shooting stars🍟๑ jean kirstein.

Especial: navidad + cumpleaños.

—Ya te dije que no quiero festejar nada. Ni tampoco que tu novio, ni mucho menos su hijo vengan. Con la comida que tendremos con Hange, Erwin, Levi, Marco y sus respectivas parejas me basta. 

Heather terminó de lavar los trastes y se sacudió el agua que tenía en ellas para luego voltear a ver a su mamá, la cual hizo un gesto de disgusto.

—Pero les he dicho que vinieran. Además, es una gran oportunidad para conocer a Megumi y parentar más con la familia de Toji.

— ¡Es navidad! ¿Tú crees que ellos van a querer pasar la Navidad con unos desconocidos? 

La madre de Heather sonrió maliciosamente y rodó los ojos.

— ¡Vamos! Tengo la cena preparada para esa ocasión.

—No.

—Está bien...

La rubia levantó las manos en señal de rendición, mientras que su cara mostraba lo contrario. Heather la miró con los ojos entrecerrados, intentando hacerla cambiar de parecer.  

Después de ese día ninguna volvió a tocar el tema de la familia del novio de su madre, así que, mejor para Heather. Pensó que realmente le había hecho caso; y no tenía que soportar una bola de desconocidos en un día tan nostálgico para ella con las nuevas experiencias y malas decisiones que este año había hecho. 

Antes de salir por los gajes de su trabajo, la mamá de Heather encargó que ella terminara de adornar la casa con cosas navideñas. Puesto la convenció de que si no se ponía a decorar la casa, Levi no tendría una buena navidad y tampoco un buen cumpleaños. 

Cuando se quedó sola, el timbre sonó. Caminó hasta la puerta y esta la abrió. Entraron varios personas, esquivándola. Toji se acercó a ella con una cara de dulzura y las manos en la espalda, acompañado de alguien más con su mismo aspecto. 

—Hola, Heath. Feliz cumpleaños y feliz navidad. —le dio un beso en la mejilla, tomándole de la cintura para que pudiera alcanzarlo, y le devolvió el gesto. Después miró a su acompañante y el mencionado, pelinegro, no le dirigió la mirada.

—Gracias. —agradeció.

—Él es Megumi, mi hijo. —le presentó al pelinegro que tenía la misma cara que él, con el cabello hacia arriba y asentió tendiendo la mano.

Él miró la mano y luego le miró. Sonrió.

—Hola, soy Heather.

—Megumi. —estrechó su mano.

— ¡Wow! Vaya que llegar acá fue difícil. La nieve era ruda de roer. —un peliblanco con lentes de sol en los ojos apareció. Soltó la mano de Megumi y la colocó en su sitio—. Así que ella es Micaela, eh. Parece más joven de lo que me contaste, Toji. Pero que linda. Un gusto, preciosa. Soy Satoru Gojo, pero me puedes llamar Sato o cuando tu novio no esté presente: "cariño". —le agarró la mano y se agachó para besarla. Toji gruñó y el tal Gojo volteó a verlo—. ¿Qué? Estoy previendo un futuro en donde la dejes. —se excusó encogiéndose de hombros despreocupado. Heather se quedó muda, esperando a que él se diera cuenta de lo nerviosa que la estaba poniendo. 

—Deja de ser tan mujeriego por un maldito día, rata blanca. Ella no es mi mujer. Es la hija de mi mujer. Deja de coquetearle en mi cara.

—Uh. —le soltó la mano y sonrió intentando no parecer nervioso. Soltó una risilla y alzó las manos—.  Atrapado.

El ladrido de Saturno llamó la atención de todos, incluso la de ella. Miró hacia abajo para toparme con el ladrido que provenía de sus pies y todos observaban que le ladraba a Gojo.