CAPITULO 7

362 42 6
                                    

El silencio se hizo, y yo sinceramente no sé como hacer para que las palabras salieran de mi boca sin tartamudear.

Me había imaginado este momento mil veces, había ensayado como empezar a explicarle todo, como él me entendía. Pero ahora? Ahora no sé ni por dónde empezar. Pero tengo que hacerlo, cojo aire en mis pulmones, y empiezo

-Esto... antes de nada, cómo has estado? Llevamos mucho tiempo sin hablar ni saber del otro, y en estos dos dias que llevamos aquí la verdad es que no sé cómo hemos sido capaz de hacer todo esto, y no hablar -suelto rápidamente y ni yo misma me creo como he podido hablar tan rápido
-Pues mira para que te voy a engañar, he estado muy jodido Eva. Me dolió en el alma que de la noche a la mañana no estuvieras, que solo tuviera de ti esa carta -me dice y a mi se me empieza a romper el corazón
-Ya la habrás perdido supongo... -sinceramente lo pienso. Quizá si yo hubiera sido él, la hubiera roto en mil pedazos, como yo estaría. Me mira fijamente a los ojos y suelta una risa, pero no normal, como irónica. Echa mano a su pantalón y saca de este su cartera. No puede ser. A los segundos, saca del bolsillo de esa cartera la carta. La maldita carta que tuve el valor de escribir en vez de mirarlo a los ojos y decirle realmente lo que pasaba. -En serio?
-Y tanto. Eva, la leí mil veces y aún lo sigo haciendo. Creo que no debería mostrarme tanto a ti en lo sentimental, pero es que ya me da igual. Es lo único que me quedaba de ti, después de que te fueras sin más -siento dolor en sus palabras, pero más me duelen a mi
-Yo Hugo... lo siento muchísimo, no sabía que hacer, como hacerlo, no sabía... -me frena y me coge las manos. Nos miramos directamente a los ojos
-No sabias el que Eva? Hice algo mal? Te agobié y no sabías cómo dejarme? -ojalá hubiera sido eso, pensé. Pero ni en mil años me agobiaría con él. Era perfecto. Y lo sigue siendo
-Hugo, jamas hiciste algo mal, lo que pasó fue que... -vuelvo a coger aire como puedo. Lo voy a soltar así, del tiron como pueda- Hugo, me quedé embarazada -digo rápidamente y mirando hacia el suelo. No soy capaz de mirarlo a la cara, no sé cómo hacerlo. No soy capaz de ver en su cara otra cosa que no sea decepción.

Al fin después de unos minutos, soy capaz de levantar mi mirada. Está mirando al suelo, sus manos tiemblan y su cuerpo también. Dios santo. Eva que vas a hacer? Sigo hablando

-Hugo de verdad.. quise -me para
-Sigue hablando Eva -su tono es serio, pero le hago caso
-Me di cuenta porque no me venía la regla, y fui a mi cabaña del campamento y se lo conté a Sam, por eso dijimos que teníamos que ir al pueblo a comprar compresas, de excusa. Me hice el test y di positivo. A penas 2 semanas, lo que llevábamos en el campamento básicamente. Yo tenía solo 17 años y tú 18 y no sabía que hacer Hugo, pensé en llegar y contártelo, pero no fui capaz. Ni me dio tiempo -suspiro para seguir hablando, pero vuelve a hablar
-No te dio tiempo? Vinieron a sacarme de clase de canto para decirme que te habías marchado a casa porque estabas mala, que en un par de días o 3 volvías. Pero lo único que recibí de ti en esos días fue esa carta, porque no volviste y hablaste conmigo? Porque dices que no te dio tiempo? -su voz es dura. Pero no le culpo
-Sam y yo llegábamos tarde a coger el bus para volver al campamento, íbamos corriendo por todo el pueblo porque no llegábamos. Y en unas escaleras... -suspiro reteniendo las ganas que tengo de llorar, por esta situación y por recordar todo aquello- resbalé y caí. Eran como 10 escalones, me quedé inconsciente -por primera vez Hugo me mira mientras hablo, me mira a los ojos, pero los suyos no sé muy bien que me quieren decir ni que muestran, es algo raro- cuando... cuando desperté, estaba en el hospital, mis padres habían llegado y Sam seguía allí. Noe también -era la directora del campamento- cuando me encontré mejor me llevaron a casa. Volví a casa porque no estaba bien para volver al campamento por lo menos en unos días. Y es cierto que quise volver y quise contarte todo lo que había pasado. Pero fue cuando llegué a casa cuando se desató todo el caos -vuelco a coger aire. Lo voy a soltar todo y ya está, es el momento y fuera. -No tuve más remedio que contarle a mi madre que estaba embarazada, debido al golpe quizá hubiera perdido al bebé, aunque no sabía que iba a hacer. En cuanto se lo conté se enfadó, pero luego empezó a entenderme. Me llevaron al hospital y en efecto... había perdido al bebé -una lágrima escapa por mis ojos y Hugo sigue mirándome fijamente. Atendiendo a todo lo que digo- Te juro que quise volver, que quise contarte todo, pero no pude. Por eso te mandé esa carta. Que como bien sabrás, dije que no quería meterte en mis problemas. Después de eso entré en depresión. No sabía que hacer con mi vida, no sabía por dónde ir y que hacer
-Y no me necesitabas? Preferiste pasar eso sola? En serio Eva? -me recrimina
-No lo pasé sola del todo, tú hermana y mi hermano estaban al tanto de todo. Mi familia. Todo. Poco después mis padres se separaron
-Me lo contó Fla -me dice
-Lo suponía. Pues otro palo más. No quería envolverte en mi mierda Hugo. Te merecías ser feliz, y por mucho que te necesitase, no podía hacerte eso. No era capaz -Hugo se levanta y se rasca la nuca. Esta muy nervioso, y lo entiendo
-Joder Eva, sinceramente no sé qué cojones decir ni que hacer ahora. Pero de verdad, me siento bastante decepcionado. No te voy a mentir. Te quedaste embarazada, de mi. Aunque fuésemos unos críos, sabes que te hubiese apoyado en todo lo que decidieras, y cuando pasó lo del accidente y lo perdiste, no sé joder. Que menos que contármelo? Eso también era cosa mía. Éramos novios, teníamos mil planes. Yo nunca huiría, me aferraría a ti y te pediría ayuda, sin importarme nada. Nos iríamos a la puta mierda los dos. Pero joder, ni contestarme a todas las malditas cartas que te envié? En serio? No fuiste capaz ni de decirme que no me preocupase. No me quiero hacer la víctima y sé que tú no lo has pasado bien, y me siento una mierda porque no he podido ayudarte, a pesar de que no me dejaste. Pero no te haces una idea de cómo me sentí yo. No sabes con la desesperacion que he vivido, sin saber que cojones había pasado. Me culpé mil veces de tu marcha, intenté buscarle el sentido. Pero jamas lo encontré. Lo único que sabía de ti era porque mi hermana me decía que estabas bien, pero que me quedase en mi sitio -está súper enfadado, y no puedo quitarle razón en nada de lo que dice. Sus ojos están llorosos, bastante a decir verdad. Ojalá supiera como me duele esto. Sigue hablando
-Han pasado 6 putos años Eva. 6. Y hasta hace un par, que gracias a las redes sociales supe que te iba de Puta madre, no sabía nada de ti. Y me rendí. Me rendí y no preguntaba más por ti. Intenté seguir mi vida. A pesar de seguir pensando cada puto minuto en ti. Pensando que la había cagado. Pero es que no es ninguna tontería, no has contado conmigo cuando creo que a mí era al que más necesitabas. Cuando ese bebé también era mío, cuando tú estabas mal y lo perdiste. No sé, pero creo que yo merecía saber eso, no? -me mira a los ojos. No sé cómo hacerlo, pero al final acabo mirándolo
-Si Hugo. Claro que lo sé. Y no me lo voy a perdonar en la vida. Solo quería saber cómo estabas, que ibas a estar bien -me vuelve a parar
-Y porque cojones no me hablaste? No me llamaste? Ni me respondiste nunca si tan preocupada estabas -está súper alterado y a mi creo que me va a dar un infarto
-Hugo te juro que lo intenté, que quise hacerlo. Cuando terminé mis sesiones del psicólogo después de todo, hablé con tu hermana para buscarte y hablar contigo. Siempre he sabido que merecías una explicación, aunque ya todo el daño y todo lo malo estuviera hecho. Siempre he pensado en ti, por eso no quise meterte en toda esa basura que me rodeaba
-Joder Eva, pero de que vale? He esperado esta conversación seis años, pero es que ahora lo pienso y prefiero no saber nada. Porque no puedo echar el tiempo hacia atrás, ni tú tampoco . No podemos arreglar nada, esta todo roto y yo estoy destrozado, otra vez. Yo de verdad... no sé qué decir, tengo que irme de aquí -su cara esta pálida. Lo poco que se ve es el reflejo de la luna, pero puedo ver en su cara que no está bien. Antes de que empiece a andar, Hugo cae al suelo. 
-Hugo! -corro hacia él- Hugo por favor mírame. Perdóname por favor- cojo su cara con mis manos pero no se mueve. Se ha mareado, y parece que mucho.

Posdata; te quiero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora