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Los días pasaron, kakarotto había decidido no salir por un tiempo de su hogar. En los últimos meses había recogido una muy alta suma de dinero, sin dudas el trabajo de mercenario dejaba buena paga.

El saiyajin se encontraba almorzando luego de un largo entrenamiento, con sus discípulos, pero algo lo inquietó.

—¿Quién eres? - Kakarotto habló a la puerta sin ningún motivo, o al menos eso parecía. - Se que estas ahí, ¿Que quieres? - Volvió a decir y la puerta se abrió.

Grande fue su sorpresa al ver el traje de saiyajin que traía el tipo, y más todavía al ver la cola que rodeaba su cintura.

—Mi nombre es Nappa, el Rey vegeta me ha enviado en su búsqueda, a decir verdad no fue nada fácil encontrarlo. - El tipo se adentro en la casa sin pedir permiso y se puso frente a la mesa, mirando fijo a kakarotto. - Seguro sabrás que estamos en guerra, por los 3 asesinatos que cometiste.

—Lo se, ¿pero eso que tiene que ver conmigo? - Kakarotto se levantó de la mesa y fue a lavarse las manos.

—El Rey quiere de su ayuda en esta guerra.

Kakarotto sin dudas quería negarse completamente a la idea de volver a ese planeta, como vería a su madre, por culpa de él su padre estaba muerto. Pero por otro lado, sabía que no había nadie más ademas de él que pudiese potreger a su madre.

—Supongo que tengo que ir. - Dijo en un suspiro de cansancio. - Niños, empaquen todo, nos vamos. - Sin decir nada todos acataron la indicación.

...

Ubicación, Planeta Vegeta. Salas de entrenamiento.

El rey vegeta miraba complacido la pelea del Príncipe Vegeta y la princesa Sharotto, incluso el siendo el rey sentía total asombro ante el poder que desprendían sus hijos.

—Y bien, ¿como van las cosas con ellos? - Preguntó a uno de los saiyajins presentes.

—Es increíble señor, el poder de Sharotto está por llegar a las 500 000 unidades y el del príncipe es de 545 000 unidades, hasta el momento no hemos podido medir el poder de ambos transformados. - Sin duda el Rey estaba más que feliz. - Tal vez no será necesario Kakarotto después de todo... El super saiyajin es el guerrero legendario, en este caso, mi hijo el príncipe y mi hija.

—Tiene toda la razón Rey vegeta, con ellos dos es imposible perder esta guerra.

—Mantenme al tanto de los dos, iré a atender unos asuntos. - El rey se marchó de la sala de entrenamiento y camino hacia su alcoba.

—Rey vegeta, ¿me había llamado?.

—Así es, quiero que envíes algunos saiyajins en busca de planetas.

—Pero señor estamos en guerra. - El subordinado no entendía la razón de pedir tal cosa, en plena guerra tenían otras prioridades, y conquistar planetas no era una de ellas.

—Al parecer no lo entiendes, nos tienen confinados en este planeta, se busca a cada saiyajin en el universo. Nadie es tan tonto como para ponerse en contra de los demonios del frío. - Dijo el Rey queriendo que su subordinado viera la realidad de la situación. - Ya no trabajamos para freezer y ningún planeta comercializara con nosotros. Solo nos queda seguir haciendo lo que sabemos para vivír. Envía a los saiyajins

—Como ordene, Rey Vegeta.

—Rey Vegeta. - Otro saiyajin entró al lugar camino hacia el Rey y se puso de rodillas. - Nappa volvio con el saiyajin, señor. - Esta noticia sorprendió al Rey, más no demasiado, tenía la fe de que vendría.

—Traelo ante mí, de inmediato.

—No es necesario - la gran puerta se abrió y por esta ingreso kakarotto para sorpresa del Rey. - ¿Por qué tan sorprendido? Acaso no fuiste tú quien me llamó.

Kakarott Donde viven las historias. Descúbrelo ahora