•~>Segundas oportunidades<~•

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La desaparición de Xiao Wen causó una fuerte depresión en su padre. Chao Youting no convivía ya tanto con su hijo desde que éste se había mudado a su propio apartamento, pero aún así, saber lo que hizo, el abandonar a su hijo y no decir nada, lo tiró en cama por varias semanas.

Xiao Zhan le visitaba del diario y e incluso se quedó un tiempo con él en su casa. Estaba dolido, decepcionado y se sentía el peor padre por no criar bien a su hijo.

Se sabía que Xiao Wen se había fugado con Zhang Linghe, un chico mayor de su universidad con el que llevaba saliendo medio año y que, por supuesto, era el mismo que había llevado a la fiesta de cumpleaños de su hijo.

El pequeño Zongdi también extrañaba a su papá, aunque no de una manera exagerada. Eran tantas las horas las que el pelinegro pasaba fuera de casa, que no convivía mucho con él. En realidad, hasta parecía que Didi quería más a Xiao Zhan como su padre que al mismo Wen.

Wang Yibo también estaba conmocionado. Si bien no quería a Xiao Wen, éste seguía siendo el padre de su hijo y siempre sintió que le debía algo por no corresponderle como el pelinegro hubiera deseado. Adaptarse a vivir con su hijo le costaría. Ahora los gastos serían más grandes y tendría que buscar a alguien que cuidara del menor mientras el estuviera trabajando.

Por fortuna contó con el apoyo de Xiao Zhan. El mayor tenía la posibilidad de llevarse al trabajo a su sobrino y al salir de la tienda, se pasaban a la casa de Chao Youting para subirle los animos.

Un mes después de la partida de Xiao Wen, y a dos años de la muerte del señor Xiao, a Zhan se le ocurrió una idea para intentar sacar a su padrastro de la depresión.

Un jueves, llegó después de trabajar y entregó a su padre un par de mochilas para viaje.

—¿Esto que es, A-Zhan? —preguntó el hombre a su hijastro.

—Dos maletas —la obviedad de sus palabras hicieron que Youting girara los ojos de un lado a otro, luego, se rio —es el festival de San Jorge, en el Retiro —concluyó el menor.

—¿San Jorge?

—Es un santo se la religión católica. El Retiro es una comunidad católica. Este fin de semana es su fiesta, todo estará decorado con rosas y libros. ¡Libros, pá! ¡Libros por todas partes! —dijo emocionado, lamentándose no haber abierto una librería en aquel pueblo —creo que te haría bien unos días fuera de la ciudad. Necesitas despejar tu mente.

Youting observó las mochilas. Luego, le sonrió a su hijo y aceptó. Xiao Zhan nunca se había portado tan amable con él.

Entre los dos cogieron algo de ropa fresca del mayor para su estancia en el campo. Mientras lo hacían, Youting recordó un dato importante.

—Pero, A-Zhan, ¿Y Zongdi? ¿Nos lo llevaremos?

—Le he dicho a Yibo que saldré y no podré cuidarlo. Él lo ha entendido y pedirá unos días en su trabajo.

—¿Pero, por qué no has invitado a Yibo? Así podría venir con mi pedacito de carne y la pasaríamos bien los cuatro. Después de todo, Yibo la está pasando un poco difícil por lo que hizo tu hermano. Él igual necesita distraerse.

Como si su cerebro tuviera un botón de emergencia, una alerta comenzó a grirar «peligro, mala idea» dentro de la cabeza de Xiao Zhan.

—¿Ahora es tu yerno favorito? —bromeó Zhan, desviando el tema de la invitación a Yibo.

Youting soltó un suspiro y se encogió de hombros. Dejó la ropa en un lado de cama y se sentó al pie de ésta.

—Debo reconocer que nunca lo vi con buen ojo, y lo que más quería, era que WenWen se alejara de él —confesó —pero luego... cuando decidió separarse de tu hermano, cambió. Se volvió responsable, atento a su hijo... A veces he llegado a pensar que el problema no era él. Quizá, WenWen... —Youting no pudo continuar hablando a causa de un nudo en la garganta.

Unidos Por Él | YiZhan [MPreg]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora