•~>Corazones traidores y predicciones<~•

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Wang Yibo llegó a casa de los Xiao un rato después.

En su cabeza, se recreaba la imagen de Xiao Zhan saltando sobre él y le entraron ganas enormes de volver a repetir. Incluso cuando entro a la cama con Xiao Wen, quiso soñar que el hombre que dormía a su lado era el mismo con el que había follado horas antes.

Por otra parte, Xiao Zhan también llegó a su apartamento con una serie de sentimientos encontrados.

Una parte de él le recriminaba lo sucedido en la tienda; ¡no podía seguir acostándose con él!
Wang Yibo era un patán, un sin vergüenza y el padre de su sobrino. No podía volver a caer en su juego.

Aunque, otra parte suya, lo había disfrutado y tenía ganas de más. Al caer en cama, se dedicó a recordar a Wang Yibo, tan natural y descarado, follándolo como el día que nació su sobrino.

Sujetó su falo con una de sus manos de arriba a bajo, con fuerza, haciendo movimientos de arriba a bajo y utilizando la otra mano para clavar un poco sus dedos sobre la entrada.  No quería que de su interior se borraran los aún latentes fluidos de Wang.

—¡Puta madre! —Gritó al pensar esto último —mierda, mierda, mierda.

Volvió a recordar la mañana que nació Zongdi. Él y Yibo habían sido descuidados. Al igual que esa noche. Lo peor de todo era que no había tomado la píldora del día siguiente. Con la emoción del bebé, se olvidó por completo.

Se puso de pie nuevamente y se preparó para salir. Aunque ya era tarde, seguro que encontraría algún hospital dónde le pudieran atender.

Cogió un taxi hasta una clínica de emergencia. Había mucha gente y tuvo que esperar hasta las tantas de la madrugada para ser atendido.

Un médico alto, guapo y quizá de unos diez años mayor que él, pidió a Xiao Zhan que tomara asiento para comenzar a tomar sus signos vitales, también, comenzó a cuestionar el porqué de la consulta.

—Creo que estoy embarazado —titubeó.

—¿Qué síntomas tienes, A-Zhan? —preguntó el doctor mientas media la pulsación.

—N-Ninguno.

—¿Ninguno? —Xiao Zhan negó con al cabeza —¿Mareos, antojos, vomitos, dolor de cabeza, ascos? —volvió a negar —¿Cómo es que sospechas de un embarazo, si no tienes los síntomas?

Ahora que se lo planteaban de esa manera, era más lógico.

No llevaba mucho tiempo desde su encuentro, quizá tres semanas, a parte, ¿Qué tal si Wang realmente nunca se había corrido dentro de él y sólo estaba actuando por paranoia?

—Señor Xiao, los laboratorios están cerrados ahora mismo. Vuelva a casa y visítenos en cuanto comience a tener síntomas —gruñó el médico —hay muchos pacientes que realmente necesitan la consulta. No me haga perder más el tiempo.

Apenado, salió del consultorio y se marchó. Había ido a malgastar su tiempo en vano.

Esta vez, con embarazo o no, se dirigió a la farmacia y compró píldoras de emergencia, tomándolas juntas y sin pensar en las consecuencias.

✰♡༊⋆͙̈

Días después a aquel último encuentro, Xiao Zhan se sorprendió de encontrar detalles en su área de trabajo, todos los días, todo el día.

A veces Wang Yibo sólo dejaba una flor, otras alguna bebida dulce, un chocolate y últimamente descargaba frases románticas de internet y las anotaba en papelitos para luego dejarlas entre las cosas del pelinegro.

Unidos Por Él | YiZhan [MPreg]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora