La cena

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Termino de maquillar mi cuerpo y cara para tapar mis moretones mientras unos brazos se enrollan en mi cuerpo, siento sus cálidos besos en todo mi cuerpo mientras manos soban mis caderas - estas tan preciosa hoy Izzy-Su lengua recorre mi cuerpo mientras sus manos toman mi cuello- eres tan perfecta y mía- me siento dejar el piso y el frío del lavamanos cala en mi piel -ahora déjame gozar de tu cuerpo- se mete entre mis piernas sus manos viajan a mis entrepiernas.

Me remuevo en la cama mientras siento las sábanas enredarse entre mis piernas me estiro hasta topar con la cabecera de la cama mis pensamientos vuelan a los recuerdos de lo qué pasó entre Marcus y yo, la bañera caliente y muchos arrumacos, mis mejillas arden mientras cargo en mi cara con una sonrisa bobalicona- eso fue... bueno Isabelle  ahora cámbiate que tendremos una cena- dice Marcus saliendo del baño con una toalla en su torso y gotas de agua deslizándose por su anatomía - haces algo mal o me avergüenzas Izzy- no escucho lo que sigue porque se que si hago algo que no sea de su agrado, lo avergüenza me va mal, mal con grandes letras ya que hablamos de torturas y no se si sabe los límites o si haya algunos para el.

Me pongo un vestido rojo ceñido a mi figura y sin escote alguno ni corto a Marcus no le gusta que enseñe cuerpo ni piel y le molesta que otros me vean como es el caso de nuestro vecino Tommy un agradable chico recién salido de la facultad se había mudado y quedó como vecino nuestro, a veces lo invitaba a pasar un rato conmigo hubo coqueteo no lo niego y hubo un revolcón el fue en ese caso amable y caballeroso más dulce a comparación de Marcus al tener sexo en fin Marcus nos atrapó y el pobre está en rehabilitación para poder caminar de nuevo y no lo volví a ver- pobre Tommy eras mi única compañía- digo mientras me maquillo las cejas, pómulos y boca - tu si que eras un caballero- dejó salir un suspiro y luego caigo en cuenta de un gran gran error que acabo de cometer - ay Dios- voy hasta la puerta de la habitación y observo que Marcus no se encuentre cerca ya que hable de un hombre que no es el.

Me siento palidecer cuando siento la respiración de alguien pegar en mi cuello cierro los ojos y maldigo internamente - ¿me buscabas amor?- Su voz rasposa resuena en mi cabeza mientras me gira para verlo cara a cara- ¿estás bien? Te veo pálida no te quiero indispuesta para nuestra cena- sonríe débilmente se que ya sabe lo que hecho y no se que espera para ponerme una mano encima-así que hablando del pequeño Tommy, no quiero que mi chica piense en un hombre que no sea yo- le veo subir la palma de la mano para abofetearme, me quedo esperando un golpe que jamás llego ya que fue interrumpido por el sonido del timbre avisando qué hay visita- deben ser tus padres que ya llegaron, vístete y por favor compórtate Isabelle - sale sin apresurar su andar y lo pierdo de vista, busco y busco de nuevo algo que ponerme en mi armario para la cena con aquellas personas que me trajeron al mundo, que para nada tienen merecido llamarse padre y madre.

Me pongo un vestido largo color carmín que cubre todo mi cuerpo a la perfección, al rededor de mi cuello me pongo algunos collares de cuentas para cubrir los milésimos intentos de sofocos y mordeduras de vampiro que el me deja a la hora de tener intimidad, tomo las tenazas y rulos para hacerme mi cabello y al final me coloco un par de zapatillas.

En el momento que llegó hasta la puerta para ver a los invitados Marcus me rodea la cintura con sus brazos- luces magnífica mi amor-dice dulce mientras deja un suave beso en mi cien- hola padre, hola Julianna- digo mientras los invito a pasar a mi hogar, pasamos a la sala donde nos espera una mesa en forma de ovalo preparada para nuestra velada en familia, cada quien tomamos asiento y quedamos de la siguiente manera: mi padre en la cabecera de la izquierda, Juliette a su lado, Marcus frente a Juliette y yo en la cabecera más alejada de ellos es mejor que mantenga las distancias así estaré bien durante la velada solo espero que transcurra lo más normal posible y sin percances.

Juliette sonríe amplio dejando mostrar sus arrugas de las mejillas- Marcus ¿como va el trabajo?- dice con su voz chillona a lo que Marcus no duda en responder- hubo un recorte de empleados, muchos quedaron sin trabajo entre ellos yo, extrañare trabajar en la fábrica pero por el momento estaré aquí en casa con Isabelle- dice sin más no me preocupa que Marcus se quedara en trabajo pero si que esté en casa conmigo y el que no haya flujo de dinero ya qué hay que pagar el alquiler del lugar entre otros gastos- Marcus que horror, no supieron valorar el buen trabajo que hacías en esa fábrica, espero encuentres trabajo pronto ya que Isabelle es una holgazana y no aporta nada a esta casa- me mira como quien mira una mosca y esta a la espera de matarla con el periódico- no soy holgazana y si aportaba algo, y eso se llamaba amor y dinero Juliette- la miro fijamente sonriendo- hay cari que pena que no te hayas enterado, pero ya no hay relaciones basadas en el amor, ahora es de dinero y ver quien manda en los matrimonios de lo contrario fracasarían ¿porque crees qué hay tantos divorcios? Por suerte para ti hay quien manda y ese es Marcus. Pone mano dura en la relación y evita que te descarriles y te vayas directo al precipicio- termina lanzándome miradas acusatorias mientras la fulmino digo- ¿porque no dices las cosas como son en vez de andarte por las ramas?- ahora si el ambiente se siente cargado y nadie podrá parar la batalla de batallas que se liberara aquí mismo- Ella deja lo que hacía y me mira- de acuerdo te tomaré la palabra, lo que yo digo es que eres una ilusa, no eres nada,eres débil y tienes suerte de tener a un hombre como Marcus a tu lado, es necesario que te ponga mano dura ya que descarriar tu vida mírate nada más alcohólica patética no tienes nada que ofrecer- por el bien de todos dejó pasar lo que dijo y me dispongo a comer, al terminar la cena voy por el postre a la cocina.

Hasta que los golpes nos separenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora