Letters...depression...goodbye

3.- Primera carta...Profesor Aizawa.

Uno de los agentes encargados de revisar el suicidio del rubio había llegado temprano con las cartas en las manos, su quirk no dudaría para siempre, por lo que esperaba que las personas que recibieran las cartas reaccionaran pronto, de lo contrario la oportunidad se les escaparía para siempre.

—Detective. —Aizawa miró al hombre, era temprano, demasiado para el gusto del profesor, aunque en realidad no había podido dormir ni una hora. —¿Se han terminado los peritajes?

—Profesor, debo decir que si, se están entregando los reportes al director y la asociación de héroes ya está enterada de las medidas y de las decisiones de la familia.

—Es correcto que pregunte ¿cuándo llegará la familia de Denki? —Aizawa sentía su garganta apretaba, pero deseaba ver a la madre del rubio, deseaba realmente disculparse.

—Lamento informarle profesor Aizawa, que la familia a solicitado mover el cuerpo directamente, ellos no se presentaran.

—¿Cómo que no se presentarán?

—La madre del joven solicitó el retiro directamente desde la morgue por parte de los servicios fúnebres, no desea ver el cuerpo, desconozco más información. — el detective extendió los sobres. — estas cartas formaban parte de la evidencia, pero considerando todos los sucesos, es correcto que lleguen a manos de sus destinatarios. —Aizawa miró los sobres, pero la duda era lo que se reflejaba en su rostro. — Las cartas son para varios miembros de la escuela, son en su mayoría despedidas, no creo que nada de lo que este muchacho quisiese decir les haga daño.

—Me asusta que algún otro alumno quiera o termine...

—Entregue las cartas profesor, las cosas pueden mejorar.

El pelinegro se llevó los sobres, no podía dejar de mirarlos, no sabía que tanto tiempo llevaba Denki pensando en algo como esto, quizá las cartas tenían esos datos o quizá no tenía nada, pero estaba asustado.

—¿Shouta? —Mic estaba en la puerta de la habitación del moreno. — ¿Qué es...?

—Kaminari dejó cartas para sus compañeros y ahora debo entregárselas.

El rubio rodeo al moreno, quien parecía estar mirando al infinito, había dejado las cartas sobre la mesa. —¿Qué te preocupa?

—Ellos son niños, entiendo que se estén preparando para ser héroes, pero siguen siendo niños, ellos no debieron pasar por esto. — Aizawa se giró y apoyó su cabeza en el pecho del rubio, la posición no era realmente cómoda, pero si lo suficientemente cálido para darle una sensación de calma. — Me asusta que esas cartas hagan que los muchachos tomen decisiones como la de Denki.

—Tendremos que estar con ellos, acompañarlos, debemos hablar con el director, es necesario apoyarlos en este proceso, en su luto...

—Yo pensé que apoyaba a Denki, ¿cómo puedo cuidarlos si nunca cuidé a Denki realmente?

El rubio notó el dolor y la molestia, cuando ambos salieran de la habitación, ambos tendrían que mantener distancia, ambos tendrían que esconder el dolor que sentían, ellos debían concentrarse en los chicos, fuera de ese cuarto su relación y su dolor pasaban a segundo plano.

El rubio se concentró en los nombres de las cartas, pensaba en las reacciones, en como deberían contener a esos chicos y en como ellos serían el único apoyo, además de que debían contactar con los padres, notificar la situación, lo mejor sería suspender las clases por unos días.

—Shouta...—el moreno sintió el cuerpo de su pareja tensarse.

—¿Hiza...?

—Una de las cartas tiene tu nombre.