Sip... Oficialmente me he obsecionado con los Months, pero no me arrepiento de NADAAAAA
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Ya era el día siguiente y ya habían dado de alta al Omega y al nene, estos iban ya en el auto y estaban impacientes por llegar a casa y ver a su otra cachorra.
Estaba lloviendo y eso en un principio les preocupo pues no querían que Hugo estando aún muy pequeño enfermara, pero las enfermeras les dijeron que no pasaría nada, que estaría bien.
Ni bien habían dejado el auto en el garaje cuando Violeta ya les estaba gritando desde la puerta de este, no corría hacia ellos por qué sus tíos la detenían aunque la niña para tener seis años era bastante fuerte.
La pareja bajo del auto y el alfa fue directamente a su hija para cargarla dejando pequeños besitos en su carita, el Omega iba un poco más lento puesto que aún estaba un poco débil además de que traía a su cachorro encima.
—Mami ¿Y tú pancita?— la voz de Violeta se escuchó en un susurro preocupado mirando al mencionado con una mueca pero a la vez curiosidad por el montoncito de sábanas que traía en brazos.
Los adultos solo rieron, pero en voz baja, no querían que la niña sintiera que se burlaban de ella.
—Pues... Aquí está— el castaño oscuro se acercó a su alfa y movió un poco las sábanas dejando ver al pequeño Hugo durmiendo, los ojitos de la alfita brillaron.
—¿¡Ese es mi hermanito!?— susurro dando saltitos en los brazos de su padre, el Omega asintio contento —Es tan... Chiquito— estiro su mano hacia el bebé y acarició su mejilla con el pulgar, el nene aún dormido lo sujeto y se lo llevó a la boca para chuparlo, la niña se dejó ya que estaba simplemente encantada con el pequeño Omega.
Los demás presentes solo miraban la escena bastantes enternecidos, sobre todo los alfas que no se relacionaban a la pequeña familia, pero el más bajo de ellos tenía una pequeña idea rondando en su cabeza desde hace días, o meses más bien.
—... Quiero un cachorro— susurro pero en realidad todos habían escuchado haciendo que lo mirarán con los ojos bastante abiertos, sobre todo su pareja.
Bueno, al parecer ambos alfas les esperaba una buena charla al llegar a su hogar.
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