Parte 11

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WEN JUNHUI:

Yan an sabía que iba a pasar cuando lo dejó venir en mi auto. Incluso Zhennan se encargó de darme un condón de dudosa precedencia. Diciendo "Ya libera esa química, amigo". Con ese normal tono relajado que siempre trae. Minghao por su parte, mostraba una tranquilidad jodidamente molesta ¿Dónde está el chico que moría por mí? Lo quiero ahora.

De verdad oí muchas cosas de Minghao en estos días, y no podía dejar de sorprenderme cada vez que el asesino al que le tienen tanto miedo no muestre esa faceta conmigo. Todo a quien le pregunté se tornó casi pálido con la simple mención de su nombre. Y contaron historias que me cuesta creer. Así como resulta ser que nadie que haya sido llevado a esa mansión por orden directa de Minghao ha vuelto a salir... al menos no en una pieza... o vivo.

Por eso no entiendo cómo es que el Minghao que yo veo no se ve para nada como lo describen. Me besa incluso tímido al principio, sus siempre frías manos quietas en mi ropa. Pasaron varios besos húmedos antes de que pudiera realmente parecer interesado.

Siento las manos de Minghao por debajo de mi camiseta, tocando lo que está a su alcance. Tomándome en una estúpida sorpresa. Y veo el momento exacto en el que mis ojos cambian, en el que la sorpresa lo hace distraerse de la exploración que estaba haciendo bajo mi ropa. Su boca se abre en sorpresa y yo lo beso otra vez, porque no puedo explicarle mis poderes ahora. Porque no puedo, y no quiero.

Nuestra sociedad está llena de poderes, cada persona los tiene, pero eso no los hace menos especiales. Hay unos más especiales que otros, y para mi mala suerte, el mío es extremadamente raro, codiciado, usado como arma. Y a pesar de todo lo que Minghao y yo sentimos, a pesar de cómo me siento yo hacia él, no puedo decirle así como así.

-Vi tus ojos - susurra cuando me separo – Ya no lo escondas, quiero ver – muerde mi labio sin besarme en su intento de seducción. Si se va a comportar así realmente no puedo esconderlo más.

Mis brazos empiezan a iluminarse, cada vena brillando como la electricidad, en un celeste tan claro que podría confundirse con blanco. Minghao sigue con su dedo una vena que pasa por todo mi brazo, pasando a otra que se esconde por mi hombro hasta llegar a mi espalda, y suspiro por la sensación de la electricidad libre por mi cuerpo, toda ella provocada por las simples caricias de Xu Minghao.

-Quita tu camiseta – pide sin mirarme a la cara, lo que me hace fruncir el ceño. Quiero tu atención en mí, no en mi poder. Y reclamo lo que es mío con un beso exigente, hasta que aprieta mis hombros por la falta de aire.

-Soy más que ese jodido poder, si vas a follar con un arma, mejor que sea la última vez que nos veamos ¿oíste? – mi voz sale ronca y enojada. Queriendo escuchar la respuesta. Queriendo seguir en su cabeza como el Wen Junhui que lo vuelve loco – Dime, ¿Quieres el poder? Si al menos una parte de tu cabeza está planeando usar mi poder para beneficio tuyo, dime, para irme apenas termine esto... pero...

-Mucha charla, Jun – mete las manos por debajo de mi camiseta, haciendo que suelte un suspiro – Si me vas a venir con esa mierda, el que se va soy yo – sus ojos se transformaron en negros por completo, luego cambiando a un naranjo, casi rojo – Tu poder no me interesa justo ahora, tus ojos y las venas marcando en tu cuerpo, son jodidamente llamativas, provocando pensamientos no muy decentes, deja de ser un jodido idiota – muerde mi labio inferior hasta que siento mi sangre en mi boca, me quejo antes de que me suelte – Y follame.

No tuvo que repetirlo dos veces. Finalmente quite mi camiseta, y la de él, suspirando cuando las pieles se juntaron, antes de darme cuenta estaba mordiendo y besando el cuello del chico bajo mí. Ahora que lo pienso ¿Es mayor o menor que yo?

Borderline ~JunHao~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora