En el aeropuerto de Nueva Orleans una familia compuesta por una madre y una hija. Ambas mujeres llegan a la cuidad para un nuevo comienzo. La ya no tan pequeña Madison preparándose para la universidad mientras que Danielle quien había recibido una oferta de trabajo como asistente de una de las personas mas influyentes de toda la ciudad. La familia Silver llegaba al barrio francés con la esperanza de una vida mejor.— Madi, ¿quieres ir a recorrer el barrio francés conmigo? —pregunto su madre mientras la rubia menos escuchaba música jazz tratando de ajustarse al totalmente nuevo cambio en su vida —Madison, te estoy hablando —de repente la joven dio un salto de susto.
—Mamá no hagas eso. Sabes que odio que me grites —termino de decir frunciendo el ceño mientras su madre rodaba los ojos —No hagas eso conmigo, no hagas eso con tus ojos. ¿Qué me preguntaste? —le cuestiono nuevamente tomando las cajas de la mudanza del suelo y llevándolas a su nueva habitación.
El departamento en donde iban a comenzar a vivir era lo suficientemente grande para ellas dos. Consistía en dos habitaciones, un baño, cocina, sala de estar y un pequeño comedor lo suficiente para ambas mujeres.
—Te pregunte si querías ir conmigo a recorrer el barrio. Escuchar música, ver a los artistas en la calle y lamentablemente a la calle bourbon solo iré yo —hablo con una sonrisa genuina, una que no había tenido desde hace mucho tiempo. Esa sensación era lo que provocaba Nueva Orleans con todo lo que tenía que ofrecer —¿Qué dices?
En respuesta su hija solo bufo —Odio no poder entrar a esos lugares solo por no tener veintiún años.
Una sonora carcajada salió de los labios de Danielle, pues su hija siempre había deseado una noche de fiesta junto y a su madre, y ella le prometió que la tendrían cuando cumpliera los veintiún años. Solo tres años tenía que aguantar.
Dejaron las cosas de la mudanza a un lado y entonces salieron de su nuevo hogar en dirección al barrio francés. Durante su recorrido escucharon la típica música de la ciudad la cual era el jazz. En el centro de la ciudad hombres y mujeres por igual concentrados en la pintura que comenzaban a crear, de igual manera escucharon las típicas leyendas de la ciudad. Brujas, vampiros y licántropos que habitaban entre ellos y que eran esas historias lo que más turistas atraían. Ambas rubias iban quedando fascinadas por la belleza sin igual, incluso ingresaron a una de las más grandes exposiciones artísticas de la ciudad presentada por un hombre llamado Klaus Mikaelson.
Desde hace años que el famoso y temido hibrido original decidió compartir su arte en galerías y exposiciones, incluso ha habido ocasiones en que exhibe las obras de su hija junto a las suyas. El dúo padre e hija era la sensación para los críticos y los coleccionistas que venían de todo el mundo.
Ahora mismo el hibrido se encontraba desde una esquina observando como personas tanto influyentes como turistas entraban y salían de la sala admirando su arte. Todo iba de maravilla hasta que vio a un par de cabelleras rubias admirando una de las pinturas. Esa pintura en especial era la que menos llamaba la atención de entre todas, sin embargo, llamo su atención al ver a dos mujeres viéndolas así que salió de su esquina acercándose a ellas.
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HUMAN, Elijah Mikaelson.
FanfictionCuando una humana y su hija conquistan el corazón del vampiro original. Donde Elijah Mikaelson encuentra la familia que siempre deseo.