema está resuelto, supongo que no te acuerdas de mí Norah - niego con la cabeza, esta mujer me intimida más que Brayden - Brayden me ha dicho que has perdido la memoria, ¿es eso cierto? - asiento sin mirarla - bueno pues soy Amelia, la madre de Dysnei y Brayden - me jala para un abrazo fuerte y me susurra al oído para que nadie más pueda oírla - hiciste una buena elección, espero no te arrepientas porque habrá consecuencias - se separa de mí y me da una sonrisa falsa - es un gusto tenerte en la familia de nuevo - me alejo de ella y camino hasta el lado de Brayden. Dysnei no habla, sigue mirando hacia el suelo.

- Bueno y ¿qué estamos celebrando hoy para que me hicieras venir hasta aquí?

- Es el cumpleaños de Norah.

- ¡Felicidades querida!

- Gracias - respondo tímidamente.

- Dysnei ¿no vas a felicitar a tu cuñada? - finalmente me mira, se acerca a mí y me da un abrazo.

- Lo siento - susurro y ella se separa de mí.

- Felicidades Norah - su tono es amargo, desearía poder explicarle.

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