Mi lobita. - Seth Clearwater y tú

Leah

Llegó a mí lado y pasó como si fuera un arbusto, sin hacerme caso y fue directo hacia Seth, que se encontraba un par de metros detrás de mí y lo empujó haciéndole caer.
-¡Se puede saber que haces papá! A que ha venido eso?
Seth se levantó dolorido y Sam lo volvió a empujar.
- ¡Papá para!- me puse entre mi padre y el pero este seguía avanzando hacia el pobre chico y me arrastraba aunque yo pusiera fuerza para que no se acercara- ¿Que te ha hecho para que te pongas así ? - dije intentando tranquilizarlo.
Mi padre me retiró hacia un lado sin ningún esfuerzo y se acercó a él, al cual levantó por el cuello de la camiseta y le dió un puñetazo en la cara
- ¿¡QUÉ HACÍAS CON MI HIJA?!¿¡ NO TE QUEDÓ CLARO LO DE AYER?! ¿¡ QUIERES QUE TE VUELVA A PARTIR LA CARA?!
-¿¡Papá, por el amor de Dios?!-dije yo me fui a interponer entre ellos dos, pero me apartó hacia un lado.
Seth estaba medio inconsciente y el corte se le había vuelto a abrir y sangraba por la nariz. Mi padre estaba muy furioso y en cualquier momento se que se transformaría mientras Seth no ponía resistencia ninguna a los golpes que le pegaba mi padre
- No he hecho nada malo. Es natural.- dijo Seth con debilidad y mi padre le dió otro golpe
- Ya está bien papá- toqué el hombro de mi padre separándolo del muchacho pero no lo soltó.- Déjalo. Ya está. - dije con voz tranquila para intentar transmitir esa calma.
Este soltó el agarre de la camiseta y el chico cayó al suelo.
Levanté al chico cogiéndolo pasando unos de sus brazos por mis hombros, y en cuanto sintió el roce de mi piel este se relajo mientras sonreía un poquito y yo empecé a caminar hacia casa. Paul llegó enseguida y lo cogió el negando con la cabeza.
- Sabes que no podemos controlarlo, Sam- esta vez hablo Seth con voz muy débil al pasar junto a mí padre.- tu más que nadie.
- Te he dicho que no, y es que no.- dijo gritándole en la cara
- Querido, conocemos a Seth desde su nacimiento. No es malo- dijo mi madre tocándole la espalda.
No estaba entendiendo nada pero intenté tranquilizar a mi padre.
- Papá, tranquilízate. Solo ha ido a recogerme, iba a empezar a llover y yo iba en bici, que hay de malo en eso?
Se tranquilizó un poco pero justo en el momento que pasó por su lado junto a Paul, empujó a Seth bastante lejos lo que hizo que soltara un quejido por el impacto.
- No es solo eso. Leah ha desaparecido.- dijo mi padre volviendo a enfadarse.
Vale. Eso me no me lo esperaba, pero no era para ponerse así con Seth.
-¿Qué?
- Lo que oyes. Fue a darte al hurón ese y se fue. No tiene el teléfono, no se ha llevado el coche y lleva 6 horas sin dar señales de vida.
- Y se puede saber la razón por la que esté por ahí.
- Tuvo una discusión con el cachorro.- dijo Paul señalando a Seth.
- No será para tanto.- intenté decir quitándole hierro al asunto.- seguro que no ha sido solo por eso..
Mi madre fue a levantar a Seth y lo metió en casa. Mi madre volvió a salir y se colocó al lado mío
-Luego hablamos - explicó mi padre mirando a mi madre- llévate a Seth y cúralo. Voy a hablar con los de la manada.
- Está bien. Hija, prepara unos medicamentos para Seth. -dijo mi madre.
Entré en casa donde mi madre estaba preparando el agua para una infusión y me senté en el sofá. Seth estaba con los ojos cerrados tumbado en el sofá mientras unas lágrimas caían por sus mejillas.
- Tu sabes porque mi padre se ha puesto así?- le pregunté al chico mientras le ponía hielo en el ojo
Al sentir el tacto de mi piel contra la suya, se relajó y sonrió levemente
- Tu no lo entenderías. Todavía no.
- Oh, vamos Seth. No será tan difícil de explicar. He leído cosas qué seguro son más complicadas que eso.
Noté sangre en su camiseta y se la levanté para ver si tenía alguna herida.
Me sonrojé por el mero hecho de levantarle la camiseta y con un paño húmedo le empecé a limpiar la zona.
Seth respiraba lentamente mientras sonreía, fui a por una camiseta de cambio y le ayudé a ponérsela.
Le di un trapo mojado para que se lo pusiera en la cabeza y luego ya le di la infusión con unas pastillas.
Mi madre se fue con los demás a buscar a Leah.
- Porque no te defendías.
- No tenía fuerzas y a lo mejor me lo merezco.
- Nadie se merece que le dén una paliza- dije mientras me levantaba a por un vaso de agua. - Toma, bebe algo.
En eso que alguien llama al teléfono y lo cogí.
Llamada
X:Alice?
A: Si.
X: Menos mal que estás ahí. No entres en casa. Bajo ningún concepto.
A:Leah?- pregunté extrañada - donde te has metido te estamos buscando. Tu hermano se ha llevado una paliza de parte de mi padre por varias razones ...
L: Eso ahora mismo me importa un bledo. Solo no entres a casa. No sé cómo pero han logrado cruzar nuestra barrera sin tan siquiera captar su repugnante olor.
A: De que hablas, Leah no te entiendo- dije mientras veía como Seth se levantaba y se acercaba al teléfono. Le ordené que se volviera a tumbar y sorprendentemente me hizo caso. Escuché unos ruidos extraños y luego se cortó.