#04 Robots defectuosos

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La ventisca sacudió los mechones sueltos en el cabello de (t/n); moviéndose para darle espacio a Aaron, sentado en medio de ambas con Monchi entre sus brazos, el mismo niño le traía recuerdos de sus propios hermanos pequeños que seguramente estaban aterrorizados al ser encerrados, aunque también estaban agradecidos cuando no veían a (t/n) en las capsulas, significando que una de ellos seguía libre, andando por ahí, quizá en la búsqueda de rescatarlos, no era una guerrera o la chica más valiente de todas, solo estaba fuera por suerte... destino, o como fuese, todo estaba bien elaborado.

Demasiado concentrada en sus pensamientos para no entrometerse en la charla entre hermanos, salvo que sus pensamientos fueron acortados a las nuevas voces robóticas que los alertaron a los tres, intercambiando unas fugaces miradas antes de acercarse al borde sin levantarse.

—¿Qué... como pudieron sobrevivir a eso? Fue... casi catastrófico, deberían estar en un estado de destrucción sin ni un solo funcionamiento, de seguro quien los creo sabía lo que hacía... — inquirió (t/n) en un susurro, sin quitarle de encima la vista a los robots.

—Me siento raro — dijo uno de ellos mirando sus dedos —. Saco chispas... ¿Eso es normal?

—¿Cómo supo este humano sobre el código desactivador?

—¿Qué?

Katie soltó, sin levantar su tono al ver que estaba en lo correcto respecto al código, que la idea otorgada un rato atrás no era una locura, acertó en ello, comenzando a acercarse para escuchar mucho mejor, pero sin tomar nota de su mano resbalando, casi por mera inercia su otra mano fue a buscar un soporte firme, (t/n), resbalando conjunto a ella, Aaron grito el nombre de su hermana, siguiéndola torpemente.

Incluido Monchi cayo secamente al suelo, ahora cara a cara con los robots.

—¡Humanos, vengan acá!

—¡Adentro!

Grito, tomando la mano de su hermano al instante, con (t/n) corriendo a su lado, tomándose la molestia de tomar en sus brazos a Monchi sin querer dejar a la mascota detrás de todos ellos cuando corrían, luchando por adentrarse a lo seguro, claro, quitando el hecho que las tablas bloqueaban su paso.

—¡Mamá, papá, déjennos entrar! — pidió Aaron.

—¡No puedo, es un tornillo Robertson de tres, quizá lo mencione, son los más duros del mercado!

—¡A nadie le importan los tornillos! — esculpió Katie, en total desesperación por ir al sitio seguro y ocultarse.

—¡Ábrannos ya por el amor a Merlín! — pidió (t/n) incapacitada a usar sus manos para golpear cuando se halló sosteniendo a Monchi protectoramente de los enemigos.

Acorralados, prácticamente sin una escapatoria cuando obtuvieron la calma de la tabla liberándose, Rick les dio una mano a los tres a entrar, sus corazones agitados cuando entraron a prisa, salvándose del inminente camino sin salida, pero aun tenían que deshacerse de los robots. Corriendo, y sentándose en el suelo, apretujados en su escondite, sin hacer un ruido, siguiendo las ordenes de Rick cuando la entrada fue destruida con la cabeza de un dinosaurio.

Arrastrándose en el suelo en fila, solo para ser acorralados.

—¡Ustedes humanos!

—¡Ay, no nos lleven! — exclamo Katie en cuanto fueron señalados con el arma, todos manteniéndose junto al otro, no tenían escapatoria.

—Okey — dijeron ambos al unísono, obedeciendo a la orden de Katie — ¿¡Qué!?

—Oh, estos están... tontitos... — indico (t/n) — cuando los atacamos, eso tuvo que malograr su funcionamiento de una forma u otra, no sé cómo, pero... están tontos.

On My Way {Katie Mitchell & Lectora} La familia Mitchell - FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora