Peleas clandestinas

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Era una tarde soleada, la famosa "Golden hour" donde el sol mostraba sus mejores lustres en la ciudad.

Menos en aquella ciudad, toda sucia, lleno de criminales y tratos ilegales, donde las calles mandan y la ley hace la vista gorda. En esa ciudad era destacada por las peleas clandestinas, mas de uno sin hogar trata de ganarse la vida consiguiendo plata por medios de estos y a veces perdian la vida intentándolo.

Para evitar esto Giyu Tomioka, un joven de 21 años se encontraba entrenando en un gimnasio clandestino con su mejor amigo.

-¡Con fuerza! ¡Vas a terminar en el piso si sigues así!- Alentaba un chico de pelo anaranjado que sostenía firmemente un saco de boxeo.

-¡Quiero un descanso Sabito!- Gritó euforico Giyu y daba más golpes al saco, estaba agotado, sudado y le dolia todo el cuerpo.

-¡10 golpes más!- Exigió y alentaba a su amigo.

Giyu le hizo caso, sus últimos 10 golpes descargó toda la furia, frustración y tristeza que venia conteniendo en el saco de boxeo.

-¡Suficiente!- Sabito desvío el saco- Deberías ducharte y tomarte una siesta, dentro de unas horas tienes otra pelea.

Giyu no respondió, estaba ocupado secando sus lagrimas que por ese torrente de emociones que pasó, salieron con mucha facilidad.

Sintió la mano de Sabito en su hombro, no hacia falta palabras para decir que todo va a estar bien.

-Deberias buscar ayuda... no me cansaré de repetirlo.

-Esta es mi manera de ayudarme, ya te lo dije.

Giyu sacó suavemente la mano de su amigo y se dirigió a los baños que tenian en el gimnasio y después dormir en una colcha que andaban rondando en su pequeña habitación.

No podía dormir, faltaban 3 horas para su próxima pelea y no podía conciliar el sueño, estuvo entrenando 6 horas seguidas, tuvo 2 peleas en las que ganó y venia comiendo poco porque no le alcanza el dinero y su única entrada económica son las peleas clandestinas que hace. Y Sabito lo ayuda a entrenar.

Odiaba... odiaba con todas sus fuerzas haber terminado así.

Después de haber torturado su mente pudo conciliar el sueño, con una 1 hora de siesta que le quedaba.

Sentía ruidos, personas hablando risas, gritos y muchas pisadas.

Era hora de pelear.

Se levantó con fatiga, preparó sus vendas en los puños y cambió su short por los que usan los boxeadores. A una vista simple, Giyu ganó mucha masa muscular y estaba muy bien marcado, cualquier luchador podria dudar si luchar con él o no, aparte de que sus cicatrices en los pectorales y espaldas demostraban miedo.

[...]

En la puerta del gimnasio, se encontraba una chica, estaba parada frente de la puerta, su mirada estaba compuesta de dudas, miedo e inseguridad, tenía miedo de abrir las puertas y encontrarse lo que ella estaba esperando.

Sin pensarlo abrió las puertas, había mucha gente alrededor del ring que le tapaba la vista, impidiendo poder visualizar quienes estaban ahí.

Sus latidos se aceleraron cuando escuchó los gritos de la gente.

-¡Dale Giyu!

-¡Un golpe mas Giyu!

La chica trató de escabullirse más, recibiendo algunos golpes por parte de la gente que estaba ahí hasta que pudo conseguir un punto exacto para poder ver bien el ring.

Sus ojos no lo podian creer...

Era él, peleando salvajemente con otro tipo.

Giyu dió el último golpe en toda la mandíbula de su adversario logrando que se desmaye. La gente estaba alentandolo a más, quería que le diera más golpes estando tirado.

El trato de Giyu era que si lo desmayaba de un golpe le daban 200 dólares, pero si lograba sacarle un diente con lo que sea, era un bono extra y él ya tenia una tecnica para hacerlo, después de todo no era su primera vez.

Se puso arriba de su adversario ya desmayado, preparó su puño y le propinó un golpe en los dientes. 3 dientes salieron volando por el ring y la gente se volvio loca.

La chica estaba petrificada ¿Ese hombre salvaje era Giyu? ¿El chico que no lo veía hace años era él?

Sin dudarlo fue tras él cuando abandonó el ring, lo siguió hasta un pequeño cuarto que se metió, en ese pequeño trayecto trató de no llamar la atención de él.

Giyu estaba de espaldas, giró bruscamente cuando sintió que la puerta se cerró.

Abrió los ojos a más no poder, era ella...

Shinobu Kocho.

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Novela en proceso, voy a tratar de actualizarlo cada 2/3 días 🐺 espero que les guste y me acompañen en esta pequeña novela <3

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