Isabelle pasado 2\?

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Recuerdo que por poco tiempo nos duró la riqueza que mis padres ganabas a cuesta de usar mi cuerpo para el beneficio de cualquier hombre, cualquier anciano, niño y mafioso sin importar el cómo se vieran o que tan mal estuvieran, recuerdo ver como ...

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Recuerdo que por poco tiempo nos duró la riqueza que mis padres ganabas a cuesta de usar mi cuerpo para el beneficio de cualquier hombre, cualquier anciano, niño y mafioso sin importar el cómo se vieran o que tan mal estuvieran, recuerdo ver como papá se sumergía cada vez que podía en alcohol al ver que ya no era la chica más deseada para aquel trabajo sucio otras chicas ya eran la más nueva atracción, chicas menores que yo con grandes diferencias entre ellas. Yo seguía en el mismo trabajo pero ya no era aquella chica que ganaba tanto dinero dejando su cuerpo al servicio de cualquier hombre, ya no tenía tanta popularidad entre ellos aún seguía siendo usada para saciar los deseos carnales de hombres ricos pero no como antes recuerdo las incontables veces que me preñaban aquellos hombres por suerte para mi padre y el trabajo siempre perdía aquellos frutos que los hombres me hacían antes eso me hacía añicos el corazón ahora me es indiferente y cuando perdí el trabajo papá se desquitaba siempre conmigo ya teniendo carta verde para golpearme sin preocupaciones de hacer moretones y rasguños en mi cuerpo y al igual que todos aquellos hombres que usaban mi cuerpo padre me usaba y profanaba mi cuerpo sin mi consentimiento aunque eso le venía un bledo no si era culpa o remordimiento de hacerle el amor a su única hija que padre siempre me drogaba y sedaba al momento de empezar a hacer eso.

Después de esos obscuros meses encontré otro trabajo esta vez trataba de ser mula es decir pasar droga a cualquier lugar usando crean o no mi cuerpo también lo más doloroso del trabajo era meter cualquier tipo de droga por mi vagina si tenía suerte no me explotaba dentro también dolía horrible el cómo los hombres expertos me sacaban la droga con unas tijeras que reconocía que era usadas por las mujeres para hacerse las pestañas, sacar una gran cantidad de droga era exactamente igual como si diera a luz a un recién nacido a veces a papá le daba igual lo mal que me sintiera cuando cualquier droga defectuosa se rompiera en mi interior y me enfermara casi hasta matarme por suerte siempre pude sobrevivir a esas enfermedades y cuando eso se acabó para mi siempre veía en las caras de mis padres que gran decepción era para ellos, para ellos era su hija que no era buena para nada, la hija que los llevaría a la muerte y bancarrota hasta que un día algún extraño que me encontró en un bar de mala muerte con muchos tragos de más no les mentiré nos enredamos mucho, lo hicimos en muchas partes pero ese no es el punto, el punto es que me ofreció escapatoria, me ofreció ser otra persona, una nueva vida y empezar de cero cosa que acepte al principio no me fue fácil empezar de cero pues mi vida pasada me había dejado secuelas.

Salí a flote y me volví una gran perfiladora de asesinos seriales, me volvía una valiosa y gran agente para la FBI obtuve citas y esta vez usé mi cuerpo a mi conveniencia esta de más decir que tuve amoríos así se le llama ahora no como antes y esta se moda la de ser dominatrix y viceversa sin importar que seas mujer u hombre aprendí nuevas cosas que me perdía en mi antigua vida cuando me cansé por un tiempo de lo mismo de nuevo lo arruine todo al modo colosal, me sacaron de la agencia por simpatizar con varios asesinos y exponerme tanto en mis casos..

En resumidas cuentas fue una gran metida de pata, mis padres no se como me encontraron, padre como siempre proclamó mi cuerpo como territorio suyo, está vez no le bastó usar mi cuerpo para el tiempo que el quisiera, no claro que no, tuvo la gran idea de ser parte de la gran moda pero elevando el nivel a lo cabron se le ocurría torturarme de tantas maneras y lo gozaba siempre era una nueva tortuga cada vez, meterme un palo de escoba hasta desgarrarme la vagina, hacerme cortes grandes en los pechos y lamer la sangre que emanaban, usar correas u lazos para lastimarme el trasero y la espalda, quemar una parte de una barreta o lo que sea de aluminio y quemarme con aquella zona caliente.

Al final todo dejo de importarme como en los viejo tiempos y lo más extraño de todo es que hasta lo disfrutaba mucho, lo que me hacía me provocaba placer sin importar lo que fuera siempre alcanzaba aquel clímax que muchas mujeres describían incluso yo llegaba a desnudar a mi propio padre no se porque, a la mejor ya estaba enloqueciendo mucho.

Regrese nuevamente a casa, mi nuevo trabajo era ser una criada en mi propia casa y para satisfacción de mi padre mi ropa para el trabajo era una pequeña falda o más bien un pedazo pequeño de tela que apenas cubría mis bragas y mi camisa era demasiado escotada y transparente, hacía limpieza en toda la casa, tenia cualquier tarea doméstica que exista hasta que padre llegó una noche a casa con un hombre moreno, musculoso que desprendía seriedad y seguridad en el mismo —es tu esposo Isabelle—padre dijo después de presentarme a Marcus aquel caballero que besó mi mano mientras se inclinaba frente a mi— es un placer conocer a mi esposa al fin—volvió a su posición original y me sonrió de lado dejando ver sus pequeños hoyuelos.

Empezamos a tener citas, se portaba como un caballero recién salido de historias de hadas, me daba detalles como cajas de bombones con chocolate, Ramos de rozas siempre que teníamos citas nunca se propasaba conmigo, nunca me pegaba o me incomodaba era un gran caballero perfecto

—Marcus llegaste, te extrañe demasiado, ya me sentía sola sin ti, en este departamento—me lance a sus brazos apenas abrió la puerta del departamento apareciendo con su traje de trabajo y  su maletín me impregne de su colonia mentolada con toques varoniles le besé en aquellos labios carnosos que eran mi adiccion —también te extrañé cariño, toma son para ti— me puso en el piso y puso a mi vista un enorme ramo de rosas —un bonito ramo de flores para mi amada esposa— seguido llegaba con detalles adorables a casa, hacíamos todo juntos, me reía hasta reventar de sus chistes horribles, nunca me levanto la mano ni me gritaba como todos lo hombres antes de el, vivíamos felices y toda mi vida con el era demasiado perfecta no le cambiaría nada.

Hasta que un mal día en el trabajo transformo nuestra vida completamente, nos cambio de diferentes manera, nuestra relación y matrimonio cambio. —termine de relatar al doctor a cargo de psiquiatría y termine de rememorar todo aquello —Marcus empezó a ser el que es hoy en día—percibí su cara que mostraba profundas dudas y muchas ganas de hacerme la pregunta—¿y como es el Isabelle?— trague duro y me prepare de nuevo para aquel viaje a mis recuerdos.

—el es, el es.. el es—toso mi cuerpo temblaba tan solo en pensar en el —es un monstruo, disfruta el pegarme cada vez que puede, disfruta hacerme daño ya sea con sus manos o con sus palabras, le gusta torturarme de diversas maneras incluso de maneras que vas más de lo inimaginable, le gusta tener el control total sobre mi, sobre cada cosa que hago y digo, me trata como una cosa ya no como aquella mujer con la que se casó y el ya no es el hombre con el que me cace ahora me aterra su presencia, temo por mi cada día, cada hora y segundo, nunca se de que humor esta, que hacer para no disgustarlo, es como si ya no lo conociera, temo decir que lo nuestro tiene ya fecha de caducidad, es una relación demasiado tóxica—

PD de la autora: el texto que encuentren así (ejemplo) son sus recuerdos, cuando los narra o como quieran decirle, me resulto difícil escribir un pasado para Isabelle porque no sabía el cómo narrar todo lo que le había sucedido para llegar a la vida de Marcus

Hasta que los golpes nos separenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora