La casa era increíble, ese camino que había en el jardín que llevaba a la playa creo que será uno de mis caminos habituales en mi estancia aquí.
Sinceramente? Echaba de menos pasar tiempo con todos. Cada uno tiró para un lado por así decirlo. Y me hace ilusión que gracias a la boda de mi hermana, haya conseguido juntarnos a todos. Y cuando digo todos, la primera que se viene a la mente es esa castaña de ojos azules.
Mis nervios crecen y crecen cuando mi hermana me dice que están aparcando, que me relaje. Pero lo único que hace eso es hacer que crezcan más y más. Creo que quiero dejar el momento de verla para lo último. No sé, me escapo? Miles de cosas pasan por mi cabeza.
Pero joder Hugo, tienes que enfrentarte. No a ella, sino a mi mismo. Mi conciencia no para de decirme cosas y creo que voy a ahogarme de tanto pensamiento.
Por suerte, han llegado todos a la vez, así que no habrá momentos incómodos. O eso creo.
Poco a poco entran todos a la casa, y como no, empiezan los saludos y las bienvenidas.Mai corre a mis brazos, llevaba sin verla meses por temas de curro y la echaba mucho de menos. Es una de las personas que más me ha apoyado, en todo.
—Raniti!! Cuanto te he echado de menos —dijo mientras me estrujaba contra ella
—Y yo a ti, no sabes cuanto —dejo mil besos en su cabeza y cara.Saludo a todos en orden de llegada a mi, solo estábamos Javy y yo, así que van viniendo poco a poco. Pero cuando alzo mi vista, el corazón se para. Creo que ha dejado de latirme, ahí está ella. Con esa sonrisa que me atrapó, saludando uno a uno a todos nuestros amigos. Creo que está aún más guapa de lo normal, y de lo que puedo ver en fotos. Llevo sin verla en persona desde la ultima vez que fui a un concierto suyo y ella ni lo sabe. Pero hace de eso unos 2 años.
Si pelo se torna más castaño y sus ojos creo que están incluso más azules. Ese azul oscuro que imita al mar.Sigo saludando a todos, pero el momento de llegar a ella se acerca.
Por arte de magia, nuestras miradas se cruzan. Somos los únicos que aún no se han saludado, y creo que mi corazón va a una velocidad descomunal. Podría decir a ciencia cierta que se iba a salir de mi pecho. Y al fin llega, llega el momento en el que estamos uno frente al otro. Los demás han dejado de existir y solo podemos mirarnos a los ojos. Esos ojos que solo gritan mil cosas y hablan mil cosas que nuestras bocas no pueden decir.
Sin previo aviso, nos acercamos, para mi gusto demasiado poco, pero la distancia se acorta cuando abre sus brazos pidiendo un abrazo. Dios santo, cuánto tiempo llevo esperando este abrazo.
Nos fundimos en un abrazo sincero, que al igual que nuestros ojos, está diciendo mil cosas. Inhalo su olor, ese olor característico de ella. Siempre ha olido así, y ojalá supiera lo que echaba de menos eso. Al separarnos volvemos a mirarnos, pero esta vez, ya no hablan nuestros cuerpos ni ojos, sino las palabras
—Hola rubio —me dice con esa voz y esa sonrisa que no puedo parar de mirar
—Hola Eva —nos quedamos mudos, no sabemos qué más decir. He entrado en una burbuja y no sé cómo hacer para salir. Me pasaría horas mirándola sin decir nada, a parte de que no me salen las palabras. Pero alguien, o mejor dicho, la rubia que tengo por hermana, hace que esa burbuja desaparezca, por el momento.
—Bueno que, empiezan las vacaciones? —dice con una caja de cerveza en las manos. Eva me dedica una mirada que no sé descifrar y se marcha de mi vista, se va con los demás y yo aún sigo asimilando que después de tanto tiempo la he vuelto a ver.La he sentido, la he abrazado, la he tocado. Ojalá pudiera explicar la sensación que recorre mi cuerpo al tenerla cerca.
Pasamos el día entre risas, en la piscina, contando anécdotas de cuando veníamos al campamento. Las primeras cervezas creo que han terminado, y hemos tenido que empezar una caja nueva. Estas dos semanas prometen la verdad. Me siento bien y cómodo. Con mi gente. Pero me falta estar con ella, para que todo de verdad fuese como antes. Pero bueno, quién sabe qué pasará en estas dos semanas aquí? Desde que la he visto creo que soy más capaz de mantener una conversación con ella, de escucharla, de escucharnos.