Yeonjun se acerca lentamente, acción que me hace entrecerrar los ojos un poco. Si lo miro con atención, no puedo negar que —aun teniendo imperfecciones pequeñitas— es realmente guapo. Relame sus labios, eso me hace suspirar. Y cuando creo que hoy nuevamente sucederá, se detiene.
—¿Por qué te ves tan asustada? Yo soy a quien quieres testear con tus ocurridos experimentos—susurra a unos escasos centímetros de mis labios.
—¿Por qué no lo haces y ya?
Él pestañea varias veces, yo igual. Solo entonces me digno a pensar en lo que acabé de decir, y mis mejillas arden al instante. No quería parecer que lo necesitara, pero lo hice.
—¿Qué?
—¿Qué de qué?
—¿Qué dijiste?
—Nada.
—Dijiste algo.
—Yo no dije nada. Es tu imaginación.
—Lo hiciste. Repítelo.
—¡Yeonjun!
—No grites. —El peli azul pasa su brazo de largo, detrás mío. Yo esquivo la mirada—. ¿Me vas a contar lo que pasó? —pregunta abriendo el botiquín que cayó casi a mi lado.
Así que, estaba intentando atrapar eso.
—¿Y tú? —detengo sus manos, las cuales sostienen algodón y alcohol, y lo miro—. ¿Te parece si nos aseamos primero?
—Está bien, pero no creas que te vas a salvar.
Finaliza levantándose y ayudándome a mí también a sentarme en la cama.
—Adiós.
Asiento, despidiéndome con la mano y viéndolo salir del cuarto. Ahora es más claro notar las heridas en mis rodillas. Pues no fue una exageración lo que dijo el rector, literalmente parecíamos muñecas, pero de trapo.
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Camino por la habitación a lo que da el alambre de la secadora. Mi cabeza está más relejada ahora, pero me duelen las piernas. Me ardió mucho cuando el jabón rozó las heridas.
—¿Puedo entrar? —escucho a Yeonjun decir tras tocar dos veces.
—¡Si!
—No sabes lo que me acaba de pasar —habla apenas abre la puerta—. Dijiste que tus vecinos no pasaban mucho en su casa, ¿no? —asiento hacia su dirección—. Entonces hay fantasmas. Se oyen ruidos de risas y cosas moverse.
—¿En serio?
—Si, Jiwoo. Tengo miedo.
Le sonrío.
—No hay nada que temer.
Pero él no parece estar completamente de acuerdo, puesto que no me responde algo afirmativo y sólo se inclina a preguntar otra cosa.
