23 - A pesar de todos

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Los días transcurrían tranquilos y la convivencia se hacía cada vez más placentera. Aprendían comportamientos del otro y se daban cuenta que ya sería imposible no estar juntos todo el tiempo. Se extrañaban en los cortos lapsos en que cada uno tenía alguna actividad en solitario y los reencuentros eran apasionados. Aprendieron a contarse todo lo que habían hecho lejos del otro, no por control, sino por necesidad de estar compenetrados y también buscar un consejo si es que debían tomar decisiones.
En la casa, se dividían las tareas sin rutinas, sino que lo hacían a medida que surgían las necesidades. Tres veces por semana contaban con una persona para realizar los trabajos que demandaban más tiempo. También estaba otro colaborador que se ocupaba de las perros de Hande. En los primeros días Héctor, el perro de Kerem, estaba en una guardería, porque la convivencia canina era conflictiva, sobre todo entre Héctor y Niebla. Pero Kerem se ocupaba de llevar a su perro de paseo y dedicarle algún tiempo.
Hande conoció al Kerem comprometido con causas humanitarias, al que opinaba y decía su pensamiento sin importar lo que pudieran causar sus palabras en los que no compartían sus ideas. Era cierto, el fue un adolescente al que costaba mucho dominar, y luego un hombre al que le llevó un tiempo centrarse y apartarse de las tentaciones de su status social. Hande más simple, sólo tuvo la rebeldía adolescente, a la que dejó de lado para trabajar porque no tenía una familia adinerada y ella deseaba progresar en su carrera profesional y económica.
Todos estos antecedentes previos, hacían que la prensa amarillista los buscara en todo momento, porque sabían que ellos vendían demasiado en el mercado de consumo de las noticias farandulescas y más aún cuando había tanta incertidumbre en la vida privada de estos actores.
El invierno no daba tregua. Hande y Kerem se movilizaban cada uno en su vehículo para ir al set, pero para llegar hasta la ruta despejada de nieve, utilizaban una camioneta especial que los llevaba por el condominio.
En uno de esos días, cuando estaban dejando la camioneta para subir a sus autos, los sorprendieron los paparazzis con cámaras y los filmaron. A las pocas horas, todos los medios se disputaban la primicia con títulos catastróficos y publicando como noticia escandalosa que "Hande y Kerem dormían juntos", otros que la pareja "compartía vivienda sin estar casados". Ello provocó un gran enojo en ambos, pero ninguno de los dos salió a desmentir ni a aclarar estas noticias.
Hay tanta hipocresía en este pueblo que hay cosas que no se hacen, momentos en los que no se hace, y rituales que sí se hacen, el casarse con niñas, el acuerdo de casamiento entre miembros de algunas familias, las infidelidades, la falta de código tanto de hombres como de mujeres y, debajo de todo esto, la idea de que la felicidad trae consigo alguna desgracia y que ser un poco desdichado es más provechoso que ser afortunado.
En Turquía, son muy pocos los que se casan "por amor". El mandato social es tan imponente que hasta los más modernos se enfrentan ante esta disyuntiva. La pasión turca es intensa pero efímera. Aparece intensa pero después se esfuma, se quema, y pareciera ser que no pudiera llegar a convertirse nunca en amor. Y sin embargo, en el fondo, hay un perfume de desamor, un gusto amargo a nostalgia de un pasado que nunca ocurrió o de un futuro que no es posible, como si se hubieran ganado mil batallas pero a último momento se hubiera perdido la guerra.
Los artistas no están exentos de estos mandatos, sólo que "transgreden" ciertas pautas porque generalmente poseen influencias de sociedades más heterodoxas.
Kerem vivió muchos años fuera de Turquía y de ellos, la mayoría, en una sociedad con costumbres totalmente opuestas como lo es Estados Unidos. Hande, si bien mantiene muchos códigos culturales de esa sociedad, ha sabido liberarse de los extremos que coartan libertad de acción y pensamiento.
Ellos en su relación convinieron en mantenerse al margen de los cánones conductuales perversos y dramáticos que desconocen sentimientos y privilegian lo ancestral.
Obviamente, al verse expuesta su relación de esa manera y en esos términos, hubo un grupo de fans que cuestionaron la relación y pedían a diario el casamiento, con lo cual podrían apiadarse de los "sentimientos" de la pareja. Los fans extranjeros festejaban las noticias y se imaginaban cumplidos los sueños de amor que tanto habían alentado.
La prensa turca, se envalentonó más con la indiferencia de la pareja y comenzaron a perseguirlos en todo momento buscando sacarles alguna declaración. Al no obtener nada, recurrieron al chantaje. Si, no les importó nada. En ese contexto, usaron algunas relaciones en redes sociales de Hande para vincularla en una situación amorosa con Murath Sardohan, el empresario dueño de la constructora que había realizado trabajos en la casa rosa.
Estaban Hande y Kerem en la caravana del set, cuando Didi llamó.
- Hola Hande, cómo estás? Con quién estás? - interrogó.
-Estoy en el set, en un descanso, está Kerem acá. Qué ocurre Didi, noto algo raro en tu voz- fue la respuesta de Hande.
- Tengo que decirte lo que acaban de publicar. Para los medios eres la amante de Murath Sardohan, dejaste a Kerem por él, después de la convivencia se terminó el amor que le tenías- relató Didi, entre enojada y dolorida.
- Qué!!!?? Hasta donde creen que van a ir estos perversos? Quieren acostarse en mi cama? Los detesto!!! No pueden inventar semejante falsedad- explotó Hande.
-Que sucede mi amor?? - preguntó Kerem tomando el teléfono y hablando con Didi, quien le explicó con detalles lo que habían publicado.
- Didi por favor, por todo lo que me contaste, como eres abogada, patrocina a Hande en una demanda hacia todos los medios que la difamaron, y yo instruiré a mi abogado para que haga lo mismo. Quiero que les exijas que se retracten. Pero sé, que esto va en contra de mi. Hay personas que ya amenazaron, se de donde viene- manifestó Kerem a Didi.
Kerem estaba indignado y Hande lloraba en un rincón de la caravana. El fue a abrazarla y consolarla, mientras le decía que "sea fuerte, que se encargaría de que los autores de esas falsas noticias se disculparan con ella".
Hablaron al director, pidiéndole que los excusara de participar en el rodaje de ese día.
Se retiraron cada uno en su vehículo, y afuera estaban los escribas esperando por alguna declaración. Hande le pidió al chofer que parara, bajó el vidrio del auto y todos vinieron cual buitres al acecho. Con mucho aplomo y disimulando la indignación, se limitó a decir que " no hablaría de su vida privada y pidió respeto hacia su persona", no dijo nada más a pesar de las preguntas directas que le hacían.
Terminó de hablar y se fue con rumbo desconocido para los periodistas, quienes afirmaban que la negativa de Hande de realizar declaraciones no hacía más que confirmar lo que habían publicado como primicia.
Hande llegó a su hogar, luego de pasar por lo de Gamze y entre ambas buscar razones para tanto ensañamiento. La hermana mayor la tranquilizó un poco.
Kerem ya estaba en la casa, había preparado algunos bocadillos y un poco de café para esperarla. Salió a su encuentro, ni bien escuchó el auto y la abrazó protector. Ella necesitaba ese abrazo y se colgó de sus hombros. Juntos entraron y Kerem la llevó a la sala donde tenía previsto atenderla y hacerle comer algo. Estaba demasiado delgada en ese tiempo por el estrés y el exceso de trabajo.
Se sentaron en el sofá cómodo y Kerem comenzó a ofrecerle lo que había preparado, ella aceptó comer un poco y bebió el café con muchas ganas. El hizo lo propio, y comentó a Hande:
- Recién hablé con Murath, me dijo que había visto las noticias y que te quedaras tranquila, él no hará declaraciones y ni siquiera está en el país. Me dijo que después lo hablaras si deseas. Seguramente, me comentó, su familia será la más sorprendida, pero ya hablaría con ellos-.
- Gracias, amor!! Te agradezco que me alivies un poco, no sabía como hablar con Murath. Si tengo ánimo, luego lo llamo. Creo que hablé una vez con él, siempre tratamos con su arquitecto- respondió Hande y acotó:
- Hay algo que necesito me digas con toda sinceridad, confías en mí verdad?? No necesito aclarar nada contigo? Estoy tan dolida, que saber que esto te produjo alguna duda o pensamiento oscuro ahondaría mi pena- preguntó Hande.
- Ninguna duda!!! Ni lo pienses, ya hablé con mi madre también!! Ni yo ni nadie desconfia de ti. Tranquila mi amor!!! Estoy acá, contigo, para protegerte y cuidarte. Te amo, lo sabes. También se que amas, no necesito nada más- la tranquilizó Kerem, llenándola de besos y caricias.
Lo que no le contó, fue que realizó una serie de movimientos con algunos periodistas allegados y que lo conocían, sabían que esta vez no jugaba y que deberían volver atrás para no tener que afrontar las consecuencias de un juicio. Por suerte la familia Sardohan era muy poderosa y no insistirían con esas publicaciones.
Lo que nadie se imaginaba, es que Hande y Kerem nunca se separaron. Estuvieron juntos todo el tiempo, hicieron la mismas cosas, lo único que cuidaron mucho es su relación con la prensa y dejaron de atender a los mercenarios que habían faltado a la verdad.

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xxxx Esta publicación es solo ficción, cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia.
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El hilo rojo de un amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora