Sip... Oficialmente me he obsecionado con los Months, pero no me arrepiento de NADAAAAA
__________________________________________________
💜Esta historia es chico×chico, así que si no te gusta este tipo de contenido, eres libre de abandonar esta hi...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¿Ya preparaste los emparedados Rubén?— pregunto el Omega mientras bajaba las escaleras de forma lenta.
El castaño casi escupe el agua al escuchar aquello, se le habían olvidado y si su esposo lo sabía...
—Papá no ha hecho nada, mami— hablo la pequeña alfa bajando las escaleras atrás de su progenitor.
El más alto de la casa suspiro resignado y miro mal a su cachorra, la cual solo soltó una risita caminando hacia su madre.
—Rubén, más te vale que estén hechos en menos de una hora— prácticamente amenazó mientras tomaba la mano de su hija para seguir su camino hacia la sala.
—Si Samu— dijo prácticamente en una queja y se levantó del sofá para ir a la cocina dando pequeños refunfuños.
Tanto el Omega como la alfita rieron por la actitud del alfa mayor, pero el tenía la culpa, bueno a medias ¿Por qué era tan olvidado?
Los toques en la puerta los sacaron de sus cuestiones mentales, Sam ya se iba a levantar pero Vio se le adelantó.
—Yo voy mami, tu no te levantes— la pequeña se levantó con una sonrisa y dejo un besito en la mejilla de su progenitor y en su barriguita —No tienes que hacer muchos esfuerzos por mi hermanito— dijo feliz para después ir hacia la puerta dando pequeños saltitos alegres.
Con esas pequeñas acciones, Sam sabía que él y Rub había hecho bien al criar a su cachorra, sería una buena alfa.
—¡Tito Alex!— su grito sonó hasta la cocina, haciendo que el alfa que se encontraba haya riera con cariño y dejara lo que hacía para resibir a sus amigos.
—¡Violeta! Ven aquí pequeña— dijo el pequeño alfa agachandose a la altura de la nena, está lo abrazo con euforia y felicidad.
—¿Y yo que? ¿Para mí no hay abrazo?— ese era Fargan, otro alfa y pareja de Alex.
La pequeña sonrió aún más y se separó del más bajo para ir con el castaño abrazando sus piernas, hace rato no los veía por eso le pidió a sus padres invitarlos esa tarde de juegos con ellos.
—... Ya me di cuenta de quién es el favorito— dijo un dolido Alejandro regresando su mirada hacia dentro notando al alfa de la casa —Hombre, Rubén— el mencionado tuvo que inclinarse un poco para corresponder al abrazo que le ofrecía, pero para el no era problema —¿Y Vegetta?— pregunto una vez se separaron.
—Esta dentro, iba a abrir pero Violeta se ofreció— informo despeinado el cabello de su hija con cariño, está rio gustosa —Y lo más probable es que me regañe por no dejarles pasar— rio y tomo a la pequeña de hombros para entrar y darles espacio a los otros dos alfas.
