—No... no lo hagas. —Me tomo la molestia de pararme frente a Yeonjun y pedirle que no golpee a Kunhang.
Bajo la cabeza, observando como su ira es retenida al formar puños con sus manos. En realidad, no me importa que le rompa la cara, pero podría meterse en problemas.
—Por favor, Jiwoo. Apártate.
Oírlo hablar con ese tono burlón y... ¡agh! fastidioso que tiene, me causa náuseas.
—¿No me escuchaste, Kunhang? —volteo a verlo enojada—. Dije que basta. Déjanos en paz de una vez por todas.
Sonríe.
—Nuevamente defendiendo a ese... tipo. ¿Qué te hizo, Jiwoo? Quiero decir, ¿te encuentras bien? No creo que valga tanto la pena —niega con la cabeza, mostrándose indignado.
Doy un paso adelante, pero ahora es Yeonjun quien me detiene por la correa de la mochila y parte de mi saco del uniforme.
—Vámonos, Jiwoo. No le hagas caso —susurra acercándose un poco a mi.
¿Por qué debe ser así? Qué dolor de cabeza.
Observo alrededor. Muchos estudiantes se han quedado a la expectativa. Si esto se hace más grande, llamarán al director. Y a más de eso, a mis padres, que por cierto no me querrán ni ver.
—A propósito... escucharte decir mi nombre en mucho tiempo me ha causado un pequeño problemita —ríe codeando al trío de idiotas que se dicen ser sus amigos—. ¿Te parece si nos encontramos en el antiguo jardín después de clases? Ya me hace falta pasarla bien contigo.
¡Al diablo!
Mi "fragilidad" y la máscara de chica buena desaparecen al escuchar la basura que sale de su boca. Y mi puño termina por chocar en su mejilla izquierda, desquitando todo el enojo que he guardado desde ayer. Hasta la mano me duele después de hacerlo.
Voltea a verme con una mirada asesina y demuestro que no me arrepiento y que lo haría de nuevo, solo que una vez más Yeonjun me detiene cuando oímos a las compañeras de Kunhang gritar.
—No, Jiwoo —repite mi inquilino, aprisionándome entre sus brazos para que no pueda reaccionar otra vez—. Basta. Te vas a meter en problemas.
La bulla incrementa. La gente ha llegado a instalarse en puestos visibles. Algunos se ríen viendo a Kunhang tocarse la cara con dolor e ira. Otros me ven mal a mí.
Sé perfectamente que la situación estaba en mis manos. Pero no por eso soy la única culpable.
Salimos de ese relajo o mejor dicho Yeonjun junto a Soobin —que no sé cuándo llegó— me sacan de ese montón de gente chismosa.
—¡Oh, por el cielo! ¡Le diste lo que se merecía! —exclama Soobin, una vez me dejan sobre el frío pavimento del patio contrario—. Vi a Yeonjun tan enojado que pensé que realmente habría un escándalo, pero de repente fue tu bendito puño —toma mi mano y la besa.
—¿Tú ibas a golpearlo? —bajo la mirada según Yeon se agacha a mi altura. En el suelo.
—Pero lo hiciste mejor de lo que yo hubiera hecho. Tan genial —me sonríe el peli azul.
—Yo lo detuve. Es que te veías tan decidida —interviene otra vez Soobin.
—Prométeme que no lo harás —extiendo mi meñique. Quizá parezca infantil, pero podría funcionar con él.
—Te lo prometo. —Mi inquilino acepta el trato—. Ahora ve a tu clase. Debe haber comenzado ya.
Me siento aliviada. Mi mano duele todavía, pero tengo un peso menos sobre mis hombros.
Lo suficiente como para resolver esta prueba de matemáticas. Bien, ¿a quién engaño? Lo mío es la historia, no los números.
—Tienen cinco minutos para terminar.
Me estresa esa frase. Hago lo mejor que puedo, según yo.
Los minutos pasan volando y el profesor comienza a recoger las pruebas.
—Les daré una recuperación si tienen menos de siete. Y, antes que nada, les aviso que en el examen tienen preguntas parecidas, así que, estudien.
La campana suena y todos suspiramos.
—Si todos pasamos al siguiente semestre, yo misma me encargaré de hacer una fiesta e invitarlos a todos —grita Haeun.
—Solo si tus padres te dejan —responde Jaehyun; primo de Haeun, entre risas.
—Es cierto, apenas digas la palabra fiesta, tu padre te mandará a dormir en el patio de tu casa, si no te envía antes a un internado —añade Wookjin, terminando por hacernos reír.
Salimos las tres de la clase. Me pregunto qué será de Dalyn, no la veo desde hace dos días. Todavía no hablamos completamente, aunque hace una leve reverencia cuando me ve.
—Jiwoo, ¿tienes dinero? Necesito poner crédito en mi teléfono para llamar a mi padre —dice Wookjin.
—Claro, ¿vas a poner una tarjeta?
—Saldo —responde sonriendo—. Debo ir a un lugar y si no pido permiso, se molestará conmigo.
—¿Por qué no le pides saldo a Soobin? Él siempre tiene —interviene Haeun.
—Entonces acompáñenme a buscarlo.
Caminamos de regreso en busca de Soobin. Es gracioso que no se atreva a pedirnos saldo a nosotras, pero nos deja saber que está completamente consciente de que nunca tenemos.
—¡¿En la cancha de fútbol?! —Le grita una chica histérica a su teléfono—. Voy enseguida.
—¿Están pensando lo mismo que yo? —pregunta Haeun.
—¿Pedirle saldo?
—No, Wookjin —rueda los ojos la rubia—. Sigámosla.
La vez pasada que alguien escandalizó la cancha de fútbol fue porque chicos de otro colegio habían venido a entrenar aquí y, no es broma, lo disfrutamos demasiado.
Llegamos corriendo, observando un gran grupo de gente apelotonada alrededor de la cancha, unos gritando y otro grabando.
Nos acercamos más, logrando ver una pelea entre varios chicos de uniforme deportivo y otros del formal. Ocho en total.
—¿Crees que Kunhang gane? —escucho a otra chica decir.
Era de esperarse que estuviera en problemas. Mi tranquilidad me pide irme; sin embargo, la curiosidad, es más.
Al parecer es una pelea justa, puesto que los chicos se golpean de a uno. Entrecierro los ojos para intentar ver con más claridad, entonces diviso una silueta conocida. Pero no podría ser posible, me prometió no hacerlo.
Mi vista viaja y calculo en mi cabeza: desconocido versus amigo de Wong, desconocido dos versus otro amigo de Wong, Soobin contra el mejor amigo de Wong y desconocido cuatro... Vuelvo al tres. ¿Dije Soobin?
—¿Qué rayos hace ese chico en una pelea? —Irritada, cuestiona Eun.
—Se está volviendo salvaje —responde Jin aterrorizada.
Un momento, si Soobin está apaleando al mejor amigo de Kunhang, el que está enfrentándose a ese idiota... ¿si es Yeonjun?
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Pαrιsh Pυmρ ≫ C.Ψ.J
Fanfic"Tú me enseñaste que el amor no siempre duele". Publicada : 26/08/2020 Re editada: 17/02/2022