Hasta que los golpes nos separen

Marcus recuerda?

Retiró el corcho de la botella con un borde de la mesa de centro y lleno dos copas de vidrio y en una de las copas dejó caer dos pastillas azules —brindemos por el ahora y por el conocernos el uno al otro— le tiendo a la atractiva vecina su copa alterada que jugará a mi favor,ella gustosa la acepta y sin parar de sonreír con picardía da tragos a su bebida—si te la acabas hay más vino para ti—gentilmente la dirige hacia el sillón sin despegar mi mirada de ella y de su encantadora manera de morder su labio inferior con los dientes—veo que no pierdes la oportunidad de coquetearme—toma mi mano y me tira a ella haciéndome caer sobre su regazo—veo que estás muy juguetona—ríe y me besa lentamente alarga el beso y me quita la chaqueta justo cuando la tenia comiendo de mi mano metafóricamente se pone a bailar descalza por toda la sala y canta me hace saber que quiere más vino el cual encantado le sirvo, este hace el efecto esperado ya que se ve como tambalea lentamente y pierde el control de su cuerpo cuando cae al sillón riendo y delirando haciéndome saber que esa es mi señal para hacer mi trabajo.

La dejo suavemente en la cama sin pasar desapercibida la mirada en mi de la vecina la despojo de cualquier ropa que la cubre —tengo calor, mucho calor— se queja amarrando sus brazos en mi cuello —eres tan ardiente Dios, no deberías ser legal—pega sus pechos contra mi pecho,veo el momento en el que un mareo se presenta en ella causando que se tumbe nuevamente en la cama—me estoy muriendo ¿que me diste?—reclama saber quejándose de dolor de cabeza—no te preocupes por eso, ya pasará ahora quédate quieta— no cometeré el mismo error de nuevo así que hago un amarre juntando sus manos arriba de su cabeza y la amordazo con unas calcetas—hora de la función—con mis dóciles  manos recorro ambos pechos de ella, se sienten pesados y livianos a la vez, suaves a cualquier tacto que tenga con ellos. Mientras sigo manoseando sus pechos dobló sus largas y delgadas piernas de tal modo que quedó en el medio desgarro en dos su tanga anaranjada y dudarlo un minuto más introduzco mis dedos y masajeo las paredes de su vagina haciendo casi como caricias mientras su espalda se encorva y deja caer la cabeza para atrás gritando aún con los calcetines en su boca, se ve que lo está disfrutando cada vez más al terminar de hacer esos pasos saco mis dedos de ella e introduzco mi pene, me muevo adentrándome en sus adentros penetrándola cada vez más hasta que alancé esa explosión llena de orgasmos repentinos.

Me paro en un punto de la cama que tiene en frente una gran pared de espejos hincada frente a mi está mi vecina que tuve el placer de desvestir hace un par de horas —succiona preciosa— levantó su mentón hago que me mire mientras meto mi pene en su boca y hago que mi esperma o lo que sea que vaya a salir se lo trague sin problemas mientras siento como la excitación se adueña de mi cuerpo y cada centímetro de el, mierda!mierda! y más mierda la perra de la vecina me mordió, mordió mi miembro espero no sea grave el asunto—perra insolente—la tomo del cuello mientras me hierve la sangre y las palpitaciones de mi corazón se escuchan en mis oídos —no sabes lo que acabas de hacer— la vecina pelea porque la suelte, veo como pelea por tocar con los pies la cama mientras me pide perdón balbuceando una y otra vez —te enseñare tu lección— algo en mi pide que me tranquilice y aflojo mi muñeca que tengo apretando su cuello y eso hace que caiga a la cama jadeando buscando aire aprovecha  ese tiempo que tiene para escapar de mi, corro tras ella quien está peleando por abrir la puerta de mi departamento y salir de aquí cuando llego a ella tomo de ella de sus tobillos sonrió con sorna cuando me ve con cara asustada—irse es de mala educación, la estamos pasando muy bien ¿no crees?— la levanto todo pasa tan rápido me da unas cachetadas yo devuelvo los golpes, exploto de ira, estoy iracundo e irracional, un loco como dice Isabelle— no te alejarás de mi—le grito mientras intenta darme una patada , volteamos todos los muebles del departamento, los movemos de lugar hasta que la atrapo tratando de pedir ayuda con el teléfono de la cocina—esta vez no ganarás cielo— la apoyo en la tabla para picar que está en una encimera y con algún cuchillo que tomo del set de cuchillos le hago superficiales cortes en las mejillas para hacerle entender que mando yo aquí pero no se como yo pierdo el control del cuchillo y ahora ella me atraviesa el hombro con el cuchillo, mi grito de dolor resuena en todo el departamento—perra, hija de tu—me estampa una cacerola en la cara y caigo al suelo mientras ríe como una maniática y todo se vuelve negro.

( las escenas siguientes estarán escritas asi que significa que se está hablando de un recuerdo o muchos)

Me quedé observando como el lugar en el que fui criado, torturado, exhibido y humillado era consumido en el fuego que había creado que consumía con sus llamaradas aquel lugar, con su poder arrasaba con todo a su alrededor había algo reconfortante en esas llamaradas  anaranjadas y rojas inclusive ver eso era sanador de alguna forma, presenciaba como había un cierre de ese espantoso capítulo y algo me decía que estaba listo para empezar un nuevo capítulo, emprender un nuevo camino.

Mientras los bomberos luchaban por apagar las llamaradas hambrientas y la policía interrogaba a todos los presentes mi atención se posó en una bella chica de gran cuerpo vestida con traje de policía—¿tienes un lugar en donde quedarte lindo?— mordía un poco su labio inferior mientras tomaba mi mano— estoy segura que nadie notará nuestra ausencia por un par de minutos— sin dejarme hablar me llevo hacia su patrulla policial y me empujo a los asientos traseros —no hay nada que temer—subió y cerro la puerta detrás de ella.

NOTA: ¿que creen que haya pasado en este recuerdo que tiene Marcus? ¿En lo que llevan leído creen que el nació así o fue forzado? Comenten todas sus deducciones y háganme saber que opinan de la historia también den me gusta no lo olviden.