Lo siguiente que veo es la madera roída del techo, el techo que pierde su color cada vez con el tiempo tal parece que el tiempo también es el enemigo del techo ya no es lo que era cuando vivíamos los primeros años en esta casa, los primeros años Mary Ann y Tina eran buenas conmigo no me decían gusano ni me trataban mal, madre era una buena madre conmigo y no se comportaba como ahora,muevo levemente la cabeza hacia la derecha para encontrar a madre frente a mi sonriente mientras acaricia mi pecho desnudó —lo hiciste increíble nene—su respiración tibia da contra mi cara sin ninguna expresión. Siento sus piernas enrollarse con las mías le veo morderse el labio inferior y como puede sube a mi pequeño y flaco cuerpo sus senos rozan con cada parte de mi pecho acto seguido se encorva y lleva su cabeza para atrás mientras me rasguña como si eso fuera una señal me muevo mecánicamente como se hasta que veo que parece que brinca arriba de mi sonidos guturales y jadeos salen de ella—oh Dios, así cariño no te detengas—me chilla varias veces.Más tarde ese día frente a mi se cocía en la sartén mis huevos que hacía para desayunar, de un lado mío tenía la tabla de picar con el jitomate partido en diminutos cuadritos al igual que la cebolla estaba tan concentrado en lo que hacía en la cocina que no escuche cuando Mary Ann entro a la cocina—gusano estamos solo en casa, ¿listo para pasar tiempo de hermanos?—dice con evidente sorna mientras noto que mastica una gran manzana rojiza la siento detrás de mi —es una lástima que mamá haya dejado su juguete favorito —siento su nariz en mi cuello y le escucho inspirar fuertemente para luego marcharse a sentar y justo cuando se cansa de esperar sale de la cocina dejo salir el oxígeno que contenía y como mi huevo que me prepare después de acabar lavo mis trastes y limpio la cocina, tomo rumbo hacia mi cuarto cuando por un recoveco de la puerta de la habitación de Mary Ann aparece justamente ella quitándose la blusa con sumo cuidado después ya terminada de quitarse la blusa se quita lentamente su sostén color piel y deja su pecho al aire para luego girarse y hacer sus vueltas de bailarían junta sus piernas y se pone en puntitas en cada voltereta que da se ve más radiante mientras más la veo más me duele mi parte de abajo y la siento dura cada vez más dura como si estuviera haciéndose piedra o una gárgola la veo tomarse el tirón de sus pantalones vaqueros color gris y desplazarlos por su sedosa piel dejo escapar mis respiraciones entre cortadas mi corazón martillea demasiado no se cómo pero Mary Ann nota mi presencia por un momento temo que cierre la puerta y no me deje ver esta cosa que me hace sentir raro en todo el sentido de la palabra sentir esto me asusta pero pasa lo contrario me hace pasar. Abro los ojos la oscuridad cubre cada cuadrante de mi habitación al pararme escucho el rechinar de mi cama oxidada entro al baño a tomarme una ducha mientras dejo el agua recorrer cada milímetro de mi cuerpo siento que el corazón se saldrá de mi caja torácica, siento mi garganta seca y la boca pastosa hay muchos sentimientos ajenos a mi conocimiento apoderándose de mi ser me da miedo estas nuevas sensaciones que estoy experimentando cuando creo que ya he tenido suficiente cierro la ducha y salgo de ahi rápidamente me visto con un jersey viejo y roído cuando menos pienso y retomo control de mi cuerpo estoy frente a la cama de Mary Ann estoy dentro de su habitación con la puerta cerrada después de tanto luchar contra estos extraños sentimientos dejo que se hagan cargo esta vez y veré a donde me llevan de un momento a otro me veo adentro de la cama de mi hermana mayor siento mi contacto en todo su cuerpo sin ir hasta abajo de su cintura cuando percato que se mueve depósito un pequeño paño entre su nariz y boca se que lucha porque veo su mandíbula tensarse varias veces y forceje hasta que en algún momento deja de moverse retiro las sábanas que la cubre y le doy vuelta al cuerpo de ella que queda boca arriba mirando al techo sin aviso acaricio cada parte de su perfecto rostro dios, es tan bella repito mientras concentro mis fuerzas en deshacerme de su largo vestido que usa para dormir, lo rajo con mis manos y una vez terminado siento su calidez del cuerpo —eres toda mi ahora, estas a mi Merced hermana— sin pensarlo dos veces rajo también su braga o no se que sea pero tiene el mismo uso que un calzón para hombre con mi boca recorro su cuello mientras saboreo cada parte de su piel otra vez siento ese dolor en mi miembro pero ahora no temo a ese sentimiento ahora me entrego enrollo mis manos en su diminuta cadera y tal como madre hace conmigo separo sus piernas poniéndolas en extremos contrarios me ubico entre ellas y hago cada movimiento y ruido que madre hace tantas veces con mi repetidas veces como puedo y con una perfección que me sorprende.
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Hasta que los golpes nos separen
ContoIsabelle Es un desastre Es una sumisa, Marcus es el dominante Están casados, ella se casó a la fuerza, su matrimonio es tóxico Si ella lo desobedece le pega