-Nada Puede Malir Sal-

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Londres 9:40 am 15/02/2021 

Spoiler: Todo malio sal.

— NO ENCUENTRO LOS JODIDOS ZAPATOS —chilla la rizada en voz alta, estaba buscando por toda la habitación los zapatos de la escuela, ella y su hermano estaban a punto de salir, iban un poco retrasados, bueno decir un poco seria mentira, en realidad iban dos horas tarde, estaba entrando en ese punto de desesperación, como cuando el bus del colegio ya llegó por ti, pero aún no estas lista y tienes a tu madre gritándote que te apures, bueno así se sentía. En cualquier momento se pondría a llorar.

— ¡PONTE CUALQUIERA, LO IMPORTANTE ES QUE SEAN NEGROS! —le sugiere Max, más bien le grita, le impone que se busque otros zapatos.

— NO HARÉ ESO, SON LOS ZAPATOS PARA EL COLEGIO —grita la rizada devuelta, gira para ver a su hermano que acaba de llegar a la puerta de su habitación.

— ¿CREES QUE ESO IMPORTA AHORA? VAMOS TARDE APURATE ABRIL— brama su hermano, oh estaba enojado.

— Oye...cálmate no es para tanto —En realidad si es para tanto, pero la rizada quería aligerar el ambiente, no llegarían a nada gritándose entre sí.

— No me pidas que me calme porque no lo haré al contrario me voy a desesperar aún más, solo... apúrate —sale de la habitación, para dirigirse a la suya propia, la rizada trata de arreglarse el uniforme lo más rápido posible, este consta de una camisa blanca, un saco de mangas largas verde oscuro con el escudo de la institución a la que asistirá, una falda más abajo de las rodillas a cuadros con los colores verde, azul y blanco, una corbata con el mismo diseño de la falda medias altas blancas y zapatos negros y del uniforme lo único que llevaba puesto la rizada era la camisa y las medias blancas y la corbata alrededor de su cuello sin hacer, tenía el chaleco y la falda tirados en algún lugar de la cama, llevaba más de 15 minutos buscando los zapatos del colegio y ni hablar de su cabello, todo era una mierda...obvio que no sería Abril Wilson sin que le pasara alguna desgracia a su vida (si no, ya no habría historia).

— VOY BAJANDO A BUSCAR LAS LLAVES DEL AUTO — avisa su hermano y la rizada puede escuchar sus pasos al bajar rápido las escaleras, y bueno tal vez se estén preguntando ¿por qué tanto alboroto?...De acuerdo tal vez no se estén preguntando, pero será como que sí. La cosa era que hoy empezaba su primer día de clases y Max su primer día en la Universidad luego de pasar toda la semana arreglando e intentando instalarse en la casa, de descubrir que su madre les había mentido sobre tener una sala de cine y que ella se burlara de ellos todo el resto de la semana.

Su madre también tenía su primer día en el trabajo y se fue muy temprano al hospital, pero no sin antes haber despertado a sus hijos y en realidad estos sí lo hicieron, pero cuando su madre cruzó la puerta y se fue en su auto ellos volvieron a dormir, no los culpen era casi la madrugada y estaba haciendo demasiado frio y ahora estaban pagando las consecuencias, la alarma de la rizada no sonó y la de Max tampoco y si su madre no hubiese llamado a Max para preguntarle si había llegado a la Universidad seguramente ellos seguirían durmiendo plácidamente.

Luego de la llamada y de mentirle a su madre de que si había llevado a su hermana al colegio y de que él estaba en la universidad se levantó de golpe a despertar a Abril y bueno todo eso los llevo a donde están ahora, están rezando porque su madre no se entere de esto.

Hola Dios somos nosotros de nuevo.

— ABRIL BAJA, NOS VAMOS —la rizada no espera a que su hermano le vuelva a gritar, toma el saco, la falda y un par de zapatos negros cualquiera, estaba a punto de salir de su habitación pero se devolvió por su bolsa del colegio su teléfono y audífonos, salió corriendo, llega a las escaleras y mientras baja intenta ponerse la falda haciendo todo lo posible para que no se caigan las otras cosas que tiene en mano, cuando estuvo en la planta baja salió corriendo hasta la puerta sin preocuparse si ensuciaba las medias cerró la puerta tras ella, Max la estaba esperando ya dentro del auto se apresuró a llegar a este sintiendo la textura de la calle debajo de sus pies.

Tu Boca Con Sabor A CerezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora