Dama en apuros

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-¿Me vas a decir a donde vamos o qué?- Giyu dirigia su mirada a Sabito, estaba conduciendo a rapida velocidad y preocupado.

-Es por acá...- Respondió concentrando la mirada en ese grupo de hombres que se acercaban rapidamente en aquella chica asustada.

-Son solo 4, podemos con ellos- Dijo Giyu sacandose el cinturón y saliendo del auto acompañado de su amigo.

-¿¡Que creen que hacen!?- Gritó el pelinaranja, corrió rápidamente a uno y le dio un golpe en la cara noqueandolo.

El resto de los sujetos detuvieron la persecución de Makomo, ella también volteo a ver cuando escuchó esa voz familiar.

-¡No es tu asunto!- Uno sacó un bate con clavos, iba rápidamente hacia la cabeza de Sabito pero por suerte Giyu se interpuso y lo paro de una patada. El sujeto se sorprendió, dandole una oportunidad a Giyu de darle un puñetazo en la mandíbula.

El golpe de Giyu fue tan fuerte, que todos escucharon como se dislocó la mandíbula, asustando a los otros 2.

-¡E-s Giyu! ¡Vamonos!- Gritaron despavoridos y se alejaron rápidamente de la zona, dejando atrás a sus compañeros inconscientes.

Makomo vio estas escenas en primera persona, totalmente impactada y asustada de las acciones que tomaron su viejo amigo y su ex-pareja.

-Sabito tu...- Makomo se acercó hacia ellos sintiendose fuera de peligro.

-Te dije que siempre te estaré cuidando, es lo que un hombre hace- Respondió orgulloso Sabito, dedicandole una calida sonrisa.

-... g-gracias- Makomo bajó la cabeza avergonzada, pero recién se percató de la otra presencia- Hola Giyu... tanto tiempo.

-Makomo- Saludó levantando la mano.

-Te veo diferente- Analizó la chica, el Giyu que conoció el año pasado vivia deprimido y siempre estaba ebrio, sin consciencia. Hoy lucía diferente y eso le alegraba un montón.

-Lo está- Respondió Sabito dandole un pequeño golpe en el hombro del azabache.

-Mejor los dejo solos, Shinobu está...

-¿¡Shinobu volvió!?- Preguntó emocionada.

-Es una larga historia- Dijeron los muchachos. Giyu se apuró, despidiéndose de la pequeña ex-pareja que parecia que se debian una charla.

-Asi que... Shinobu por fin lo encontró- Habló Makomo.

-Shinobu apareció hace algunos días, Giyu no tuvo una buena reacción con ella...- Explicó Sabito.

-Era de esperarse.

-Pero hoy algo sucedió con Shinobu, Giyu estaba algo radiante- Sabito se agarró el mentón, pensando lo que pasó hace unas horas atrás.

-Espero terminen juntos, como antes... era muy felices ellos- Lo último Makomo lo habló con cierta tristeza, era una buena epoca. En ese tiempo las 2 parejas hacian citas dobles, pijamadas, vivian saliendo juntos y todos estaban contentos.

-Lo sé... ven, te llevo a tu casa- Sabito guió a Makomo hacia su auto.

-¿Aún sigues en ese peligroso gimnasio?- Preguntó la chica algo decepcionada mientras se metia en el auto, Sabito respondió suspirando.

-Para nuestra desgracia si...

-Ya veo...

[...]

Giyu entró a su habitación, seguramente se haya retirado del gimnasio y estaria en su casa durmiendo, ya eran las 12 de la noche.

Se impactó cuando vio a Shinobu durmiendo en su cama, destapada, con los ojos hinchados y una carta en su pecho, habia leido la carta que le dió cuando cumplieron otro mes de relacion y tambien cuando todo se fue a la mierda.

¿Que podia hacer? Estaba cansado, adolorido y la cama estaba ocupada por Shinobu. No le quedaba otra que dormir en el piso.

Se sacó la remera y con la poca ropa que tenia en su cuarto armó una especie de colchón, asi evitaba dormir en el piso frio. Todo ese ruido logro despertarla.

-Uhm... ¿Giyu?- Preguntó media somnolienta.

-Duérmete- Ordenó cansado.

-Quiero hablar contigo, sobre la carta que dejaste...

-Te dije que no tocaras nada.

-Me guardas rencor...

El azabache se levantó molesto, dirigiendole la mirada.

-A ver Shinobu ¿Cómo reaccionarias que el amor de tu vida te señale de violador cuando no lo fue?- Giyu peligrosamente se acercaba a Shinobu, queria que la mirara firmemente a los ojos- ¿Y que el suegro de mierda que tuve se haya encargado de arruinarme la vida? No conseguí trabajo, todo me rechazaron, no pude ayudar a mi hermana, los únicos quienes estuvieron conmigo fue Sabito y Makomo-

La pelívioleta estaba en silencio, por fin Giyu decia todo lo que pensaba, todo lo que sintió en estos 2 años. Al azabache le salian un par de lagrimas y su voz se quebraba de a poco.

-Y lo peor para mi, todavia no logro odiarte, me odio a mi mismo por amarte todavía ¿Por qué?- Shinobu empezó a sentirse incomoda, y sentia un fuerte dolor en el pecho, también queria llorar- ¿Por que dudaste de mi?- Él la agarró fuerte de los hombros, acercándose más a ella.

-¡Ella es mi hermana! Me sentí realmente mal después, no debi haberte señalado así... tengo la culpa en mis hombros, Giyu por favor... perdóname- Shinobu enterró su rostro en el pecho de Tomioka y lloró adolorida.

-Perdóname...

Giyu ya no se contuvo más y la abrazó fuerte, una de sus manos acariciaba su cabeza y lloraba, enterrando su cara en el cuello de ella.

-De verdad te extrañé...- Decia Shinobu mientras lo abrazaba aún más, Giyu no decía nada, solo lloraba, sentia como de a poco ese peso emocional que tenia acumulado en sus hombros se iba.

Se desconocía cuanto tiempo estuvieron así, unidos y llorando, sin decir nada. Sin darse cuenta terminaron durmiendo juntos y  abrazados, ambos totalmente agotados.

Mañana iba a ser un dia diferente para ellos.

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Yo sé que querian lemon èwé cochinos.

ReencuentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora