Unidos Por Él | YiZhan [MPreg]

•~>Miedos y algunas inseguridades<~•

Al despertar, sintió un peso extraño sobre él, uno que lo tenía sujeto a través de la cintura. Abrió los ojos y se encontró con una melena negra y alborotada.
Reconoció a la persona y sonrió.

—Ey, principito, despierta —murmuró.

Xiao Zhan negó con la cabeza y se aferró más al cuerpo de su amante.

—Si no despiertas, te haré el amor —advirtió esta vez.

Zhan se rio pero se quedó en su lugar, sujeto a él.
Con un movimiento rápido, Yibo logró darle la vuelta en la cama y colocó al pelinegro debajo de él. Estaba tan hermoso.

—Te lo advertí —dijo con una pequeña sonrisa antes de acercar su rostro y besarlo.

Sus pieles estaban calientes, listas para recibirse. Que fortuna que hayan dormido desnudos, a Yibo no le costó trabajo dirigir su pene a esa pequeña cavidad, la cuál, se encontraba ansiosa por sentirlo nuevamente.

La noche anterior habían hecho el amor repetidas veces hasta el cansancio. Se habían anhelado durante tanto tiempo y expresaron todo lo que sentían en la cama.

Fue bueno que Chao Youting y Zongdi durmieran en la habitación del primer piso. Con suerte no escucharon lo ruidosos que habían sido y lo feroces que estaban siendo esa mañana.

Xiao Zhan montó al castaño con fuerza, apretando más sus piernas alrededor de las caderas de Yibo, también, se pellizcaba a sí mismo los pezones para sentir más placer.

Las marcas, sus tatuajes favoritos, quedaron esparcidos por todo el tórax y las piernas. Xiao Zhan era quien más tenía e incluso exclamaba por ellos.

Cuando fue el turno de Wang de darle la vuelta, llevó su lengua hasta aquel rojizo y un poco maltratado agujero. Le encantaba tener una lengua grande, así podía saborear incluso su propio elixir de ahí dentro.

Hicieron de aquel mañanero, el mejor despertador. A Xiao Zhan le temblaron las piernas cuando llegó el momento de caminar a la ducha. Yibo casi lo lleva cargando para evitar que se cayera.

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—¿Y bien? —dijo Chao Youting a la hora del desayuno —¿Qué tal la visita al pueblo anoche? ¿Muy caliente?

Xiao Zhan tosió un poco por culpa del jugo que quedó atorado en su garganta. Wang Yibo se puso rojo hasta las orejas y trató de darle de comer a su hijo, aunque Didi en realidad quería que fuera Zhan la persona que le diera de comer.

—¡Pá! —se quejó Xiao Zhan por el atrevimiento de su padre —sólo hemos ido a leer.

—Y yo sólo he preguntado que qué tal ha ido y si el clima era fresco o caliente. Sabrás tú en qué piensas.

Wang Yibo trató de disimular una risita.

—La plaza de encontraba llena de gente leyendo —continuó Xiao Zhan —por cierto, te he comprado algo.

Le entregó a su padre un libro de aventuras. El hombre mayor lo aceptó y dejó a un lado.

—Es precioso. ¿Y algo más que deba saber?

Xiao Zhan no estaba listo para decir en voz alta sobre su nueva relación con Yibo. O quizá sí, pero no sabía cómo.

Al notar lo tímido que estaba siendo, fue el mismo Yibo quien cogió la mano de Xiao Zhan, la dejó sobre la mesa y dijo:

—Señor Chao, ¿Podrá aceptar que su hijastro, y su ex yerno, estén en una relación? ¿Podrá aceptar que su nieto, tenga un nuevo padre? Y sobre todo, ¿Podrá aceptar que nosotros nos hemos amado desde hace mucho tiempo?