Reencuentro

La pelea

Giyu estaba mirandose al espejo de los vestuarios, por primera vez no se encontraba seguro de pelear.
Sus heridas no pintaban bien, tenia muchos hematomas en el pecho, brazo y cortes recien sanandose gracias a Shinobu.

"Estuve en situaciones peores ¿Por que siento miedo?"- Pensó.

Agarró una botella de agua de ahí y se la tiró en la cara, con eso espantaria sus inseguridades. Contó hasta 5 y fue hacia el ring.

Mucha multitud lo alentaba pero ignoraba, queria terminar esta pelea para tranquilizar esa inquietud que tenia. Por suerte su amigo Sabito estaba cerca del ring haciendole gestos con la mano que todo ira bien y en el fondo estaba el señor Urokodaki dueño del gimnasio y maestro de ellos 2.

Se paró en el ring, esperando que su rival se presente.

Una parte de la multitud nombraban "akaza" mientras algunos tocaban los tambores, admitia que eso descolocaba su respiración y lo ponia nervioso. En ese grupo, habian 2 tipos con capuchas ocultando sus rostros, eran bastante llamativos para Giyu.

Su mirada se desvío cuando un tipo de su misma altura, un poco mas de musculatura que él, se presentó en el ring.

-¿Eres Akaza?- Preguntó Giyu.

-Lo soy, aunque también me apodan como "demonio", llamame como quieras- Sonrió con malicia- Ahorrate tu presentación, no me interesa saber quien eres.

El azabache no se inmutó en la contestación de su rival. Alzó sus puños y espero a que la campana suene.

Ni bien sonó la campana, Akaza fue hacia él con una patada dirigida hacia la sien, gracias a los reflejos de Giyu logró bloquearla con su brazo pero no le dió tiempo a contraatacar el puñetazo en su abdomen, justo donde tenia un moreton recien recuperándose.

Dió unos pasos atrás para recuperar su aliento, Akaza notó que no estaba en optimas condiciones pero le dió igual.

-Uy... no te será fácil pelear en ese estado- Se abalanzó lanzandole un rodillazo en sus costillas.

El azabache apenas lo bloqueó, estaba sorprendido de lo duro que eran los músculos de su rival, cada bloqueo que hacía sentía que iban a quebrarse sus huesos.

¿Que podia hacer?

No lograba estar en calma, sus moretones estaban tornandose violetas y se extendían cada vez más, se encontraba en una situación crítica para él.

-¿¡Vas a quedarte ahí bloqueando mis ataques!?- Gritó eufórico Akaza.

El azabache no le dió tiempo a esquivar a Akaza cuando se abalanzó hacía él, con un brazo en su cuello lo tumbo al piso. Subiendose arriba de él comenzó a darle golpes en la cara, Giyu se los bloqueó.

El pelinegro decidió golpear en su puntos debiles, en la costilla que tenia un hematoma rojo e hinchado y en el abdomen que estaba totalmente violeta.

Con mucho esfuerzo, el azabache logró empujarlo y liberarse del agarre, intentó levantarse pero cayó de rodillas, ya estaba aturdido, su cuerpo estaba totalmente sensible al dolor.

Mierda...- Pensó.

La pelea la ganó él, otra derrota más para Giyu.

Levantó una mano dando a entender que se rendía, la gente que veia la pelea empezó a lanzarle comida, botellas de plástico, estaban furiosos y decepcionados con el "legendario" Giyu Tomioka.

Akaza ya no le interesaba seguir la pelea, ni siquiera golpear a un debil como él pero de lejos Muzan lo miraba esperando que cumpliera su orden.

El pelinegro se acercó a él, rebajando su mirada en aquel pobre tipo que seguía tirado aún tratando de recuperar el aire por los golpes que recibió, Akaza extendió su mano para que su rival se parara.