—Cariño por favor dame la ropa voy a ir a lavarla —Le pidió tocando la puerta, mientras llevaba la cesta de ropa en un brazo.
Pero al no recibir una respuesta de afirmación o negación, se tomó el atrevimiento de entrar para sacar lo que estaba sucio, rebuscando en sus uniformes para estar segura que no fuera a destruir nada, encontró una de esa notas y se sintió un poco perturbada.
—"Posdata me gusta como luce tu cabello mojado....” —leyó en voz alta, frunciendo su ceño, eso no parecía ser algo que escribiera un chico en todos sus cabales.
Iba a hablar luego con su hija respecto a esas notas y pedirle que le diera un parado para evitar cualquier incidencia extrañada, mordió su labio inferior ansiosa admirando la letra, se le hacía vagamente familiar pero no recordaba dónde.
Luego de terminar con sus labores se encerró en su oficina, moviendo la tabla suelta del suelo y sacar su laptop, la tenía allí por seguridad y un poco de paranoia colectiva con que el gobierno la vigilaba desde los intentos fallidos por obtener ciertos documentos ilegales en el Congo.
—¿Dónde ví yo está letra?.... —Se preguntó chasqueando su lengua, estaba segura que tenía similitudes con algo que había visto en el pasado en alguien.
[...]
Se sentó a llorar en medio de las escaleras sofocada, estaba asustada, no podía respirar y cuando intentaba hablar, un sollozo se le escapaba.
Sostenía en su mano una de las notas que había recibido su hija, ya había descubierto a quien le pertenecía aquella letra y no podía asimilarlo; las voces que había oído por semanas, los roces en su cuerpo, el extraño encuentro con ese joven el supermercado, ahora todo tenía sentido.
Los murmuros en su cuello cuando estaba sola, los moretones que le salían de la nada, ahora todo estaba retomando su curso original, las palabras que había dicho ese bastardo cuando la ahorcó por primera vez, sus siseo de cinismo.
—Te dije que no podrías salvarlas a todas —Su corazón se detuvo y gimió con miedo, tapando su boca al sentirlo cerca de ella— Oh, no, no tú querías investigar querías ser alguien especial en este mundo y podré demostrar que nosotros éramos reales ¿Con que fin Collet? —Le preguntó, bajando por las escaleras lentamente, acariciando la barandilla gentilmente.
—Devuelvemela —Pidió llorando, levantándose torpemente; pero él la empujó dejando caer hasta el descansillo.
—¿A cual de todas? —Se burló riendo satisfecho de sus actos, al estar finalmente enfrente de ella, le miró con superioridad— La pequeña niña de este mundo ya fue encontrada por la policía, estan ahora mismo revisando su cuerpo en el almacén, era resistente pero mi hermano es más brusco que cualquier otro y terminó por asesinarla, lo divertido es que suplicó Collet —Se inclinó un poco, tomando su cabello y tirando con fuerza de el.
—Por favor, por favor no les hagas daño ellas no merecen pagar por mi error, por favor —Suplicó entre lágrimas, mientras se arrodillaba contra su voluntad— Ya publique el libro, ya les di a conocer, ya los cree por favor no las toquen, lo prometiste...
—Sabes que no me gustan las promesas porque se rompen —Hizo un gentil puchero, antes de golpear violentamente su cabeza contra la pared, haciendo que gritara de manera gultural, haciendo suspirar excitado al más alto— Siempre ame tus gritos Collet, que lastima que no aceptaste la propuesta.
—No es justo... No es justo yo ya les dejé pasar a esos mundos gracias al libro con las notas que hicieron, ya no puedes pedirme más ellas son solo niñas —Su voz salía rota y un fino hilo de sangre se deslizaba por su nariz. Perdiendo de a poco el conocimiento.
—Tu error fue confiar en nosotros, me alaga mucho que bajo a amenazas y muchos sueños húmedos —Mordió su labio inferior, antes de lamer el labio de la pelinegra saboreando su sangre con gusto— Hicieras que viéramos la luz y tuviéramos un gran grupo de seguidores, que crece día con día, cuando sean suficientes para traspasar la cuarta pared, nos revelaremos ante el mundo antes de lo que crees.
—Eres despreciable... ONU —Murmuró tosiendo un poco, manchando la cara del más alto con sangre.
—Si, lo soy y gracias a la organización en la cuarta pared que está cada día más corrupta, disfruto de los placeres más sanguinarios que existen como asesinar —Confesó volviendo a azotar su cabeza contra la pared repetidas veces— Se acabó el juego Collet, gracias por hacernos conocidos y que tú estúpida hija fuera el blanco de USA nos ayudó mucho más... Aquí se acaba tu vida.
Tras decir aquello, golpeó fuertemente su cabeza hasta destrozarla contra el muro, dejando que su cuerpo inerte cayera al suelo sin mucha importancia.
Caminó hasta la oficina de la pelinegra, tomo cada una de sus cosas, las cuales pudieran servirle para continuar con sus libros, con sus notas y hacerse más conocidos. Sonrió de manera retorcida al notar que quedaba solo un capitulo para el número 10, así que decidió escribirlo él y publicarlo. Dando inicio a un reinado de terror.
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Notas de un acosador ( CountryHumans X Lectora)
Historia CortaSon pequeñas notas que comienzan siendo inofensivas por parte de un chico,mejor conocido en las notas como "Tú admirador secreto", pero día tras días está se vuelven más tétricas.