El hilo rojo de un amor

4 - El contexto inesperado

Habían pasado pocos días de la reunión y el país entra en confinamiento. Una pandemia azotaba al mundo y ponía en peligro la vida de mucha gente. No existían tratamientos ni vacunas por lo que los países optan por cerrar sus actividades normales y recluir a sus habitantes en sus casas. Sólo se mantienen los servicios esenciales.

Hande y Kerem pertenecen al mundo del arte y por ello su actividad se ve interrumpida. Debían encontrar una forma de mantener activo el proyecto.
Gunfer y la manager de Hande resuelven convocar a los actores a la oficina de Gunfer para coordinar acciones.
Kerem ansioso, busca alguna manera de llamar la atención a Hande. Pasa por un lugar dónde venden unas ciruelas turcas y compra un kilo y medio. Así llega a la reunión en donde Hande está con Niebla, uno de sus tres perros.
Kerem entre risas dice que no sabía que llevar y ofrece las ciruelas. Hande se sonríe por esa ocurrencia y toma una.
En la reunión deciden comenzar a estudiar el guión mediante zoom y además convienen en contratar los servicios de un coach para que pueda ayudar a Hande y Kerem a conocerse y hacer más fácil la composición de sus roles.
Durante toda la charla Kerem estuvo haciendo bromas, entre nervioso y aturdido por la emoción, mientras iba devorando las ciruelas hasta que no quedara ninguna. Su estómago comenzó a doler y a la media hora tuvo que correr al baño.
Hande y las dos representantes no podían más de la risa por la situación.
Kerem salió nuevamente rojo del baño y pidió disculpas por su descontrol. Las tres rieron alegremente y Hande dijo que esa anécdota la tendría que contar como cábala, porque si lo hacía significaba que la serie había sido un éxito. Kerem lo prometió sin más remedio.
Finalizó la reunión y cada uno fue a su casa.
Ni bien llegó Hande a su casa, Kerem estaba llamando para disculparse y manifestar que sentía mucha vergüenza. Era una video llamada por lo que Hande se apenó de verlo tan compungido y lo animó, diciendo que ella hará lo mismo en el próximo encuentro. Acaban riendo y se ponen de acuerdo para empezar a leer el guión, ya por zoom. Para ello, se comprometen a hacerlo al día siguiente a las 2.00 de la tarde.
Kerem, trata de olvidar lo ocurrido ese día y comienza a pensar como encarar los encuentros virtuales.