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Las manos le temblaban leyendo aquella carta, quería gritar, correr y decirle alguien que le ayudara, que la salvará de aquella pesadilla en la que estaba metida; miro en todas las direcciones buscando al posible culpable de sus miedos, pero simplemente no conseguía nada, todos a su alrededor parecían tan normales, tan comunes; prácticamente ninguno encajaba con el perfil de un desequilibrado mental.

—Oye (T/N) —Dio un respingón asustada mirando a su novio— ¿Estas bien? Pareces preocupada.

—Si, si, solo estoy algo cansada por eso me veo así —mintió temerosa.

—Oh... Esta bien, ¿Te acompaño a casa?

—Si vamos.

Entrelazo sus dedos con los de él y se fueron juntos caminado, lastima que aquella sería la última vez que ambos se tomarán de las manos, que recorrerían aquella vereda llena de árboles y hojas secas por la llegada del otoño. Una sensación de opresión y dolor comenzaba adueñarse de su pecho, sabía lo que eso significaba, estaba segura de que esa no era una simple advertencia, la persona que amaba iba a morir por su culpa y lo peor es que no iba a poder hacer nada para evitarlo, ni si quiera pudo cuidarse de un tierno admirador que se convirtió con un loco asesino, fue un grave error aceptar ese regalo en primer lugar. Pero... Eran muy tarde para arrepentirse.

[...]

Cuando pasaban por el parque, el cual se encontraba extrañamente desolado, el corazón de la joven comenzó a latir con fuerza, la adrenalina estaba esparciéndose por sus venas sin saber muy bien porque; miro a los lados disimuladamente, tratando de convencerse que todo estaba bien y que todo estaría bien. Estaban por salir del parque, pero escucho pisadas aproximándose a ellos, por instinto apretó la mano de su novio con nerviosismo.

—¿Que pasa...?

No pudo terminar de hablar, un bate de metal había sido impactado con fuerza contra su cráneo; la muchacha no pudo gritar de la impresión, la sangre de su novio había salpicado esporádicamente su rostro, traigo saliva con fuerza y mucho miedo. No se atrevía a levantar la mirada para hacerle frente a ese bastardo, mantuvo sus ojos lagrimosos sobre el cuerpo ahora inerte de su paraje.

—Adoro hacer esto —Su piel se encrespó, su voz ronca y áspera hizo un clic en su cerebro.

—¿Eras tú?... —Susurro temblorosa, levantando su mirada con miedo.

—¡Sorpresa! —Chilló como un niño en una fiesta infantil, posando el bate de metal sobre su hombro con una sonrisa divertida.

—Todo este tiempo... —Comenzó hacer cuentas— Las cartas, Los regalos, el saber todas esas cosas de mi, ¡Todo este tiempo fuiste tú... !

Y antes de que ella pudiera gritar su nombre, la golpeó de lleno con su puño cerrado en su cara, haciéndola perder el equilibrio, cayendo al suelo; soltó una risa jocosa mirándola tirada en el piso, mientras un pequeño hilo de sangre salía de su nariz. Se acerco a ella feliz, cargándola en su hombro como un saco de papás.

—Ahora eres toda mía... él tan bien debemos llevarlo —Dijo mirando a sus otros acompañantes, ellos asintieron— Tú y yo nos divertiremos mucho, aquí se acaba el juego.

Canturreo feliz caminado a un auto que estaba a tan solo unos metros de ellos.

—Game Over...

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¡FIN!



































































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Ay no se crean, esto aún no termina, se viene una segunda temporada en este mismo libro cargada de emociones fuertes y revelaciones impactantes, además...

¿Creyeron que les iba a dejar con la intriga de que país/organización/agencia era? Pues no, esto aun no ha termino.

¡Espero hayan disfrutado de esta fantástica primera temporada!

¡Muy pronto subiré el apartado de segunda temporada dando inicio a la revelación de la verdad!

¡Se les quiere y aprecia mucho!

Bey. ❤️

Notas de un acosador ( CountryHumans X Lectora) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora