•~>Destinados a encontrarnos<~•

2.6K 366 288
                                    

Los primeros rayos del alba de filtraban por las persianas blancas de la habitación. Un hombre en la cama, desnudo, despertó y tardó en enfocar la vista. Al hacerlo, encontró una nota sobre la almohada.

«Suerte para la próxima» —decía.

El tío en la habitación miró a su alrededor. No había rastro del hombre con el que se había enrollado la noche anterior, sólo sus pertenencias. No era como esos que se dejaban la identificación o alguna tarjeta de presentación. Inclusive, fue cuidadoso con no dejar cabellos sobre las sábanas y el preservativo había desaparecido.

Así de cuidadoso era Xiao Zhan.

Había sido una semana agobiante; trabajo en la librería, facturas, impuestos y su odioso hermano menor con barriga de casi nueve meses que no hacía otra cosa más que sentarse a ver el televisor y pelear con el padre de su hijo por móvil.

Ah, también estaba él. Wang Yibo se había acostumbrado a pedirle favores a Xiao Zhan casi del diario; Que si podía ver a Xiao Wen, que si le prestaba dinero, que si esto, que si aquello... Que si todo.

El castaño tenía por empleo la gerencia en una tienda de telefonía. Aunque la paga era poca, era el único sitio donde hasta entonces le permitían tener trabajo "formal" con un certificado escolar tan bajo.

Como cada sábado por la mañana, Xiao Zhan llegó a su casa. No sé sorprendió ni tantito ver la motocicleta estacionada ahí. También estaba el auto de sus padres. Puso los ojos en blanco al imaginarse la escena que había; los cuatro hombres en la sala, mirando emocionados algo que Wang Yibo había comprado para el bebé y diciéndole a éste que será el mejor padre, que sólo tiene que echarle ganas.

—Qué ridiculez —se dijo a sí mismo, pensando que muy pronto iba a poder independizarse y no tendría que volver a presenciar aquellas empalagosas escenas.

Lo extraño de todo eso, es que a él también le emocionaba la llegada del bebé. Hacia varios meses se habían enterado que sería niño.

Xiao Zhan de cuando en vez también le compra cosas al bebé y se las entrega a su hermano de forma casual. Y en su habitación tenía un montón de juguetes que el bebé no podrá usar hasta después del primer año.

—Hola, llegué —anunció Xiao Zhan. Nadie respondió.

La escena que frente a sus ojos es muy distinta a la que había imaginado. Xiao Wen estaba llorando (como siempre) y se sostenía la mejilla con la mano como si la fuera a perder. Wang Yibo tenía el rostro colorado y quizá un poco hinchado. Mientras que uno de sus padres consolaba la muñeca de su esposo.

—¿Qué pasa?

—Pasa que aquí el joven se le hace todo fácil.

—...Pá, no lo tienes que decir frente a él.

Xiao Zhan dejó su mochila en el piso y caminó más hasta detenerse detrás de Wang Yibo.

—¿Pasó algo?

Nadie respondió.

Como realmente no le interesaba lo que sucedía, Xiao Zhan volvió a coger sus cosas, decidido a marcharse de ahí. Justo cuando iba a dar la media vuelta, la gruesa voz de su cuñado le detuvo.

—¿Podemos hablar?

Dado que no podía decirle que no frente a los demás, Xiao Zhan hizo un ligero movimiento de cabeza para señalar la cocina. El menor lo siguió y se detuvo cuando estuvieron seguros que nadie más los estaba siguiendo.

—¿Y bien? —preguntó Xiao Zhan —¿Ahora qué favor quiere mi cuñadito? —para terminar de burlarse del castaño, Xiao Zhan cogió una manzana del frutero y se la llevó a la boca, sin apartar la mirada del menor. Haciendo eso se miraba provocativo. A Xiao Zhan le gustaba provocar a Wang.

Unidos Por Él | YiZhan [MPreg]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora