Borderline ~JunHao~

Parte 6

XU MINGHAO:

En el vuelo privado de vuelta, desde Corea del sur a China, trato de no frustrarme por aún no tener ninguna idea de a quién buscar. La señora Kang YoungMi, conocida por haber ayudado a varias personas con diferentes trastornos emocionales, pareció no poder ayudarme, incluso la amenacé con su hija ¿O era su nieta?, bueno, quien sabe. Lo importante es que no pudo ayudarme, y perdí el control y la maté por eso, estuve dos días sin sentirlo, pero justo ahora, en el silencio de la noche, mirando por encima de las estrellas, me siento un monstruo.

Dejé a una niña sola en el mundo, si se convierte en un monstruo como yo, será toda mi culpa. Y aun así, no creo que este vivo para encontrarnos en un futuro. Antes de venir supe que un viajero en el tiempo con su novio que del que no supe su poder pelearían por hacerse cargo, supongo que si no enloquezco antes de llegar puedo decirle a Yan an que mande a algunos de nuestros contactos a ayudarles con eso, a "convencer" al juez de que son buenos tipos.

Aunque claro tendré que investigarlos y saber si realmente lo son, si no, quizás pueda buscarle otra familia, o quizás llevarla a China, convertirla en una mujer para que dirija todo esto cuando mi locura me supere. De todo eso espero que sea la primera y que estos dos chicos valgan la pena, porque si no, no sé qué voy a hacer con esta culpa.

Cuando hago algo así, cuando la ira me domina, cuando no soy consciente de lo que hago, de cuando me convierto en un monstruo, la peor parte es cuando vuelvo a sentirme como una persona y trato de arreglarlo. No quiero dañar inocentes, sólo quiero que alguien me arregle. Que alguien me detenga.

Hay momentos peores, como cuando siento que las cosas van a explotar y decido cerrar los ojos para no afrontarlo, y luego lo olvido como si estuviera justificado. Y termino como ahora, quitándome la vergüenza con otra bebida, drogándome para no pensar. Sin tener el suficiente valor para irme, estando en el medio de la rendición y la gloria. Con el mismo espectáculo cada día. Estoy en el límite hace mucho tiempo.

-Minghao – Yan an llama mi atención - ¿Todo bien? – asiento secando mi rostro – Ven aquí – me abraza, sentándose a mi lado, dejándome llorar todo el camino a China.

Los meses siguientes son difíciles, con días donde siento que perdí la cabeza totalmente, otros donde suicidarme parece la única idea en mi cabeza, otros días que no recuerdo haber vivido, otros donde me siento tranquilo, en otros incluso creo que estoy mejorando... Pero no. Nunca lo haré, estoy condenado. Y aún en el estado que siempre estoy, Yan an se encarga de mantenerme vivo, en el camino, negociando para hacer crecer el negocio. Es un trabajo duro para él, y creí que nunca volvería a sentirme seguro

Por lo menos hasta el día donde volví a ver a Wen Junhui.

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WEN JUNHUI:

Y otra vez, corriendo. Escapando. Como una rata. Pero aún peor, en invierno, con la nieve cayendo molestándome la vista, con mi piel congelándose con cada metro que avanzo. Y tres hombres a mis espaldas.

Esta vez supongo que tienen razón. Me vieron salir de la estación de policía un día que fui a ver a papá, aunque no son lo suficientemente listos como para descubrir que tengo algo que ver con él. Aun así parece que soy el nuevo blanco de estos tipos.

En un mal movimiento, tropiezo y ellos logran alcanzarme. Trato de cubrirme lo más posible mientras recibo patadas, mientras revientan botellas por mi cuerpo, dejando el olor a cerveza muy fuerte. Pego un grito cuando entierran una de las botellas en mi pierna, creo que ya no podré correr tan rápido. Me golpean más, el vidrio hundiéndose en mi piel, y el dolor comenzando a joder mi cabeza.