Hande se despertó a la madrugada y no sintió ruidos. "Ojalá Murat se haya ido" pensó. Dejó pasar un rato y buscó su teléfono para mirar sus redes. Se sorprendió con IG y el aumento de seguidores. Buscó los mágazines y leyó los comentarios sobre Murat y esa chica que vio en su casa. No sintió nada, es más, pensó que era la excusa perfecta para terminar de una vez.
Se hicieron las 6.00 am y se levantó, tenía el cabello todo ensortijado, se hizo un rodete, se vistió, fue al baño y se puso alguna crema.
Recordó la valija al abrir la puerta y con asombro la observó en el mismo lugar. Tomó fuerzas y la bajó al living, no sin antes poner llave a su dormitorio. No había señales de Murat, salvo el desorden de botellas y restos de comida por toda la cocina y la sala de estar. Pensó que la mucama se encargaría, pero antes sacó fotos.
Su coche ya la esperaba con su chófer a bordo, y partió hacia el set.
Llegó deseosa de tomar un café y al abrir su caravana quedó sorprendida con lo que encontró: sobre la mesita había una bandeja lista con un desayuno para dos y una tarjeta que rezaba "estoy a dos pasos, si me dejas pasar, golpeo tu puerta" y un ❤.
Ella, le mandó un mensaje con dos palabras "te espero".
Kerem parecía estar detrás de la puerta, porque de inmediato se escucharon dos golpecitos y pasó al interior. La miró sonrojado y fue hacia ella y ambos se fundieron en un abrazo. "Gracias " dijo Hande. "Aquí estoy" dijo Kerem.
Desayunaron, hablaron de lo que les tocaba ese día, se rieron, y el ánimo de Hande mejoró. A las 8.00 el director los llamó y ya estaba todo el elenco.
Hande debía cambiarse, maquillarse y peinarse, por ello caminaron junto Kerem a sus caravanas. En ese momento vieron a una persona de la custodia traer un enorme ramo de rosas rojas con una tarjeta para Hande. Ella se ruborizó, sabía de donde vendrían. Leyó la tarjeta que decía "Perdón mi amor, luego paso a buscar tus besos" "Murat". Kerem también vio el ramo de flores y se encerró en su caravana.
Hande dejó el ramo, como al descuido, sobre una silla; enseguida le llegó un mensaje de Murat, que ella no contestó. Entraron las personas que se encargaban de su imagen y en media hora estaba lista a la espera de ser convocada a escena.
Ese día Kerem se fue temprano, se despidió de Hande desde la puerta. Hande se quedó dos horas más y partió a su casa. Cuando llegó eran las 4.00 pm.
Lo primero que vio, al abrir la puerta, fue a Murat que le estaba sonriendo.
-No trajiste las flores?- le dijo, pretendiendo darle un beso. Ella lo apartó y le dijo en forma directa -Quiero que te vayas hoy de mi casa, nuestra relación se terminó!!! Tienes esa valija con la ropa que usas, la otra ropa y tus cosas te las envío a la casa de tus padres- usó un lenguaje educado pero firme, a ella no le gustaba discutir.
-Me estás echando? Después de tres años me tratas así? No hay una explicación?- atinó a responder Murat.
-Explicación me pides? Estaba anoche entre tus amigos!! Quieres más? Desde hacen varios meses entras y sales a tu antojo!! Cuando falleció mi madre no me acompañaste!!! Yo no necesito más para entender de que no hay nada entre nosotros- dijo Hande en un tono más subido.
- Ah claro, ahora tienes a ese muñeco rojo que te endulza los oídos, porqué no reconoces que me eres infiel con ese idiota? Crees que no ví los mensajes que te escribe? Me tomas por estúpido!!!- reaccionó Murat en un último intento.
-Ahora sí!!! Si te respetaba algo, se terminó!!! Has estado espiándome y yo voy quedando como una cornuda por todos lados!!! Ese, al que dices idiota, es la persona más respetuosa que yo pueda conocer!!! Y no voy a explicarte nada más!!! Para mí, se acabó todo. Y te digo más, anoche comieron y bebieron a mi costa, ni siquiera tienes dignidad. Sal de esta casa ahora mismo!!! No quiero pedir a un abogado que inicie acciones. Buenas tardes y no me molestes- es lo último que dijo Hande y subió las escaleras a encerrarse en su cuarto.
ESTÁS LEYENDO
El hilo rojo de un amor
RomanceEllos nunca se buscaron, el destino los unió por ese designio del hilo rojo invisible.