1 día antes del viaje...
El nudo en el estómago crecía conforme salía del aeropuerto. La rubia venía a recogerme con mi hermano. La verdad es que los echaba mucho de menos. Desde navidades no nos veíamos ya que vinieron a verme allí.
Y ahí estaban, como siempre
—Amiga!! Como te he echado de menos —dice la rubia abrazándome casi dejándome sin respiración, que de por si me faltaba
—Y yo a ti tía —dije mientras nos separábamos e iba a abrazar a mi hermano. Instintivamente me salió llorar
—Te he echado de menos Evi —dijo como yo, entre lágrimas
—Bueno bueno, fuera dramas que ya estamos juntos y nos vamos para Cadiz!!!Me quedaba en casa de Sam y Fla esta noche, cuando volvamos del viaje ya veré cómo lo hago, van a casarse no quiero ser un estorbo aquí la verdad. Me buscaría cualquier apartamento o lo que fuese.
Gracias a dios la prensa no me había seguido mucho, solo alguna foto en el aeropuerto pero todo tranquilo, y lo agradezco.
Después de cenar y ponernos al dia, subí a la habitación. Volvían esos nervios, esos pensamientos de volver a ver al rubio. Cómo reaccionaremos? Debería de tratar todo con normalidad? Mi corazón se disparará? Miles de preguntas pasan por mi cabeza a la velocidad de la luz.
Día del viaje...
Me levanté perezosa, jamas me ha gustado madrugar. Es más, siempre llego tarde. Sam lleva llamándome como media hora y me acabo de despertar. Son las 7 y media de la mañana y a esta hora habíamos quedado en la puerta. Supongo que ya están todos cuando yo aún estoy terminando de vestirme.
—Tía vamos, mi hermano y Javy ya han salido para allá, con nosotros se viene Rafa y los demás en otros coches —dice la rubia entrando a la habitación
—Menos mal... —digo casi en susurro
—Ev, os vais a ver si o si. Cuanto antes lo afrontes, mejor
—Lo se Sam, pero no sé cómo voy a hacerlo para que no se me salga el corazón del pecho cuando lo vea, y si me odia? —pregunto con miedo
—Sabes que no, sabes que va a hacer lo posible por no incomodarte, pero ya me lo dijiste tú, el destino hará lo que tenga que hacer y mira —la verdad es que tenia razón— y si le tienes que explicar las cosas, cómo pasaron, lo harás y él no te va a juzgar
—O eso creo —digo no muy convencidaSalimos de casa y nos montamos en el coche. La verdad es que por una parte tengo muchísimas ganas de llegar a Cadiz. Ahí es donde he pasado momentos increíbles, donde me enamoré por primera vez, donde hice el amor mi primera vez. Donde pillé mi primera borrachera. Miles de recuerdos inundan mi mente. Por otra parte, temía la hora de encontrarme con el rubio. Pero Sam tenía razón, no me iba a incomodar para nada. Y jamas intentaría sacarme el tema. La verdad es que sinceramente pienso que debo darle una explicación, pero se irá viendo la verdad. E iremos viendo cuando será el momento.
Me estoy quedando dormida, ir en coche me produce un sueño gigante. Pero una llamada saliente en el coche me despierta del todo
—Es mi hermano —dice Sam y se gira para mirarme. Con la mirada le digo que tranquila, aún no lo voy a ver, solo escuchar no? Río para mis adentros
LLAMADA HUGO
—Quilla por dónde vais? —mi corazón se para por un momento, ese acento, esa voz. La tiene incluso más grave y mira que lo he escuchado cantar, pero hablando... creo que me falta el aire
—Pues aquí pone que quedan 421 kilómetros para la salida, y vosotros? —dice Sam
—Ya ves, hemos pasado por ahí hace media hora o así, hemos parado que Javy se meaba —sin querer me sale reírme, a mí y a todos los del coche
—Eres de lo que no hay Huguito —dice Rafa
—Ay Rafita que nos vamos a poner morenitos en la playa —dice Javy ahora
—Bueno pesados, como llegareis antes, id cogiendo las llaves, las ha dejado la Tita en el bar
—Vale rubia, te quiero —y cuelga.Dios, escucharlo me ha dado 100 años de vida. Como echaba de menos esa voz, ese acento. Es fascinante lo que puede causar en mi una simple voz, pero no me quiero imaginar cuando lo vea. Por dios Eva, el corazón lo pierdes.
Después de unas 3 horas más, estamos entrando en Cádiz, camino a la casa donde pasaremos las próximas 2 semanas. Esa casa donde no sé si me tiraré por la ventana cuando vea al rubio, si me lo pasaré genial. O quizá una mezcla de todo.
Para ser sincera, me muero por ganas de verlo. Llevo muchísimos años sin tener contacto visual con él, sin verlo de cerca. Sin olerlo. Ojalá pudiera explicar un olor, porque si pudiese hacerlo, la gente se enamoraría de él solo por cómo huele.
Y ahora si, estábamos aparcando el coche en los aparcamientos de la casita. Bueno, casaza. Somos 16 personas, esto es gigante. Desde aquí se puede ver la playa, hay un caminito desde el jardín que lleva directamente a la playa, creo que más de una noche lo usaré. Tiene piscina obviamente, lugar donde también pasaré la mayoría del tiempo. La verdad es que tiene un aspecto estupendo, me está empezando a gustar la idea de estar aquí.
Pero todo acaba de empezar....