•~>Perderte<~•

2.4K 330 472
                                    

Al día siguiente, Wang Yibo llegó a la librería temprano. Había pasado a comprar un café y un par de churros para su cuñado.

Su triste sorpresa fue que, al llegar ahí, tanto Bou Boo, como Junkai, esperaban fuera de la tienda.

—¿Y Xiao Zhan? —preguntó. El pelinegro nunca llegaba tarde.

Ninguno de los dos respondió. Junkai intentaba comunicarse con su jefe pero hasta ese momento, no había tenido suerte.

—¿Estará enfermo? —preguntó Bou Boo. Ya habían pasado casi diez minutos.

—Es probable —dijo el menor —el día de ayer... Wang Yibo, ayúdame a abrir, tengo que hablar contigo.

Junkai por suerte tenía una copia de la llave. Él abrió la tienda y se adentró con Wang a sus espaldas. Bou Boo se quedó lejos de ellos para no ser entrometido.

—¿Qué sucede? —preguntó Wang.

—Te diré esto porque eres tan responsable como lo es ZhanGe —soltó. Junkai estaba un poco molesto —hay cierta probabilidad de que Xiao Zhan esté embarazado.

La palabra «embarazado» cruzó por los oídos de Wang Yibo en un segundo, más tardó en comprenderlo.

—¿Em-Emba-ba-razado? —tartamudeó —¿D-De mí?

—¿De quién más? —Junkai tenía ganas de golpear a Wang, tanto, como tenía de golpear a Xiao Zhan —ahora mismo está en su casa. Te lo estoy diciendo porque es un asunto que ambos deben resolver.

Wang Yibo seguía congelado, incapaz de responder. Junkai le dejó a solas, pensando en lo que debía hacer a continuación.

Dio media vuelta y regresó al mismo lugar donde había dejado su moto parada, la cogió y en menos de un cuarto de hora llegó al apartamento del pelinegro. Tocó desesperadamente la puerta hasta que Xiao Zhan le abrió.

—¿Qué te pasa? —preguntó el mayor, enfurruñado. Llevaba una bata beige con la que trataba de ocultar su semi desnudes.

Wang Yibo lo miró de abajo a arriba y luego preguntó toscamente:

—¿Es verdad que estás embarazado?

El mayor se quedó quieto, sorprendido y a la vez débil, Yibo aprovechó que había bajado la guardia para entrar al apartamento. Cerró la puerta detrás de él.

—¡Responde! —gritó —¿Estás embarazado?

Aunque trató de sujetar al pelinegro para sacudirlo y hacer que respondiera, Xiao Zhan se movió a tiempo e impidió que Yibo le tocara.

No había necesidad de preguntarle quién se lo había dicho, pero sí tuvo el impulso de darle una bofetada cuando Wang dijo que por qué no se había cuidado mejor.

—¡Eres un grandísimo hijo de puta! —le gritó —¡No te permito que vengas aquí, a mi casa, y me trates como a otros! —en su interior comenzó a sentir un pequeño retortijón, mismo que ignoró para seguir enfrentando al castaño: —No estoy seguro de este embarazo, pero de estarlo, no tiene nada que ver contigo. Es mi asunto.

—¿Tuyo? No querido, es nuestro. Si estás esperando un hijo, es mío, y me hace tan responsable como a ti.

Ahí estaban de nuevo, las taquicardias. Aquella estúpida frase aceleró su corazón y produjo una serie cosquilleos en la barriga.  Xiao Zhan se llevó las manos ahí por instinto.

Wang Yibo ni siquiera había sido consiente de sus palabras y tardó en procesarlo todo. Observó que el pelinegro se dejaba caer sobre el sofá y se abrazó a sí mismo. Él hizo casi lo mismo, se sentó inclinó frente a él y levantó su rostro con suavidad.

Unidos Por Él | YiZhan [MPreg]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora