Letters...depression...goodbye

18.- Seguir vivo.

Solo queda un capitulo más y el epílogo para despedir esta historia.

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Kirishima y Bakugo se habían quedado junto a Denki en todo momento, pero el rostro del chico se veía aún más cansado, por lo que ambos definieron que era momento de marcharse.

—¿Se irán? —Denki parecía un poco preocupado.

—Debes descansar. — El rubio explosivo parecía igual o más cansado que el otro sobre la cama. — Y no necesito comer algo o simplemente me desmayaré.

Denki no sabía si era mentira o no, pero al ver a Kirishima junto al rubio, supo que no era el único que estaba realmente agotado en ese momento.

—¿Volverán?

—Claro bro, tenemos que traerte la tarea. — Kirishima sonrió cuando el puchero en el labio de Kaminari se hizo más prominente. — Muchos querían venir, creo que toda la clase quería estar aquí hoy, pero solo nosotros pudimos, pero mientras los médicos y el profesor Aizawa lo permitan, estaremos contigo.

—¿Queda alguien más?

—Solo Shinso...

Denki sintió que la cama que lo sostenía desaparecía, era casi como que fuese a caer de golpe, no había pensado en Hitoshi, no había pensado en esa carta, no había pensado en que probablemente su relación había terminado y tenían que darle un cierre, uno que no quería enfrentar, no, en realidad no sentía que sus fuerzas llegasen a ser las necesarias para renunciar a Shinso, para renunciar a la única persona que lo hacía sonreír, la única persona por la que había dudado tantas veces sobre si debía o no quitarse la vida, ahora tenía que renunciar a su única razón para vivir.

Notó la mirada de Kirishima y Bakugo, probablemente su rostro reflejaba más angustia de la él mismo había querido demostrar. —Podemos decirle que estás muy cansado o qué estás dormido, no tienes que hablar con él si no te sientes en condiciones. — El pelirrojo le sonreía de manera calmada.

—No tienes que guardarte todo, si las cosas se salen de control, seguiremos aquí, no nos iremos de tu lado...— Las palabras de Bakugo hicieron que el corazón del rubio se encogiera un poco, normalmente no se sentía apoyado y en solo una tarde, una extraña sensación de calor parecía estarlo rodeando.

—Estoy bien, si quiere pasar y hablar, está bien.

Ambos asintieron y caminaron a la puerta, esperando que encontrarse con los demás, quienes seguían en la sala, con el rostro de cansancio.

—¿Cómo sigue? — Aizawa miró a los jóvenes, Bakugo estaba recargado en Kirishima, apoyado su cabeza de manera agotada.

—Está cansado, parece agotado, pero quiere ver a Shinso, si quiere entrar...

El pelimorado estaba junto a la ventana, incluso había permanecido alejado de Monoma, quien estaba bastante alterado hasta ese momento.

—No es necesario que entres si no lo deseas...— Monoma habló, aunque no era la persona más agradable en la habitación, conocía a Shinso y sabía que lo que Denki estaba viviendo no era normal, no era fácil y no sería nunca fácil de llevar.

—Quiero...

Shinso no había podido dejar de pensar en la imagen de Denki colgado, en como se veían sus ojos, en como su pecho no se movía, en ese tono morado que había en sus labios, abrió la puerta con lentitud.

—Hola Toshi...— Denki lo miró al entrar, estaba dudoso, no sabía que esperar, había entendido que los sentimientos de Monoma no eran los que había pensado, pero no sabía si los de Shinso estaban realmente definidos, tampoco sabía si lidiaría con un intento de suicidio, con un novio o si quiera un amigo que te mire, como eso, como un amigo con una depresión demasiado extrema. —¿cómo estás?