shooting stars🍟๑ jean kirstein.

🥽🥼 Hange.

La semana pasó verdaderamente rápido, dándose el lujo de avisar con anticipación que la clase de música iría a convivir con la escuela de Marley para evitar malos entendidos como siempre tenían al final de cada evento. Iba a ser la primera vez para Marco y Heather participar en el concurso, anteriormente la mencionada había declinado porque no estaba interesada y el pecoso no lograría llegar a tiempo al festival por problemas personales. Nanaba se encargó de avisar que el concurso sería en el teatro de la ciudad de Marley, por lo que, tendrán que convivir con ellos más de lo que se imaginaban.

No hasta hace una media hora, Heather, había recibido un mensaje de su hermano, diciéndole que Hange iba a ser la encargada de recogerla y de cuidarla. Levi y él tenían asuntos pendientes. Omitió los detalles y aunque a Heather le interesaba qué estarían haciendo aquellos dos, le restó importancia. Al fin y a cabo, cuando se trataba de Levi, Erwin le terminaba contando. 

Para ser las 2 de la tarde de un jueves común y corriente, el día estaba muy tranquilo. Sintió una leve brisa chocar contra su rostro, alborotando cualquier mechón, incomodándola por mucho tiempo y con ademanes para evitar que le estorbara la vista.

Marco se encontraba a lado de Heather cargando algunos instrumentos y una caja, esperando pacientemente a la de cabellos de oro avellanado. Tenían que estudiar y practicar para que los nervios no los traicionen el día exacto de la presentación. Ambos estaban esperando a que las luces de Hange aparecieran en su radar, pero no daba señales. Así que volteó a ver su amigo y cruzó sus manos encima de su vientre. 

─ ¿A qué horas crees que venga? ─cuestionó, Heather. Calculaba que vendría dentro de una hora o dos horas después por ellos. 

─Supongo que dentro de una hora. ─se encogió de hombros. 

Heather asintió dándole la razón. 

La semana aparte de ser rápida, fue un poco incómoda. No tanto por parte de Heather, si no por Jean. El mencionado se había separado de golpe de Heather, intentaba evitarla a toda costa y cada vez que estaban juntos, él se alejaba. O si se encontraban hablando con Marco, dejaba que el pecoso estuviera en el medio, cuando siempre él era el que estaba en medio. Heather entendía ese comportamiento extraño y también sentía mucha culpa por haber sido muy ingenua. Sin embargo, eso no le daba el derecho a Jean de hacerla sentir mal por sus acciones. El castaño, Jean, también había pasado tiempo, mucho más tiempo de lo debido con Mikasa. Al parecer habían quebrado ese hielo que ambos tenían, tanto que Mikasa había días en donde dejaba a Eren. Y bueno, Eren también se sentía Heather, porque la pobre no sabía cómo mirarlo después de aquel beso, así que lo esquivaba estando siempre con Marco. Parecía un círculo vicioso sin fin. 

Justamente cuando el pitido del auto que se venía acercando y estacionando en frente de ellos, seguido de que varios alumnos comenzaran a salir y el cielo tronara informando que iba a llover, ellos dos caminaron hasta Hange, la científica que salió del auto para avisar de su presencia. 

─ ¡Hola, chicos! ¡Lamento la demora! ¡Me quedé en el laboratorio de ciencias! ─exclamó. Heather y Marco entraron al auto con mucho cuidado de no romper los objetos que estaban dentro de la caja─. Si no fuera por Moblit se los juro que me habría olvidado por completo que tenía que recogerlos. Una disculpa... ¡por cierto! Pasé a comprar pizza...hoy seremos nosotros tres con una casa sola... ¡genial! ¡Hay que colocar películas de terror! ─encendió el auto y Marco y Heather intercambiaron miradas incrédulas─. Y claro está que los ayudaré en sus tareas, ¿saben? Me siento como mamá luchona con dos criaturas. ─agarró el retrovisor y los miró con una sonrisa de oreja a oreja, mostrando a la misma Hange que no cambia con el tiempo─. Prometo no hacerles pruebas para mostrar que los humanos somos una raza desconocida que relativamente no provien...