jay.

XVII

La realidad me golpeó como un balde de agua fría, de repente todos estaban hablando de mí y de como emborrachaba a Jay hasta el punto de ir cayendo a cada paso, incluso varias chicas me acusaron de abuso poniendo como ejemplo que si Jay hubiera sido chica las cosas serían muy distintas. Y quizás tenían razón, yo era una asquerosa persona que no pensó antes de actuar. Era horrible.

Lo peor fue que cuando Jay se enteró fue bastante claro.

"No saldré contigo por algunas noches" dijo sin prestarle suficiente importancia. Yo me encogí en hombros. "No quiero que la gente comience hablar de esto, mi imagen saldrá dañada, y la tuya está por los suelos:

"Soy un idiota" murmure recostado sobre su cama, mirando al techo. "Debí suponer que la gente hablaría"

"Si, pero también es mi culpa, pude haber evitado todo esto" Jay caminó hacia mí, yo realmente no quería mirarlo. "No más alcohol."

"Fue bueno mientra duró" Me puse de pie y extendí mis brazos hasta atrapar a Jay. "Ni siquiera puedes enojarte conmigo"

"No puedo sentir nada por nadie, pero su puedo pensar en ustedes como piezas, en lo que me beneficia o no hacer. Enojarme contigo no me llevará a nada"

"¿y a que te llevó dejarme hacer todo esto?"

"Pensé que el hilo sobre tu cuello se soltaría. Pero no hizo nada"

Me reí de eso.

"tenemos algo en común. Tú no me amarás nunca, y yo nunca me desharé del hilo"

¿no era gracioso?