Capítulo 22

265 21 2
                                    

Las pesadillas sobre lo ocurrido con Brayden me siguen atormentando, esta mañana me he levantado sudando frío y llorando, he intentado no dormirme, pero al final el cansancio me venció. Después de hacer mi estúpida pintura no me molestó más, me volvió a encerrar en la habitación y por suerte no he tenido que volver a verlo. 

Dysnei viene hoy, estoy entre feliz y asustada, no quiero que descubra lo que sucedió aquí.

Retuerzo mis dedos y muevo los pies en el asiento con movimientos rápidos y constantes, me encuentro nerviosa, ¿cómo reaccionará a mi nuevo color de pelo?, cuando comience a hacer preguntas ¿cómo le contaré la verdad?, ¿cómo le digo que casi tuve sexo con su hermano y después él me forzó a tenerlo con él?, alguien me puede explicar ¿cómo le digo todo esto? No quiero tener secretos con Dysnei, pero creo que esto sería mucho para ella.

La puerta se abre y miro desesperada atrás de mí, es ella. Sonrío y me levanto lo más rápido posible del asiento para abrazarla. Ella me recibe con los brazos abiertos y yo la aprieto contra mí, entierro mi cara en su cuello e inhalo su aroma a coco y vainilla, no quiero soltarla y ella me deja apretarla todo lo que necesito, lágrimas ruedan por mis ojos, la he extrañado mucho.

- Anya me estás ahogando – río y la suelto, tomo su cara entre mis manos y la beso. Entrañaba sus labios, la suavidad de ellos al rozarse con los míos, el sabor a menta en su boca, como nuestras lenguas se complementan y se entrelazan entre sí, como nuestros cuerpos encajan a la perfección a pesar de nuestra diferencia de altura. Nos separamos por la falta de oxígeno y nos miramos por un largo rato, ella acaricia mi cara dulcemente y yo me pierdo en su tacto.

- ¿Anya que le ha pasado a tu pelo? – el momento mágico se rompe y me devuelve a la realidad en donde le debo un montón de explicaciones a Dysnei.

- Será mejor que te sientes, tengo mucho que contarte – ella se dirige hacia la cama para tomar asiento y yo la detengo por el brazo – ahí no por favor – me mira extrañada – siéntate en el alféizar - Hace lo que le pido, la sonrisa con la que había llegado se ha ido de su cara.

- ¿Qué le ha pasado a tu pelo? – repite la pregunta.

- Tu hermano le ha dicho a Greta que me lo tiñese – sus ojos se abren asombrados.

- ¿Por qué? – esta es la parte difícil.

- Quiere que me parezca a Norah – espero por su reacción, pero su cara sigue en estado de shock.

- ¿Por qué? – esta vez tengo que ser más sutil para lo que le voy a decir.

- Dysnei, tu hermano no está bien.

- ¿Cómo que no está bien?, sé que se le ha ido un poco la pinza últimamente, pero él está bien, ¿verdad? – me aflige verla así.

- Tiene esquizofrenia, tendría que estar internado, pero su psiquiatra está enamorada de él y por eso no lo ha mandado al manicomio.

- Eso no puede ser verdad.

- ¿Por qué todos me dicen la misma frase como si yo fuese la loca? – replico consternada.

- No es que yo crea que estás loca, pero piénsalo, has estado mucho tiempo encerrada aquí, eres escritora y desde que te conozco siempre has tenido la habilidad de montarte películas en tu cabeza para poder crear tus libros – entiendo que esté anonadada, pero yo en esta historia no soy la loca, es él.

- Dame un momento – me levanto y salgo de la habitación para ir a la de Brayden, busco entre los cajones y cuando encuentro el papel salgo de su habitación para dirigirme a la mía. Ella continúa sentada justo donde la dejé y le enseño el papel.

Sombras De Verdad [Editando][✔️] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora