JIMIN

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Cuando lo vi reaccionar así al verme en verdad me partió el corazón, en un momento solo deje de razonar y invente una excusa para salir tras él,
no podía dejar que se fuera en ese estado sabiendo que podía tranquilizarlo aunque sea un poco, pero el hecho de haberlo seguido y haber estado en sus brazos para luego tener que separarme teniendo que dejarlo atrás en verdad puede conmigo. Era su cumpleaños quería que fuera feliz hoy y también quisiera poder estar con él, pero se que no es posible, lo se, pero aun así no deja de doler.

Regrese a la escuela luego de haberme separado de sus brazos y no hicieron preguntas lo que en verdad agradezco por que no se que hubiese respondido a ellas, no tenia ánimos para inventar mentiras. Lo que quedo de día solo estuve perdido en mis pensamientos, no preste atención a lo que pasaba a mi alrededor. Cuando sonó la campana que indicaba que teníamos que irnos a casa me quede un rato sentado ahí, sin reaccionar, hasta que se acercaron mis amigos para decirme que nos fuéramos a casa. Cuando salimos pude escuchar a los amigos de Jungkook hablando de la fiesta de esta noche, solo espero que vaya a verme pronto para poder darle su regalo, pero sinceramente no creo que suceda y eso en verdad me lastima.

Me fui a casa, intenté distraerme haciendo mi rutina diaria, así pase la tarde, hasta que la noche cayó. Una lagrima se resbalo por mi mejilla, mientras miraba hacia la ventana por la cual añoraba verlo entrar, pero eso no pasaría, al menos no en este momento. Ahora debe de estar disfrutando de su fiesta y pensar eso me hacia feliz a pesar de todo.

Había salido de bañarme luego de entrenar, no puedo evitar que las lagrimas se derramen cuando lo hago, por que el pensar que es para destruir a la persona que amo hace que me duela mucho el corazón y que solo quiera dejar de hacerlo para correr muy lejos. No se que pasara con nosotros en un futuro, pero voy a aprovechar cada segundo que pueda vivir a su lado, por que si tengo que morir en sus manos solo quiero irme con los recuerdos felices. Me recosté en la cama mientras miraba al techo, mi pecho subía y bajaba lento mientras intentaba sacarlo de mi cabeza, pero me resultaba tan difícil, los pensamientos no me dejaban en paz, así que solo me puse de pie y puse un poco de música y me recosté en el piso en medio de mi habitación y intente perderme en la música, necesitaba despejar mi mente. Pero no sirvió, me sentía tan agobiado que solo pude soltar un grito, las lagrimas se derramaban por mis ojos, me sentía tan frustrado y dolía tanto que no podía evitarlo, solo llore lo que creía que era suficiente,
las lagrimas que creía necesarias para calmarme y luego respire profundo, mientras secaba mis mejillas. Me quede tirado en el piso con los ojos cerrados un instante, cuando me sentí con fuerzas para levantarme lo hice y solo fui a acostarme en mi cama, me sentía muy cansado. Mi cabeza toco la almohada y mis ojos instantáneamente se cerraron, hasta que simplemente me dormí.

No se cuantas horas pasaron, pero una pequeña brisa fría me pego en el rostro haciendo que abra mis ojos poco a poco, cuando finalmente lo hice, me encontré con una silueta parada enfrente de mi cama, me reincorpore un poco y luego refregué mis ojos para despertar, no tarde nada en saber de quien se trataba.

-Tesorito...-Salió de sus labios con una voz entrecortada. Cuando lo oí encendí de inmediato la luz, para encontrarlo con los ojos empapados por las lágrimas.

-¿Que tienes bonito...?¿Por que no estas en tu fiesta?-Salí de la cama y me puse rápidamente de pie enfrente de él. Para envolverlo en mis brazos soltando un gran suspiro.

-Porque no quiero estar ahí-Se alejo lentamente y puso su mano delicadamente en mi mejilla.

-Te meterás en problemas...-Cerré levemente los ojos por su contacto.

-No me interesa, solo quiero estar contigo. Eres lo único real en mi vida, lo único que me hace bien y feliz-Se acerco lentamente y deposito un beso en la comisura de mis labios-Déjame hacerlo por favor, déjame estar contigo...-Solo lo mire a sus brillantes ojos y analice su lindo rostro alumbrado por la luz de la luna por un momento. Empezó a acercarse lentamente hasta que sus labios quedaron suavemente sobre los míos y empezaron a moverse lentamente al compas de aquel beso que anhelaba tanto esta noche, sus manos se aferraron a mi cintura atrayéndome más hacia él, mis manos se escabulleron por debajo de su camiseta entrando en contacto con su fría piel, no se en que momento nos movimos, pero pude sentir como mis pies chocaban contra la cama, mis manos que recorrían su espalda quitaron su camiseta en un segundo y fue ahí cuando me detuve, separándome para mirarlo a los ojos.

Todo fue culpa del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora