Después del sobresalto que me lleve ya que Marcus tiro las caserolas y la cristalería al piso me puse a limpiar y recoger también le hice el almuerzo ¿porque se habrá enojado? Se que me encontró acostada en la cama y es porque no me podía mover por los dolores de cuerpo y aún me cuesta moverme de vez en cuando suelto quejidos a veces siento como queman mis golpes de la espalda gracias a los latigazos de Marcus con su cinturón. Me concentro en cocinarle unos panqueques con huevos fritos y su licuado de proteínas todo un desayuno como se merece ya que se fue a correr, si Marcus es de esos que se preocupan por su físico, los días de la semana es muy deportivo y el fin de semana se pega unos buenos tragos y chupitos para luego que a mi me toque levantar todo, limpiar su desastre y lidiar con el y su cruda- Marcus el desayuno está listo- se lo dejo en la barra y pasó a nuestra habitación a cambiarme, decido usar algo simple como unos jenas, sandalias y una blusa de tirantes al escucharle en la cocina yo salgo del cuarto y voy a su encuentro.
Limpio los traste sucios que usamos para desayunar luego froto para secarlos y los guardo en su lugar al terminar me lavo las manos y ahora limpio la mesa circular de la cocina mientras hago todo eso todo tipo de música suena en la bocina que esta conectada a mi iPod a veces canto cuando me se las letras. termino la cocina y ahora me encuentro descansando en el sofá de tres piezas teniendo mis pies en el reposa brazos del final del sofá mientras leo alguna novela barata que encontré por algún lugar de este departamento- al fin tiempo para mi, y solo para mi- me masajeo el cuello con unos aceites que compré ya que son para no estresarte y sabe que más cháchara cuando siento que alguien hala de mi sacándome del sillón y me dejan parada en el suelo- ¿tiempo para ti? no creo que tengas eso aquí Isabelle - Marcus me analiza de arriba hasta abajo hace una mueca al ver mi ropa que llevo puesta- ¿quien te dijo que te cambiarás?- sube las cejas y se hace un silencio uno que decido cortar con mi contestación- yo misma porque yo decido sobre mi, es mi cuerpo también Marcus ¿y sabes que? no lo puedes usar a tu antojo y desde ahora te cocinas tú Marcus- me llevo las manos a la boca cuando reacciono sobre lo que acabo de hacer, le conteste a Marcus le hice frente a el un escalofrío me recorre el cuerpo causando que mis piernas fallen y caiga al suelo ¿que acabo de hacer?.
Soy consciente de que si hice eso algo me pasara a Marcus no le gusta que le contesten ni que le enfrenten o desafíen de alguna manera cometí un gran error y lo tendré que pagar caro de inmediato me disculpo con la vista borrosa ya que estoy hecha un manojo de nervios y lloro cual magdalena al calmarme me fijo que Marcus no está cera y que en realidad estoy sola intento retomar el control de mi cuerpo y hacer como si nada hubiera pasado y miro a todos lados- ¿me buscabas?- le veo aparecer a mi lado de inmediato me siento diminuta a su lado mientras el niega y chasque con su lengua siento frío y veo frente a mi la ropa que llevaba puesta hecha pedazos- tu no haces nada sin mi permiso, no haces nada que no te haya dicho cariño- siento su tacto en mis mejillas, me alejo de su toque que se sentía como si me quemara pero sigue tocando mis mejillas y limpia mis lágrimas para luego besarme abruptamente me tira al sofá en el que hace unos minutos me encontraba descansando siento como algo se posa en mi cuello y da giros en el para luego apretarse a mi piel y de inmediato parar mi respiración me veo obligada a pelear con la correa de piel que rodea mi cuello mientras ruedo - Marcus- Marcus por favor no respiro- mi voz sale débil mientas incremento mis súplicas- si me amas no lo hagas Marcus así no eres tú cariño ¿que pasó con el amor que me tenías?- siento como pierdo poco a poco mi fuerza y dejo de luchar - que patética te ves suplicando por tu vida Isabelle, espero hayas entendido la lección- siento como mi cuello se libera de la opresión y vuelvo a recuperar el aire- ¿c- Cual lección?- digo como puedo mirando mis temblorosas manos siento como levantan mi mentón y veo aquellos verdosos ojos de Marcus, esos ojos que aveces me hacen estremecerme ante su presencia- la lección es- corta lo que dice al ver que no le pongo mínima atención y lloro como si mi vida dependiera de ello.
Marcus toma mi mentón de nuevo- la lección y que te quede claro de una vez por todas es que no me importas en lo más mínimo, no me importa si mueres o vives, quiero que entiendas que yo puedo acabar con tu miserable y patética existencia si así lo quisiera- se sienta frente a mi y estrecha sus manos en las mías - no vales nada para mi, nuca lo valiste, vales o valdrás- dice con una voz ronca que logra una vez más darme miedo, sus ojos se ven fríos y parecen verme en el interior, perforar mi alma y ver más allá de mi cuerpo.
Me quejo cada vez más fuerte mientras siento el calor de mi cuerpo elevarse demasiado rápido como si fuera un auto que va a miles de millas por hora o no se como demonios describirlo, describir el como me siento - ayuda, ayuda, por favor- suplicando estoy mientras camino tropezándome con todo de un lado al otro mientras siento como todo me da vueltas y siento muchísimo calor me paro hasta que mis ojos logran dar con el dueño de aquella mirad de ojos verdes fríos - ayúdame Marcus no me siento bien- sollozo mientras me arqueo y saco mucho de aquella cosa verdosa que me quemaba la garganta - ayúdame- grito con desesperación mientras caigo al frío piso y me dejo ir a la espesura negrura mientras siento como mi respiración se acelera mientras mi cuerpo parece un terremoto.
ESTÁS LEYENDO
Hasta que los golpes nos separen
Короткий рассказIsabelle Es un desastre Es una sumisa, Marcus es el dominante Están casados, ella se casó a la fuerza, su matrimonio es tóxico Si ella lo desobedece le pega