XXVIII

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Me encantaba SuNoo, la forma en la que él corría emocionado por las calles y me arrastraba hacía que todo se viera como una estrella de luz, tan rápido y frenético que no podía concentrarme en una sola cosa, mi mente volaba a los alrededores tratando de asimilar todo, tratando de asimilar que las personas a mi alrededor se apartaban molestas por ser empujadas.

Cuando Jay corría lo hacía solo, se alejaba de mí y esperaba a que yo me acercara caminando, en cambio SuNoo me llevaba con él a pesar de que estuviéramos casi cayéndonos. Y SuNoo reía, reía realmente mucho y yo no sabía porque, la linda sonrisa solo estaba ahí en todo momento. No quería dejar de mirarlo.

No sé en qué momento mi bufanda se soltó de mi cuello, la perdí en algún punto del recorrido, quizás entre las calles o mucho antes de llegar a ellas, solo supe que el hilo envuelto en mí comenzaba a molestarme, como si estuviera jalándome de vuelta. Decidí ignorarlo.

Cuando SuNoo se detuvo mi mirada ya estaba sobre las pequeñas luces que formaba la ciudad ¿podía verse todo tan pequeño? ¿tan distante? Tomé el barandal metálico y mi mano casi se pegó a él por lo congelado que estaba, SuNoo me dijo algo en coreano, algo que no comprendí, solo me di cuenta hasta que él alejó mi mano del metal y la puso entre las suyas, sus guantes regresándole el color a mis congelados dedos.

Sus mejillas estaban sonrosadas, sus pequeños ojos mirándome y brillando. Era gracioso, Jay nunca me vería así, sin importar que tan buen actor fuera él era incapaz de sonrojarse o hacer que su mirada brillara como la de SuNoo. Jay era incapaz de sonreír con tanto cariño como lo hacía SuNoo. ¿eso era normal para todos?

No quería decir que la pareja de SuNoo fue afortunada, pero en algún momento lo pensé. Y sentí envidia de aquella persona. Quizás ya no me importaba morir.

SuNoo limpió mi mejilla. Estaba tan cansado de llorar, detestaba hacerlo y detestaba ocultarlo. Sonreí.

"Hey, estás bien"

No sé si fue eso lo que dijo, mi poco coreano no me ayudaba a nada. Aún así estaba feliz de escucharlo.

jay.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora