¹⁷

346 42 24
                                    

Palmeo la espalda de mi rubio inquilino repetidas veces hasta que logra expulsar todo el asqueroso contenido de distintos colores que se hallaba en el fondo, muy en el fondo de sus cavidades.

Una vez lo escucho respirar con lo que le sobra de calma, procedo a pasarle una toalla y bajar la palanca del baño.

—¿Me dejarías solo un momento? —pide sin verme, aún con la cabeza gacha, viendo el inodoro como si fuera lo más divertido del mundo.

—No te tardes. —Es la mejor frase que se me ocurre como "consuelo" antes de salir y cerrar la puerta.

—¿Está bien? —pregunta Haeun con la mano bajo el mentón, mostrándose preocupada al igual que Jin y Soobin.

—Vomitó.

—Qué asco.

—Si, Dalyn, tú jamás has vomitado en la vida —le obsequio una sonrisa socarrona a la única persona que se mantiene neutra en la sala.

—¿Lo lamento? No creí que reaccionaria de esa forma.

Ninguno lo creyó.

Todo iba bien hasta que la botella se paralizó entre Dalyn y Yeonjun. ¿Qué pasó? La muy tarada le pidió al chico rubio que nos mostrara el color de sus calzoncillos. Si, tal vez no es nada del otro mundo, pero... ¡¿qué se esperaba?! Estamos tratando con alguien que apenas y sabe qué es y para qué sirve el sexo masculino; solo si realmente lo sabe.

—Iré a verlo, me preocupa que se haya suicidado con el papel higiénico —comenta Soobin poniéndose de pie.

—¿Qué podemos hacer mientras? —cuestiona Wookjin subiéndose al sofá.

—No lo sé. Tal vez deberíamos jugar ajedrez, claro, solo si tú lo permites —se mofa Lyn mirándome.

—Ya basta —ruedo los ojos.

—Es que... —suelta un bufido—. ¿Acaso debe pedirte permiso para todo?

—Él nunca me ha pedido permiso para nada.

—Fuiste la primera a quién vio antes de beberse la copa completa —argumenta cruzándose de brazos.

—Lyn, entiende algo, por favor. Todos aquí notamos tus intenciones, y si él no lo quiso hacer, tal vez fue porque, al contrario de todos los malandros con los que has salido y que cuando les pides que se quiten la ropa lo hacen, ese niño sabe respetar dónde y con quién se encuentra.

Ay no. Ya hablé demás.

—¿Qué estás tratando de decirme? —se levanta del suelo con el ceño fruncido.

—Oye... lo siento. No era mi intención... —No tengo ni pizca de idea por la cual estoy temblando.

—Así que, me consideras una fácil.

—Unnie, tranquilízate. Ahn Ji no se refería a eso —interviene una nerviosa Haeun.

—No, Eun. Al contrario, es lo que siempre ha pensado.

Dalyn toma su bolso y su chaqueta del sillón. Camina hasta la puerta, donde voltea a vernos primero y sale causando un gran estruendo.

—¿Qué pasó? —Soobin corre alterado hacia nosotras.

—Dalyn se fue —contesta Jin.

—¿Pelearon?

—Otra vez.

—Otra vez

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Pαrιsh Pυmρ ≫ C.Ψ.JDonde viven las historias. Descúbrelo ahora