13.- ¿Somos amigos?

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Aizawa había insistido en que el rubio volviese a la cama, por lo que, en silencio, sus compañeros habían entrado a la habitación donde Denki estaba.

—Hola...—El pelinegro había entrado, con la mirada baja, se veía cansado y más ojerosa de lo que el rubio, pero no le hablaba, su boca estaba cerrado, pero el rubio sentía la tensión y hablaba tratando de que, de alguna manera, una de las conversaciones más incomodas que jamás había pensado podría tener, sucediera. —Debes estar molesto, no quiero pensar en todo el alboroto que causé, Bakugo destruyó la puerta, lo sentí hacerla volar ¿tendré que pagarla? ¿cuánto sale reparar una puerta? Podría conseguir un trabajo de medio tiempo, sé que la escuela no permite eso, pero me gustaría...

—No eres un idiota y no hiciste nada para que yo me alejara.

—¿Qué?

—Dijiste que, dijiste eso, que pensabas que alguna idiotez había logrado molestarme, había logrado que me alejara y no es la verdad.

—La carta.

—Si, la carta, la carta me hizo me ver lo mal amigo que estaba siendo. — Sero se había acercado a la cama, sin levantar la vista, sin atreverse a mirar. — Yo soy el idiota, yo no pude ver, yo no pude, no tenía la confianza, no sabía bien que era lo que me pasaba, estaba asustado. — Sero se llevó la mano al pecho y se apretó la camiseta. — Quería gritarle al mundo que tenía una relación, que me estaba volviendo loco de solo pensar en lo guapo que era Iida y quería decirlo, decírselo a mi bro, pero ¿y si no me aceptabas?

—¿Cómo no iba a aceptarte? Sero soy gay...

—Pero yo no lo era, me escuchaste criticar a muchos por su forma de amar y yo no quería ser juzgado.

—Jamás te hubiese juzgado, jamás...

—Pero yo lo hacía, yo me juzgaba, ¿y si no era la mitad de bueno en mi relación de la relación que tienes con Shinso? ¿Si no puedo ir y amar a Iida nunca? ¿Si no puedo ser la mitad de bueno de lo que Denki es?

—¿Crees qué soy bueno?

—Bro...— Sero levantó la vista y con el rostro bañado en lágrimas, agregó. — Eres el mejor bro, eres la mejor persona que he podido conocer, eres de las pocas personas que es real siempre creí que nada te asustaba y siempre pensé que me hacías una mejor persona, un mejor amigo.

—Hablas en pasado, ¿ya no me consideras una buena persona? —Kaminari sintió el peso de sus palabras, no había meditado que eso pudiese pasar cuando hablaran, no había pensado que alguno de ellos podía reclamar, que más de alguno podría ahora criticarlo o darle la espalda, era posible pensar en que alguno de ellos quisiera considerar amigo de alguien tan asqueroso como él.

—Te considero la mejor persona de este planeta, pero ya no puedo considerarme tú amigo. — Las palabras de Sero se clavaron en su pecho, como si su corazón estuviese siendo apretado.

—Claro...—Sintió su voz más estrangulada, se sentía más deprimido que antes, empezó a apretar las blancas sabanas entre sus dedos, incomodo y buscando que las lágrimas no salieran de sus ojos. — No merezco tener amigos con el tipo de persona...

—No eres tú quien no merece nuestra amistad...— Sero lloraba. — Yo, nosotros, todos los que no vimos lo mucho que te heríamos, todos los que tuvimos algo que ver, somos quienes no merecemos ser tus amigos Den.

—Sero

—No puedo llamarme tú amigo si no vi lo deprimido que estabas, no puedo creer que no pensé, que no noté que querías quitarte la vida, no noté que...

—No podías saberlo...

—Debí notarlo. — Sero levantó la cabeza, ya estaba junto con al rubio y había tomado una de sus manos. — Había indicios, había cosas que estaban mal en tu forma de actuar, podía verlas, pero me cerré, estaba tan ilusionado junto a Ten, que yo, que yo creí que todos éramos simplemente felices.

—Tienes derecho a ser feliz, ser mi amigo no te obliga a que estés sobre mí, a que estés cuidándome, el primer amor es lo mejor y tú lo estabas disfrutando

—Me hubiese gustado mucho disfrutar esa felicidad junto a ti, a tu lado, cómo mi amigo, como el amigo que eres.

—Sero.

—¿Puedo ser tú amigo?

—Claro, eres mi amigo, mi mejor amigo...— pero la frase murió en sus labios cuando los brazos de Sero lo rodearon y lo apretaron bruscamente. —Sero...

Ambos conversaron por un largo rato, pero Sero se levantó, mirando con un poco de culpa al rubio. — Me encantaría quedarme, pero aún quedan muchas personas y aún tenemos horario de llegada en la escuela.

—Sero...— Denki estaba inseguro. — Alguno de ellos. — Dudo. — Alguno de ellos está molesto conmigo ¿por lo que pasó? ¿por lo que hice?

—Están molestos, pero no creo que sea contigo.

Sero salió y dejando al rubio un poco molesto e incómodo, pero seguro de querer escuchar a los demás, todos tenían las cartas, era momento de actuar con honestidad.

Letters...depression...goodbyeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora