🪐 Saturno.

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El lunes llegó, después de una dura noche en la casa de los Smith-Ackerman-Zoë. Levi había levantado a Hange y llamó la atención de Erwin cuando escuchó que amenazaba a Heather que si no salía, iba a romper la puerta. El rubio tuvo que sostener al pelinegro para que no cumpliera su amenaza. Esa noche muchas personas no pudieron dormir en paz, Heather se quedó llorando hasta que se cansó de hacerlo y terminó durmiéndose. Levi estaba enojado con Hange y Erwin, los mencionados estaban con culpa y atontados por entender la situación. Con los gritos del enano encarándoles que él les había avisado y que si le hubieran hecho caso, Heather no estaría encerrado en su cuarto sintiéndose miserable.

Heather mantenía la mirada perdida mientras que Erwin manejaba hacia su escuela. Levi y Hange estaban en silencio, tratando de no presionar a que la menor hablara. Erwin intentó poner música en la radio. 

—Yo no quería amarte, tú me enseñaste a odiarte... todos los besos que me imaginé, vuelven al lugar donde los vi crecer... —Erwin se alteró al escuchar la canción y de un impulso cambió la estación. 

— ¡Y así presentamos la nueva canción llamada "Saturno", que está siendo éxito en todas las páginas de música por su linda letra conmovedora que hace llorar a miles de fanáticos! —Erwin suspiró tranquilo pensando que aquella canción iba a ser diferente a la que estaba sonando hace un minuto—. En Saturno, viven los hijos que nunca tuvimos. En Plutón, aún se oyen gritos de amor... ¡Y en la Luna, gritan a solas, tú voz y mi voz! Pidiendo perdón... cosa que nunca pudimos hacer peor...

Erwin se cacheteó mentalmente e instintivamente cambió la radio. Nuevamente, la misma melodía se colocaba, al igual que la letra melancólica. Erwin decidió apagarla, pero Heather lo detuvo. Sus ojos hinchados y cansados le impidieron que moviera un solo músculo. 

—Déjala, quiero escucharla. —murmuró sin ganas Heather. Erwin negó y ella insistió con su mirada, Erwin accedió y dejó esa estación.

—Todos los besos que me imaginé, vuelven al lugar donde los vi crecer...

Heather se recostó en la ventana y se abrazó a sí misma. Pero pasaron por un bache que la hizo saltar y pegarse contra la ventana. Soltó una risa, dejando a todos congelados. Le daba risa su miseria. Ni siquiera poder estar triste, disfrutando una canción que abría más la herida, le permitían.

Cuando llegaron a la escuela, ella se despidió de todos en susurro. Cruzando la calle, escuchó un grito, elevó su mirada y ladeó para encontrar el por qué tanto alboroto, se topó con un auto a centímetros de ella, pitándole el claxon. El dueño del auto asomó su cuerpo gritándole que se fijara por donde caminaba, pero ella no logró procesar nada. Estaba tan exhausta que ni siquiera quería pensar. Sintió un jalón que la arrastró hasta la acera del otro lado, miró a Erwin que la miraba preocupado. 

—Debiste dejar que te acompañara. 

—Pensé que no iba a pasar ni un auto. —contestó inocentemente.

—Es una calle, obviamente van a pasar.

—Como sea. —suspiró y miró a las personas que los observaban—. Me tengo que ir, quiero apartar un buen lugar. Adiós. 

Se alejó de su hermano y entró a la escuela, desganada. Cuando puso un pie en el salón, agradeció encontrarlo medio vacío y con asientos disponibles en la parte trasera. Dejó soltar su mochila en el piso y colocó la cartulina encima de su escritorio, con las ganas de estrellarse contra una pared y estar bajo tierra, se sentó. Miró sin prestarle mucha atención a la cartulina que estaba decorada, mostrando la vívido que estaba la persona que lo hizo. 

Rompiendo en llanto en silencio, mirando hacia abajo, apartando la cartulina de su vista y de sus lágrimas para no arruinarlo como lo hizo con Jean.  «Yo no quería amarte, tú me enseñaste a odiarte». Intentó ahogar el sollozo para no alarmar a los que estaban adormilados en el salón de clases. Se tapó la cara y se obligó a sí misma a dejar de llorar, sin embargo, se siguió atormentando, sintiendo que era lo que menos podía hacer por haber sido tan egoísta como Jean había mencionado. Por haber preferido su felicidad antes que la de él... si realmente amas a una persona, ¿no te gustaría verla feliz sin importar que no esté contigo, no es así? 

shooting stars🍟๑ jean kirstein.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora