XVIII

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Hubo una chica en especial, ella era actriz y decía que su hilo se extendía por todo el mundo, que su alma gemela se había quedado en América y que ella no iba a perder el tiempo esperándolo, era realmente linda y nunca se callaba, siempre tenía algo que decir fuera pertinente o no. Yo intenté alejarme de ella, pero Jay encontró una oportunidad. La chica era hija de un cineasta, alguien quien dirigía una película con expectativas altas en las que Jay quería trabajar.

Comenzaron los coqueteos, eran discretos y nadie llegaba a notarlo aparte de ellos dos y de mí, después fueron subiendo de tono a tal punto que yo tenía que evadirlos, no podía arruinar los planes de Jay, y tampoco quería hacerlo, había encontrado una especie de satisfacción en hacerme sufrir después de lo que hice. Me estaba castigando a mí mismo.

En un abrir y cerrar de ojos aquella chica ya estaba enamorada de Jay, y yo tuve que apartarme, tuve que mantenerme lejos poniendo excusas tontas para que ella se diera cuenta de todo lo que ocurría, de lo que realmente era ese lindo chico alegre de quien estaba enamorada.

"Mi padre dice que jamás me escogería a mí como protagonista" dijo ella durante una reunión de amigos, todos estaban cenando en el lujoso restaurante. "pero tiene fe en que me enseñes a actuar un poco como tú, entonces tendría posibilidad" le dijo a Jay tomando su mano por debajo de la mesa. Yo tuve que apartar la vista.

"No es tan difícil realmente" Respondió Jay. "Solo es relacionar las emociones del personaje con las tuyas."

"Tener empatía" dijo uno de las otras personas invitadas.

"Ah, claro, es fácil tener empatía para el señor empático" Otro amigo de Jay hablando de él. Yo solo podía suspirar cansado de que todos cayeran en la mentira.

Mire mi celular para distraerme un poco y una pequeña duda saltó en mí.

¿Cómo hubiera sido si mi destinado no fuera Jay?

Cerré los ojos y cuando los abrí estaba a punto de llorar. Odiaba eso. Me levanté tan rápido como pude y tomé mis cosas.

"Tengo que irme" dije de pronto y antes de que Jay pudiera seguirme lo detuve. "Quédate, no es nada grave."

"Pero..."

"Está bien." Lo interrumpí. "fue mi culpa, me organicé mal y tengo otros asuntos que atender"

Salí de ahí y respire.

jay.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora